Una jueza federal impidió que el Gobierno del presidente Donald Trump implemente su plan de prohibir la entrada de extranjeros a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Harvard. La magistrada dictaminó que se trata de “esfuerzos infundados” por controlar a una institución académica de renombre que “amenazan la libertad de expresión”.
La jueza de distrito estadounidense Allison Burroughs bloquea el plan del mandatario de cerrar el acceso de extranjeros a la prestigiosa universidad de Harvard. La decisión de la magistrada preserva así la posibilidad de que los estudiantes internacionales viajen a Estados Unidos para estudiar en el prestigioso centro educativo mientras se decide el caso.
La medida preliminar extiende una orden temporal que la jueza emitió el pasado 5 de junio y que impedía al Gobierno hacer cumplir una proclamación que Trump firmó un día antes, la cual alegaba preocupaciones de seguridad nacional para justificar por qué ya no se podía confiar en Harvard para recibir estudiantes internacionales. Informó France24
Trump firmó la proclamación después de que su gobierno ya hubiera congelado miles de millones de dólares en fondos a la universidad más antigua y rica de Estados Unidos, amenazado la exención de impuestos de Harvard e iniciado varias investigaciones sobre la institución.
Esa disposición prohibía a los extranjeros entrar a Estados Unidos para estudiar en esa universidad o participar en programas de intercambio de visitantes durante un período inicial de seis meses y ordenó al secretario de Estado, Marco Rubio, que considerara la posibilidad de revocar las visas de los estudiantes internacionales ya matriculados en Harvard.
Los argumentos de la jueza para bloquear decisión de Trump sobre Harvard
Burroughs afirmó que la Administración de Donald Trump probablemente viola el derecho a la libertad de expresión de Harvard, amparado por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
La magistrada también resalta la decisión del mandatario de tomar represalias contra la universidad por negarse a cumplir con sus exigencias de ceder el control del currículum y las admisiones y atacarla, basándose en lo que los funcionarios consideraban la orientación izquierdista de la universidad.
La jueza afirmó que «en esencia, este caso trata sobre derechos constitucionales fundamentales que deben salvaguardarse: libertad de pensamiento, libertad de expresión y libertad de palabra, cada uno de los cuales es un pilar de una democracia funcional y una protección esencial contra el autoritarismo».
«En este caso, los esfuerzos infundados del gobierno por controlar una institución académica respetable y reprimir diversos puntos de vista, aparentemente porque, en algunos casos, se oponen a las propias opiniones de esta administración, amenazan estos derechos», agregó la jueza.
Harvard, con sede en Cambridge, Massachusetts, afirmó que el fallo le permitirá seguir acogiendo a estudiantes y académicos internacionales mientras este caso avanza. Añadió que seguirá defendiendo los derechos de la universidad, sus estudiantes y académicos.
La universidad presentó dos demandas por separado ante Burroughs, designada por el presidente demócrata Barack Obama, con el objetivo de descongelar alrededor de 2.500 millones de dólares en fondos e impedir que el Gobierno actual impida que los estudiantes internacionales asistan a la universidad.