En otro gesto de Joe Biden a Javier Milei, Estados Unidos ultima los detalles para enviar uno de sus más poderosos portaaviones a la región en mayo. Se trata del USS George Washington, el cuarto buque más importante de la Armada norteamericana. Desde 2010 que no viene a la Argentina un barco de estas características.
El arribo del buque George Washington fue confirmado en conferencia de prensa por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en el marco de la visita al país de la jefa del Comando Sur estadounidense, la influyente generala Laura Richardson.
Los detalles del movimiento del portaaviones -que habían sido anticipados en el sitio Radar Internacional- todavía no están del todo cerrados, según supo TN de distintas fuentes de las Fuerzas Armadas (FFAA) argentinas.
Para que se pueda realizar un ejercicio militar conjunto con un país extranjero o para que un barco de guerra amarre dentro del territorio argentino se necesita de la aprobación del Congreso. Dado el contexto político nacional y la dificultad de impulsar este proyecto, se estipula que el portaaviones navegará a una velocidad que respete las normas internacionales de la soberanía del mar pero que le permita pasar por la Argentina.
El USS George Washington es un buque de propulsión nuclear que fue botado en julio de 1990, tiene un largo de más de 330 metros y un ancho de 76 metros. Cuenta con distintos sistemas de radar, una capacidad para albergar a 3200 tripulantes y 90 aviones y helicópteros.
Reunión clave por los aviones de combate F-16
La jefa del Comando Sur, Laura Richardson, llegó ayer por la noche a Buenos Aires para llevar adelante una visita que durará 3 días. Acompañada por el embajador Marc Stanley, su agenda comenzó hoy con reuniones con el ministro de Defensa, Luis Petri, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA argentinas, Xavier Isaac.
Por la tarde se reunirá con la canciller, Diana Mondino, y visitará la Casa Rosada para mantener un encuentro con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. No se descarta que se concrete una reunión con el presidente Javier Milei. En las dos visitas previas que Richardson tuvo al país, el encuentro de más alto nivel se dio con Cristina Kirchner, cuando la por entonces vicepresidenta la recibió en el Senado.
Tal como supo TN, entre los puntos más importantes que figuraron en el temario de la reunión de la mañana con las cabezas militares argentinas se ubicó la compra de los 24 aviones de combate F-16 y la presencia de China en la región, una preocupación que previamente manifestó Richardson en distintas oportunidades.
Otro de los puntos centrales de la agenda se dará cuando la jefa militar norteamericana participe de la transferencia de un avión Hércules C-130 valuado en aproximadamente 30 millones de dólares y es parte de una donación de asistencia de seguridad financiada por Estados Unidos.
La semana pasada, la Argentina firmó una carta de intención con Dinamarca para avanzar en la compra de las aeronaves supersónicas de construcción norteamericana, pero de propiedad danesa. La firma se realizó por la visita del ministro de Defensa de aquel país, Troels Lund Poulsen. Se espera que Petri viaje durante el transcurso de abril.
A pesar de que el dinero para la adquisición de estos aviones ya estaba pautado en el presupuesto del año pasado –que se prorrogó del 2022-, la Argentina está negociando con Estados Unidos la provisión del armamento que acompaña a los F-16. De allí la importancia de la reunión con Richardson.