Los retrocesos en la extracción de crudo Escalante de Chubut siguen siendo una constante en lo que va de 2023. En mayo la caída fue de 71.836 barriles y en los primeros cinco meses ascendió a 113.578 barriles. Si se comparan los números de este año con los de 2021 la retracción llegó a los 498.213 barriles en sólo cinco meses, pero frente al panorama previo a la pandemia la pérdida ascendió a 1.978.719 barriles antes de que se iniciara la pandemia.
Los números de la caída en la producción de petróleo en Chubut son aplastantes, especialmente si se los compara con el primer año de la salida de la pandemia y mucho más aún respecto de lo que sucedió antes de la aparición del Covid.
La Secretaría de Energía de Nación informó que en mayo se produjeron en Chubut un total de 71.836 barriles menos que en el mismo mes del año pasado, de esa manera se encadenó el cuarto mes consecutivo de retracción productiva en la provincia.
En febrero se dejaron de producir 23.066 barriles; en marzo 56.467; en abril 35.002 y en mayo los 71.836 barriles mencionados. Sólo enero arrojó una suba de 72.793 barriles.
En acumulado de los primeros cinco meses mostró una retracción de 113.578 barriles de crudo Escalante que se dejaron de extraer este año de los yacimientos chubutenses.
La comparación de los primeros cinco meses de este año con el mismo período del 2021, el primer año en que se salió de la pandemia, mostró una merma de 498.213 barriles; pero frente al 2019, antes de la irrupción del Covid, el retroceso fue de 1.978.719 barriles.
Ante el panorama que existía en el 2015, último año de altas inversiones en la provincia y la Cuenca del Golfo San Jorge, la caída en la producción de crudo Escalante fue de 3.332.619 barriles.
Este es el panorama que golpea de manera preocupante a Chubut porque se reducen los ingresos por regalías petroleras que sustentan casi un tercio de los fondos que cobra el Estado provincial, pero además se revela con alarmante el traspaso de inversiones desde la CGSJ a la Cuenca Neuquina y Vaca Muerta.