La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos advierte sobre un riesgo potencial para todas las aeronaves que operen en el espacio aéreo venezolano y zonas aledañas del Caribe sur, citando el «empeoramiento de la situación de seguridad».
La medida se da en un contexto de crecientes tensiones bilaterales y afecta severamente la conectividad aérea del país suramericano.
Este martes 16 de diciembre, la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidosrenovó formalmente la alerta de seguridad para las operaciones aéreas en Venezuela. La nueva notificación, que tendrá vigencia hasta el 19 de febrero de 2026, insta a todas las aeronaves a «actuar con cautela» debido al «empeoramiento de la situación de seguridad y el aumento de la actividad militar» en la región. Esta información fue dada a conocer inicialmente por la agencia de noticias DW.
Impacto inmediato: suspensiones y riesgo operativo
La alerta advierte que las amenazas podrían representar un riesgo potencial para las aeronaves a todas las altitudes, incluyendo durante sobrevuelos, así como en las fases de despegue, aterrizaje e incluso en tierra. La FAA exhortó a las aerolíneas a extremar las precauciones en la región de información de vuelo (FIR) de Maiquetía, que abarca el espacio aéreo controlado por Venezuela y zonas del Caribe sur y oriental.
Como consecuencia directa de estas advertencias, se han producido numerosas suspensiones de vuelos. Este martes mismo, la aerolínea panameña Copa Airlines anunció que extenderá hasta el 15 de enero la suspensión de sus vuelos desde y hacia Caracas. En total, Venezuela ha perdido casi dos tercios de sus frecuencias aéreas internacionales debido a la seguidilla de cancelaciones por parte de doce aerolíneas de distintos países.
Un telón de fondo de tensión bilateral creciente
La renovación de la alerta se produce en medio de una escalada en las tensiones entre Washington y Caracas. La FAA ya había emitido una advertencia similar el pasado 22 de noviembre, y una semana después, el presidente estadounidense Donald Trump llegó a afirmar que el espacio aéreo de Venezuela debía considerarse «completamente cerrado».
Este contexto se vio agravado por un incidente reportado hace pocos días, en el que un piloto de la aerolínea JetBlue declaró que su avión estuvo cerca de chocar con un avión cisterna de la Fuerza Aérea estadounidense cerca de Venezuela. Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro ha respondido a estas acciones calificándolas como parte de una «agresión multidimensional» por parte de Estados Unidos, que según él incluye desde «terrorismo psicológico» hasta actos de «piratería».
La reiterada alerta aérea subraya la profundización de la crisis y su impacto tangible en la conectividad y la seguridad operativa internacional, aislando aún más a Venezuela en el ámbito de la aviación civil global.




