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Fue identificado como Thole Jan He Drik. Tenía 60 años y habría fallecido por un paro cardíaco, pero igualmente la Justicia ordenó la realización de una autopsia al cuerpo, al certificar el médico que intervino una muerte dudosa.

El hombre de 60 años falleció este miércoles a la madrugada cuando estaba durmiendo junto a su esposa en una carpa, en el establecimiento Manantiales, a unos 100 kilómetros del paraje La Esperanza, por Ruta Provincial 7. Era parte de un contingente de unos 40 ciclistas que recorría el sur del país, proveniente de Canadá.

Identificado como Thole Jan He Drik, de nacionalidad holandesa. Habría fallecido por un paro cardiaco, pero igualmente la Justicia ordenó la realización de una autopsia al cuerpo, al certificar el médico que intervino una muerte dudosa.

Según destacó La Opinión Austral, la esposa lo escuchó quejarse en la madrugada, pero pensó que estaba teniendo pesadillas, por lo que le restó importancia. Cuando ella despertó horas más tarde, cerca de las 05 horas, el hombre estaba sin vida.

En el lugar trabajó personal de la Comisaría de Río Turbio y de la Unidad Operativa La Esperanza. El cuerpo fue conducido a la morgue judicial de Río Gallegos, donde se practicó la necropsia.

El chico tiene 16 años y fue trasladado al Hospital. Sufrió heridas de diversa consideración.

La Jefatura de Policía de Chubut informó que tras los incidentes en Casa de Gobierno que terminaron con varios policías heridos, entre ellos el jefe de la fuerza, uno de los manifestantes intentó huir y atropelló con el auto a un ciclista, quien sufrió heridas «de diversa consideración».

Según informó la Policía, el joven de 16 años fue derivado al Hospital.

El subjefe de la fuerza, Gómez Ocampo, «está en el lugar siguiendo su estado y en contacto con sus familiares».

Los policías iban en un patrullero filmando la escena y captaron en un video el momento justo en el que el auto, un Chevrolet Corsa, atropella al menor.


 

adnsur

Cristian Corizzo (44) murió tras agonizar tres días en un hospital de la ciudad de Guarapuava.

Un ciclista argentino que realizaba desde hace meses un viaje por América Latina fue asesinado de tres balazos que le dispararon desde una camioneta en marcha por motivos aún no determinados, en la ciudad brasileña de Cantagalo, del estado de Paraná, informaron hoy fuentes consulares.

Voceros del Consulado argentino en Curitiba confirmaron a Télam que Cristian Corizzo (44) murió ayer tras agonizar tres días en un hospital de la ciudad de Guarapuava.

El hecho se registró el sábado último por la tarde cuando Carizzo viajaba en su bicicleta por la carretera BR-277, conocida como Grande Estrada, a la altura de la región de Cantagalo, ubicada a unos 80 kilómetros de Guarapuava.

Según precisaron las fuentes a Télam, los testigos del hecho señalaron que en un determinado momento el argentino fue sorprendido por un grupo de delincuentes a bordo de una camioneta blanca que le disparó sin mediar palabra y escaparon rápidamente del lugar.

El turista argentino fue trasladado de urgencia a un centro asistencial de la zona, donde murió ayer a raíz de tres impactos que le afectaron el hígado y el intestino, dijeron las fuentes.

En las últimas horas su hermana, Romina Belén Corizzo, posteó en la red social Facebook «quiero informarles que dios se lo llevó, les agradezco de corazón a todos los que lo quieren al flaco pero dejo de sufrir».

Por el momento no hay detenidos por el homicidio, que se investiga si fue cometido durante un intento de robo o por otro motivo.

Jornada

Un ciclista logró atrapar a un motochorro que terminó detenido en las avenidas Córdoba y Pueyrredón, del barrio porteño de Recoleta, a plena luz del día. El joven había sido víctima de un robo y persiguió al ladrón pedaleando, hasta que logró reducirlo por el cuello.

El joven había sido víctima de un robo y persiguió al ladrón pedaleando, hasta que logró reducirlo.

Las imágenes de las cámaras de seguridad registraron la secuencia de la persecución y el momento en que el delincuente, un venezolano de 27 años, termina siendo derribado por quien había sido blanco del hurto.

Juan Pablo Telez, la víctima del robo, salió a buscar al asaltante después de darse cuenta de que le habían quitado la mochila del canasto. El joven circulaba en unas de las bicicletas públicas del Gobierno de la Ciudad.

En el momento cúlmine de la persecución, Telez se lanza desde atrás hacia el cuello del delincuente y logra detenerlo. Un policía de civil que circulaba por la zona en moto vio la situación, cruzó su vehículo y ayudó en la detención.

«No tenía muchas opciones, o me quedaba viendo cómo se iba mi mochila o tratar de correrlo. Le tenía fe al tráfico de Buenos Aires, y a que lo pueda ver un policía para que lo detenga. No soy Batman, pero no me quedó otra opción que tratar de alcanzarlo», manifestó el joven en diálogo con Telefé.

Según Telez, el motochorro no opuso demasiada resistencia durante la persecución. «No llegó a decir nada, no estaba armado. No fue un robo violento como uno ve en televisión», agregó.

«Ahora en frío no sé si tomaría la misma decisión, probablemente sí, pero seguro ataría la mochila para que no me vuelva a suceder», finalizó.

Diario Jornada