El papa Francisco, de 88 años, retomó sus actividades oficiales tras su internación por una doble neumonía y mostró signos de mejoría, aunque su estado de salud sigue siendo motivo de atención. Ayer recibió sin asistencia de oxígeno al rey Carlos III y a la reina Camila, pero este jueves, durante una visita a la Basílica de San Pedro, volvió a requerir apoyo respiratorio.
Según reseñó Noticias Argentinas, el pontífice había sorprendido al mostrarse sin oxígeno en su encuentro privado con el monarca británico, que también atraviesa un tratamiento contra el cáncer. El Vaticano publicó la imagen del momento, que fue interpretado como un mensaje de fortaleza y cercanía entre ambas figuras.
Sin embargo, al día siguiente, durante una visita no anunciada a las obras de restauración en la Basílica de San Pedro, Francisco fue asistido nuevamente con oxígeno, en un entorno de mayor exigencia física. “Se mostró muy emocionado, saludó a las restauradoras y rezó ante la tumba de Pío X”, reveló la agencia ANSA.
Monseñor Valerio Di Palma, presente durante el recorrido, relató: “Mi visión se nubló por las lágrimas, ni siquiera pude tomar una foto”. La escena mostró la fragilidad del papa, pero también su determinación de seguir activo en medio de la recuperación.
El regreso progresivo del sumo pontífice a sus compromisos públicos llega tras cinco semanas de internación, y marca un equilibrio delicado entre su rol institucional y los cuidados médicos que requiere.
