Por Alfredo Silletta
@alfredosilletta
El Papa Francisco, una vez más, dejó pedaleando al diputado nacional Sergio Massa. Se sabe que desde que el cardenal Jorge Bergoglio asumió como Papa nunca recibió al ex intendente de Tigre y es vox populi que al Santo Padre le gusta recibir a los políticos argentinos. Desde Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Daniel Scioli, legisladores de todos los partidos políticos hasta referentes de movimientos sociales, especialmente a los del Movimiento Evita, por su cercanía con Emilio Pérsico, a quien le bautizó a su último hijo. Todos, como si fuera la mítica Puerta de Hierro en Madrid, son bien recibidos por el Papa.
Hace unos días, los diputados del Frente Renovador presentaron un proyecto para que se emita un billete de curso legal con la imagen del Papa Francisco. Los legisladores quieren que la foto del Papa reemplace a la de Juan Manuel de Rosas que lleva el billete de 20 pesos. La firma de este insólito proyecto pertenece al diputado Adrián Pérez y a las legisladoras Mirta Tundis y Laura Esper como un reconocimiento “justo y merecido” del argentino más importante.
La respuesta no tardó en llegar del Vaticano: “Al Papa no le gustó nada, más bien lo irritó, no soporta el culto a su persona”. Una vez más, el camino de Francisco se aleja del diputado que aspira a la presidencia. No es el primer traspié del hombre de Tigre. Cuando salió a criticar vehementemente el anteproyecto del Código Penal, el Papa recibió a destacados penalistas y apoyó la postura contra el endurecimiento de penas. Un tiempo antes, Massa había mandado al empresario y diputado massista Ignacio de Mendiguren a encontrarse con el Papa y como respuesta recibió la frase “Cuiden a Cristina”. Y en junio su Santidad grabó un video para los vecinos de Villa Garrote, el lugar “escondido” por el massismo en Tigre, donde viven 3.700 personas en la mayor pobreza.
Muchos se preguntan por qué el Papa no recibe a Massa. Los que conocen a Bergoglio dicen que hay que remontarse al 2008/9, cuando el actual diputado era jefe de Gabinete. En esos tiempos la mano derecha del ex intendente era Jorge O’Reilly, un empresario de Nordelta vinculado al Opus Dei y a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, dos grupos de la derecha católica que intentaron desplazar al cardenal Bergoglio para entronar al obispo de La Plata, Héctor Aguer en el arzobispado de Buenos Aires. Además O’ Reilly quiso ser embajador en el Vaticano pero la Presidenta no cumplió su deseo.
Quienes conocen al Papa dicen que tiene la memoria de los jesuitas, pero que no es rencoroso y que seguramente en algún momento lo recibirá. La situación de Massa se parece a la alegoría que el genial artista plástico Daniel Santoro recrea en el Manual del Niño Peronista, cuando dibuja a Evita protegiendo al niño peronista y la misma Evita castigando al niño gorila.