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Referentes del Plan Detectar que se lleva a cabo en Comodoro Rivadavia, indicaron que la recomendación surge porque en las primeras horas del contagio la carga viral es poca y puede generarse un «falso negativo».

Ante el incremento de casos positivos en las últimas semanas tras las fiestas de Fin de Año y el aumento de las consultas en el único puesto del Plan Detectar en la Escuela de Arte, se sumó un puesto fijo en el Ceret en Kilómetro 3.

Desde el Área programática Sur señalaron que está semana se comenzó » con una importante convocatoria», y confirmaron que este lunes, nuevamente hay una larga fila en el puesto de zona norte.

En este marco Silvia, referente del Plan Detectar, recomendó a quienes se acerquen que «es importante que la persona venga con 48 o 72 horas de síntomas porque el primer día puede tener poca carga viral en el cuerpo y dar falso negativo», y recordó que solo deben acercarse quienes tengan dos o más síntomas. «Los más frecuentes son dolor corporal, dolor de garganta y dolor cabeza», recordó.

El Plan Detectar cuenta con dos puestos, uno en el Ceret en km y otro en la Escuela de Arte. Foto: facebook

Recordaron desde el organismo que tanto el puesto del Ceret como el de la Escuela de Arte funcionan de 8 a 10 de la mañana de lunes a viernes. Y solo deben acercarse, con DNI en manos, quienes presenten dos o más síntomas.

Fuente: ADNSur

Un reciente estudio realizado en Wuhan, China, donde se originó la pandemia de coronavirus, buscó describir las consecuencias de los síntomas  a largo plazo de los pacientes recuperados tras haber pasado por un hospital y sus factores de riesgo de asociados. Concluyó que 7 de cada 10 pacientes conserva al menos un síntoma durante seis meses.

Los autores del trabajo publicado en la revista The Lancet señalaron que si bien se describieron “las características epidemiológicas y clínicas, la patogenia y las complicaciones de los pacientes en fase aguda, las consecuencias a largo plazo de la enfermedad siguen siendo poco claras”, debido a que esta patología es nueva y aún se empiezan a comprender los efectos tardíos en los pacientes.

Para determinar estas manifestaciones se realizó esta investigación -la más grande de su tipo hasta ahora- y mostró que el 76% de los pacientes (1265 de 1655) reportaron al menos un síntoma durante el seguimiento. A la vez, se mostró que las manifestaciones persistentes fueron más frecuentes en mujeres.

Los síntomas más frecuentes tras el alta fueron fatiga o debilidad muscular en 1038 de 1655 pacientes (63%) y dificultades para dormir en 437 de 1655 (26%). Además, el 23% (367 de 1617) de los participantes informaron ansiedad o depresión durante el seguimiento, que fue más usual también en personas del sexo femenino.

En total, para el estudio se inscribieron 1733 de 2469 pacientes dados de alta, después de excluir a 736. El seguimiento de todos ellos se realizó del 16 de junio al 3 de septiembre de 2020, y la mediana del tiempo de seguimiento después de la aparición de los síntomas fue de 186 días.

Los científicos encontraron que los pacientes que estuvieron más graves en su internación tenían capacidades de difusión pulmonar más gravemente deterioradas y manifestaciones anormales de imágenes de tórax.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los EEUU indican que “si bien la mayoría de las personas con Covid-19 se recuperan y vuelven a su salud normal, algunos pacientes pueden tener síntomas que pueden durar semanas o incluso meses después tras recuperación de una enfermedad aguda, Incluso las personas que no están hospitalizadas y que tienen una enfermedad leve pueden experimentar síntomas persistentes o síntomas tardíos”.

Fuente: RED43

 

 

Una investigación de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) reveló que los animales pueden presentar síntomas de Covid-19 similares a los del ser humano, por lo cual los especialistas aconsejaron que con las mascotas hay que mantener los mismos cuidados preventivos, con distanciamiento social, higiene y uso de barbijo.

El veterinario David Di Lullo indicó que los animales estudiados forman parte de todo el norte argentino y «la sintomatología es muy similar al del humano con el virus». Di Lullo, codirector del proyecto de investigación, remarcó que «hay un grandísimo porcentaje de asintomáticos o con síntomas muy leves, tales como decaimiento, fiebre, falta de apetito por 12 o 24o 24 horas y nada más».

Precisó que «aquellos animales que presentan síntomas generalmente es porque están asociados a una enfermedad preexistente o una comorbilidad, o sea una enfermedad que ya estaba en el animal y eso complica el cuadro, pero la gran mayoría son asintomáticos y conllevan la enfermedad de manera exitosa».

Los investigadores llegaron a la conclusión de que los animales pueden contagiarse de seres humanos, pero que «no transmiten la enfermedad a las personas». Di Lullo subrayó que «no existe hasta la actualidad ningún caso» de animales que puedan pasar el virus a las personas aunque dijo que «hay un riesgo de contagio» entre los animales «de acuerdo a la especie, porque tienen un comportamiento especial, que es lo que estamos investigando ahora».

El trabajo se hace en conjunto con la Universidad Nacional de La Plata. «No es la primera vez que se detecta el virus en animales, ya se ha detectado en varios países, incluso en Japón es donde se detecta el primer animal el año pasado y hasta el momento son 21 países que llevan reportando o detectando la presencia de la infección del Sars-CoV-2 en animales», explicó Di Lullo.

La investigación detectó el virus en un gato y luego consiguió la secuenciación completa del gen de la Covid-19. Di Lullo resaltó que «la búsqueda o vigilancia epidemiológica de Covid-19 en animales está planteada en el marco de un proyecto de investigación en una convocatoria que lleva adelante la Agencia Nacional, oportunidad en que se presentaron en octubre alrededor de 900 proyectos, quedaron seleccionados 69 y uno es Éste».

La idea es «hacer la búsqueda epidemiológica en principio en animales domésticos, apuntando a caninos y felinos que pertenezcan a dueños positivos y que cumplan con el criterio de selección de tener ese estrecho contacto entre las personas y sus mascotas». La búsqueda de animales se orientó a quienes «tienen alguna relación o contacto cercano con las personas positivas de Covid-19, en donde han ido apareciendo animales susceptibles de contraer la enfermedad».

De ese modo, se le hicieron tests a animales pertenecientes a quienes se hayan contagiado, y se demostró que no pueden contagiar a seres humanos. Di Lullo consideró que «los resultados de nuestra investigación pueden contribuir aportando datos en el comportamiento del virus en los animales» y se buscaba determinar si ellos podían contagiar a los humanos, «lo cual hasta el momento no se ha demostrado, lo que no es un dato menor, al contrario los datos que podemos aportar de acuerdo a nuestra investigación llevarían tranquilidad, sobre todo a lo que es el bienestar animal, a la conservación de las especies, a la conservación ambiental, así que hay que ser serios y llevar tranquilidad a la población».

La investigación sigue con la toma de muestras de varias especies en Salta, Tucumán, Chaco, Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero y de Buenos Aires.

Fuente: Página 12

El retorno de grupos de egresados con síntomas compatibles con coronavirus se vuelve a repetir, pero esta vez en Villa la Angostura. En el fin de semana se habían informado casos similares en Neuquén, Cipolletti y Roca. En todos los casos habían viajado a Córdoba y luego de regresar se ordenó el aislamiento de los jóvenes hasta tener el resultado de los hisopados.

Según informó la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, el regreso del grupo de egresados se realizó dentro de los protocolos correspondientes a los colectivos. Sin embargo, el control de los estudiantes en cuestión corresponde a Salud.

Medios locales se trataron comunicar con el Ministerio de Salud y con el hospital local Oscar Arraiz, pero no obtuvieron respuesta alguna. Hasta el momento, la única información que se conoce es la que publicó el medio local “Diario Andino”.

El mismo indicó que son 32 los estudiantes que volvieron de Carlos Paz, donde presentaron los primeros síntomas. Al parecer, todos los integrantes del contingente manifestaron algún indicio de la enfermedad.

De acuerdo a Diario Andino, ya hay tres resultados positivos y esperan conocer los diagnósticos del resto del grupo.

Fuente: Radio 3

Es porque se ha confirmado que muchas personas acuden a testearse el primer día de un síntoma y la carga viral es muy baja, por lo cual el test puede no detectarlo en una primera instancia.

Al respecto, la subsecretaria de Salud, Gabriela Simunovic, advirtió que “En este tiempo hemos detectado que muchos pacientes, con solo 24 horas de síntomas, tienen una carga viral muy baja y el testeo da negativo. Luego vuelven a las 48 horas con más síntomas, con lo cual la carga viral ya suele ser alta y nos da el antígeno positivo”.

Es por este motivo que decidieron solicitar y recomendar“que no vengan con un solo síntoma o el primer día que despiertan uno o más síntomas que podrían relacionarse con covid, sino que esperen al menos 48 o 72 hs con síntomas para que el test puede tener un resultado más eficiente. Por supuesto deberían permanecer aislados y con tapabocas si tiene contacto con alguna persona”. A su vez, “queremos también evitar que concurra gente sana y corra el riesgo de contagiarse en un lugar a donde se dan muchos casos positivos”.

Al mismo tiempo, Simunovic reconoció que “siempre advertimos que por más que el testeo rápido de negativo, se aíslen 10 días porque quizás en el momento de hisoparse tienen una carga viral muy baja para ser detectado el virus, pero eso no quiere decir que se descarte el covid positivo”. En consecuencia, advirtió que “mucha gente se relaja porque le test da negativo pero si continúa su vida normal sin aislarse, corre el riesgo de contagiar a otras personas si aumenta su carga viral con el correr de los días”.

Sobre el proceso que cumple el virus en la etapa de contagio, Simunovic explicó que “este virus está en evaluación constante y su período de incubación no son iguales en todos los casos. Por eso siempre decimos que ante el contacto estrecho con una persona que dio positivo, es necesario aislarse preventivamente 14 días, porque puede haberse contagiado y los síntomas recién aparecen a los 10 o 12 días, algo que se están dando mucho últimamente”.

Por último, aclararon que estas recomendaciones son para aquellas personas que se encuentran en el comienzo de la sintomatología, en la mayoría de los casos leve: “Por supuesto que si presentan síntomas más graves como una complicación respiratoria es necesario llamar a urgencia y no esperar”.

Fuente: Prensa Municipalidad de Comodoro Rivadavia

Lo denunció este martes Miryám Monasterolo, luego de los controles efectuados en la Escuela de Arte. Se analiza ampliar el horario para realizar test, o abrir nuevos espacios.

La directora del Area Programática Sur, Miryám Monasterolo, ratificó este martes que el lunes se realizaron casi 400 controles en el único centro móvil que existe en estos días, ubicado en la Escuela de Artes, y que la mayoría dio positivo.

“En todos lados se evidencia un aumento de casos; en Comodoro hace dos semana. Nos preocupa y estamos evaluando con los directores de hospitales cómo reestructurar y poner otro lugar de testeo para dar una respuesta adecuada”, indicó.

Aclaró que hoy solo funciona el de la Escuela de Arte porque el aporte del voluntariado de la Universidad “fue mermando porque los chicos tenían que descansar un poco y preparar sus exámenes. Ahora trabajamos con personal del municipio y voluntarios de enfermería” que pronto debe retomar sus tareas en lo que hace a la vacunación.

Además, personal de Deportes que colaboraba tuvo que volver a sus actividades de verano y control en playas. “Estamos viendo si ampliar el horario de la tarde o dispersar en otros puntos con nuevos centros”, acotó la funcionaria.

Luego de afirmar que “tuvimos que habilitar nuevas camas en clínicas y terapias”, recordó que ahora “no solo hay pacientes Covid, sino que aumentó la accidentología y traumas por mayor circulación”.

Sostuvo Monaterolo en LaCienPuntoUno que “estamos apelando a que la gente se aisle. Ayer detectamos que tienen síntomas y en sus lugares de trabajo los obligan a trabajar. Eso es grave. Recomendamos que la persona con síntomas se aisle y recurra a un centro de salud, o al Detectar, y cortar así las cadenas de contagio. La gente sale más en esta época; se junta con amigos y familia y podemos llegar a situaciones complicadas que obligarían a adoptar otras decisiones” si lo que hoy ocurre se desbordara.

Mostrando los primeros síntomas de fiebre hemorrágica, una paciente se sienta tranquilamente en su cama, discute con dos niños pequeños desesperados por huir de la habitación del hospital que tiene forma de celda en Ingende, una ciudad remota en la República Democrática del Congo.

Están esperando los resultados de una prueba de ébola.

La paciente solo puede comunicarse con sus familiares a través de una ventana de observación de plástico transparente. Su identidad es secreta, para protegerla de ser condenada al ostracismo por los lugareños que le temen a la infección por ébola. A sus hijos también los examinaron pero, por ahora, no muestran síntomas.

Hasta el momento, hay una vacuna y un tratamiento para el ébola, que han reducido la tasa de mortalidad.

Pero la pregunta en el fondo de la mente de todos es: ¿Qué pasa si esta mujer no tiene ébola? ¿Qué pasa si, en cambio, ella es la paciente cero de la «Enfermedad X», la primera infección conocida de un nuevo patógeno que podría barrer el mundo tan rápido como el covid-19, pero que tiene una tasa de mortalidad del 50% al 90% del ébola?

El doctor Dadin Bonkole trabaja en la zona roja del ébola del Hospital Ingende.

«Todos tenemos que tener miedo», dijo el médico de la paciente, el Dr. Dadin Bonkole. «El ébola era desconocido. El covid era desconocido. Tenemos que tener miedo de nuevas enfermedades».

La Enfermedad X, una amenaza para la humanidad
La humanidad enfrenta un número desconocido de virus nuevos y potencialmente fatales que emergen de las selvas tropicales de África, según el profesor Jean-Jacques Muyembe Tamfum, quien ayudó a descubrir el virus del Ébola, en 1976, y ha estado en la primera línea de la búsqueda de nuevos patógenos desde entonces.

«Ahora estamos en un mundo donde surgirán nuevos patógenos», le dijo a CNN. «Y eso es lo que constituye una amenaza para la humanidad».

Cuando era un joven investigador, Muyembe tomó las primeras muestras de sangre de las víctimas de una misteriosa enfermedad que causó hemorragias y mató a aproximadamente el 88% de los pacientes y el 80% del personal que trabajaba en el Hospital de la Misión de Yambuku cuando se descubrió la enfermedad.

Los viales de sangre se enviaron a Bélgica y Estados Unidos, donde los científicos encontraron un virus en forma de gusano. Lo llamaron «Ébola», por el río cercano al brote en el país que entonces se conocía como Zaire.

La identificación del ébola se basó en una cadena que conectaba las partes más remotas de las selvas tropicales de África con laboratorios de alta tecnología en Occidente.

Ahora, Occidente debe confiar en los científicos africanos en el Congo y en otros lugares para actuar como centinelas para advertir contra futuras enfermedades.

En Ingende, los temores de encontrarse con un virus nuevo y mortal siguieron siendo muy real incluso después de la recuperación del paciente que mostraba síntomas que se parecían al ébola. Sus muestras se analizaron en el lugar y se enviaron al Instituto Nacional de Investigaciones Biomédicas (INRB) del Congo en Kinshasa, donde se realizaron más pruebas para detectar otras enfermedades con síntomas similares. Todo salió negativo, la enfermedad que la afectó sigue siendo un misterio.

Hablando exclusivamente con CNN en la capital de la República Democrática del Congo, Kinshasa, Muyembe advirtió sobre muchas más enfermedades zoonóticas, aquellas que saltan de los animales a los humanos, por venir.

La fiebre amarilla, diversas formas de influenza, rabia, brucelosis y la enfermedad de Lyme se encuentran entre las que se transmiten de los animales a los humanos, a menudo a través de un vector como un roedor o un insecto.

Estos han causado epidemias y pandemias antes.

El VIH surgió de un tipo de chimpancé y se transformó en una plaga moderna mundial. El SRAS, el MERS y el virus que causa el covid-19, conocido como SARS-CoV-2, son todos coronavirus que saltaron a los humanos desde «reservorios» desconocidos. Este último es un término que usan los virólogos para los huéspedes naturales del virus, en el reino animal. Se cree que el covid-19 se originó en China, posiblemente en murciélagos.

¿Piensa Muyembe que las pandemias futuras podrían ser peores que el covid-19, más apocalípticas?

«Sí, sí, eso creo», dijo.

Nuevos virus en aumento
Desde que se identificó la primera infección de animal a humano, la fiebre amarilla, en 1901, los científicos han encontrado al menos otros 200 virus conocidos por causar enfermedades en humanos. Según una investigación de Mark Woolhouse, profesor de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Edimburgo, se están descubriendo nuevas especies de virus a un ritmo de tres a cuatro por año. La mayoría de ellos proceden de animales.

Los expertos dicen que el número creciente de virus emergentes es en gran parte el resultado de la destrucción ecológica y el comercio de vida silvestre.

A medida que desaparecen sus hábitats naturales, los animales como ratas, murciélagos e insectos sobreviven donde los animales más grandes son exterminados. Pueden vivir junto a los seres humanos y con frecuencia se sospecha que son los vectores que pueden transmitir nuevas enfermedades a los humanos.

Un barco de pasajeros se detiene para descansar en las costas de Ingende. Estos barcos pueden tardar semanas en llegar río abajo hasta Kinshasa.

Los científicos han relacionado los brotes de ébola anteriores con una fuerte incursión humana en la selva tropical. En un estudio de 2017, los investigadores utilizaron datos satelitales para determinar que 25 de los 27 brotes de ébola ubicados a lo largo de los límites del bioma de la selva tropical en África central y occidental, entre 2001 y 2014, comenzaron en lugares que habían experimentado deforestación unos dos años antes. Agregaron que los brotes zoonóticos de ébola aparecieron en áreas donde la densidad de población humana era alta y donde el virus tiene condiciones favorables, pero que la importancia relativa de la pérdida de bosques es parcialmente independiente de estos factores.

En los primeros 14 años del siglo XXI, un área mayor que el tamaño de Bangladesh fue talada en la selva tropical de la cuenca del río Congo.

Las Naciones Unidas han advertido que si continúan las tendencias actuales de deforestación y crecimiento de la población, la selva tropical del país puede haber desaparecido por completo para fines de siglo. Mientras eso sucede, los animales y los virus que portan chocarán con las personas de formas nuevas y a menudo desastrosas.

Pero no tiene por qué ser así.

Los costos de la pandemia
Un grupo multidisciplinario de científicos con sede en Estados Unidos, China, Kenya y Brasil ha calculado que una inversión global de US$ 30.000 millones al año en proyectos para proteger las selvas tropicales, detener el comercio de vida silvestre y la agricultura sería suficiente para compensar el costo de prevenir futuras pandemias.

En un artículo de la revista Science, el grupo dijo que gastar US$ 9.600 millones al año en esquemas globales de protección forestal podría conducir a una reducción del 40% en la deforestación global en áreas en el mayor riesgo de propagación del virus. Esto podría incluir incentivar a las personas que viven en los bosques y se ganen la vida con ellos, y prohibir la tala generalizada y la comercialización del comercio de vida silvestre.

Un programa similar en Brasil condujo a una disminución del 70% en la deforestación entre 2005 y 2012, dijeron los científicos.

Si bien US$ 30.000 millones al año puede parecer mucho, los científicos argumentan que la inversión se amortizaría rápidamente. La pandemia de coronavirus le costará a Estados Unidos solamente un estimado de US$ 16 billones durante los próximos 10 años, según los economistas de Harvard David Cutler y Larry Summers, exsecretario del Tesoro de Estados Unidos. El FMI estima que, a nivel mundial, la pandemia costará US$ 28 billones en producción perdida entre 2020 y 2025, en relación con las proyecciones prepandémicas.

Mercado de carne de animales silvestres en el puerto de Kinshasa. Aquí se vende pescado ahumado.

La «Enfermedad X»
La «Enfermedad X» puede estar desapareciendo dentro de cualquiera de estos animales, traídos a la metrópoli por personas pobres que sirven los gustos de los ricos para comidas exóticas y mascotas.

«La carne de animales silvestres aquí, en las áreas urbanas, a diferencia de la idea errónea popular, no es para los pobres, es para los ricos y privilegiados, por lo que hay funcionarios de alto rango que creen en la superstición de que si se consume cierto tipo de carne de animales silvestres, te dará fuerza», dijo Cassinga. También hay personas que lo consumen como símbolo de estatus. Pero también en los últimos 10 a 20 años hemos experimentado una afluencia de expatriados, principalmente del sudeste asiático, que demandan comer ciertos tipos de carne como tortugas, serpientes, primates».

Los científicos han relacionado previamente este tipo de mercados húmedos con enfermedades zoonóticas. El virus de la influenza H5N1, conocido como gripe aviar, y el SRAS emergieron de ellos. No se ha confirmado el origen exacto del coronavirus que causa covid-19. Pero la mayor sospecha sobre su origen ha recaído en los mercados «húmedos» donde se venden y sacrifican animales vivos para obtener carne.

La comercialización de carne de animales silvestres es una ruta potencial de infección. También es un síntoma de la devastación de la selva tropical del Congo, la segunda más grande del mundo después del Amazonas.

La mayor parte de la destrucción es impulsada por los agricultores locales, que dependen económicamente del bosque: el 84% de la tala de bosques es para hacer espacio para la agricultura a pequeña escala.

Sin embargo, las técnicas de tala y quema utilizadas por los lugareños aumentan la exposición humana a este territorio una vez virgen y sus animales salvajes, un factor de riesgo importante para la enfermedad.

«Si vas al bosque … cambiarás la ecología; y los insectos y las ratas dejarán este lugar y vendrán a las aldeas … entonces esta es la transmisión del virus, de los nuevos patógenos», dijo Muyembe.

Descubriendo un virus nuevo
De regreso en el Hospital Ingende, los médicos usan todo el equipo de protección que se puede encontrar: gafas, overoles amarillos de riesgo biológico, guantes dobles cerrados con cinta adhesiva, capuchas sobre la cabeza y los hombros, chanclos sobre los zapatos y máscaras faciales complejas.

Todavía les preocupa que la paciente de la que hablamos al principio pueda estar mostrando síntomas de una enfermedad similar al ébola que no es, de hecho, ébola. Puede ser un virus nuevo, también puede ser una de las muchas enfermedades que afligen a las personas aquí y que ya son conocidas por la ciencia, pero ninguna de las pruebas realizadas aquí ha explicado su fiebre alta y diarrea.

«Recibimos casos que se parecen mucho al ébola, pero luego, cuando hacemos las pruebas, dan negativo», dijo el jefe de Servicios Médicos en Ingende, Dr. Christian Bompalanga.

«Tenemos que realizar exámenes adicionales para ver qué está pasando realmente … en este momento hay un par de casos sospechosos por allá», agregó, señalando la sala de aislamiento donde la joven y sus hijos están siendo tratados. Y semanas después, no queda un diagnóstico claro de su enfermedad.

Una vez que un nuevo virus comienza a circular entre los humanos, las consecuencias de un breve encuentro en el borde de un bosque o en un mercado húmedo podrían ser devastadoras. El covid-19 lo ha demostrado. El ébola lo ha demostrado. Y en la mayoría de las publicaciones científicas se asume que habrá más contagios a medida que los humanos sigan destruyendo los hábitats silvestres. No es un «SI», es un «CUÁNDO».

Mientras la joven de 19 años que ingresó el sábado pasado a la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Zonal Esquel, evoluciona lentamente, y aún se vale de un respirador, ayer ingresó un contacto estrecho, que sería familiar, también a cuidados intensivos en el hospital.

Confirmación

El director del nosocomio, Dr. Sergio Cardozo, confirmó a Jornada que efectivamente recibieron a una persona con síntomas compatibles con el virus del hanta.

Esperan los resultados de los análisis pedidos al Instituto Malbrán, para constatar que la joven se contagió de hantavirus, pero el responsable del HZE dijo que hay un 99 por ciento de probabilidad que sea esa la afección.

Había trasendido alguna versión del ingreso de dos personas más que son contacto estrecho de la joven, sin que haya sido informado de manera concreta.

Especialistas en neurología afirmaron que «hay que estar alertas» para detectar los síntomas que permitan detectar un accidente cerebrovascular (ACV) y señalaron entre ellos la falta de sensibilidad o debilidad en la cara, en el brazo o una pierna, un evento súbito de confusión, problemas para hablar o entender; en la visión con uno o los dos ojos, dificultad para caminar, mareos o vértigo y un dolor de cabeza súbito e intenso sin causa aparente.

La neurointensivista Silvia Carino, quien trabaja con pacientes con ACV en el hospital San Martín de la ciudad de La Plata, dijo a Télam que «es importante recordar que estos son eventos que parecen de forma súbita y repentina y aunque sean de corta duración exigen la consulta urgente del paciente».

En relación a los factores de riesgo explicó que hay de distintos tipos: «Hay factores tratables y otros que son modificables, por ejemplo, la obesidad es un factor de riesgo muy importante, el sedentarismo también, si una persona hiciera ejercicio 3 veces por semana por media hora, disminuye el riesgo de ACV en un 20 o 30%».

Los factores de riesgo

Por otro lado, aseguró que «el cigarrillo aumenta 4 veces la posibilidad de tener ACV, el alcoholismo también, esos son factores que, si yo modifico esos factores relacionados con el estilo de vida, tengo menos riesgo, bajo claramente la probabilidad de tener ACV».

También explicó que «hay otros factores que uno podría mejorarlos» como la hipertensión arterial, que si se controla, disminuye en un 30% la población de tener un ACV.

Mucha gente no sabe que es hipertensa, los diabéticos si se controlan también disminuyen, si hay una alteración cardiaca frecuente que la fibrilación auricular aumenta más de 4 veces la posibilidad de tener un ACV, todo esto tratado disminuye muchísimo la posibilidad, al igual que cuidar la salud oral», añadió.

Otros síntomas

La neurocirujana nequina Miriam Vicente, especialista en enfermedades vasculares cerebrales, pidió prestar atención a síntomas como que la cara está inclinada hacia un lado, debilidad en un brazo, habla arrastrada o confusa y reiteró que en ese caso se debe llamar a un «centro de emergencia para una rápida atención».

A su vez, el jefe del Servicio de Neurología del hospital santiagueño Ramón Carrillo e integrante de la Sociedad Neurológica Argentina, Miguel Jacobo, advirtió que «tenemos que tomar conciencia que el 80% de los casos se puede prevenir, por eso debemos estar atentos a los signos y síntomas de alerta, porque es una ventana de tiempo de no más de 4 horas que tenemos los médicos para poder revertir, en muchos casos de forma total, una muerte o una discapacidad».

«El tiempo es cerebro», señaló en alusión a las campañas mundiales de concientización para prevenir esa enfermedad.

El intendente Adrián Maderna esperaba ayer recibir el alta médica como paciente con Covid-19. Sin embargo, sigue presentando síntomas que obligaron a extender su aislamiento.

Así lo informó ayer el director asociado del Hospital Zonal, Matías Castiñeira, quien precisó que el Intendente continúa con síntomas, por lo que se definió una extensión de su aislamiento por 72 horas más.

Estimó el médico que para éste fin de semana o principio de la semana que viene, ya podrían darle el alta médica a Maderna.