El Banco Central oficializó una modificación en el cálculo del efectivo mínimo que deben mantener las entidades financieras. El objetivo es mejorar la gestión de liquidez diaria.
A través de la Comunicación A 8305, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) introdujo una modificación clave en el cómputo de encajes. La medida flexibiliza el cálculo del efectivo mínimo que las entidades bancarias deben inmovilizar y busca dar mayor eficiencia en la administración de su liquidez diaria.
A partir de septiembre, se permitirá que los pases pasivos y cauciones bursátiles en posición tomadora se computen de manera neta en el cálculo de encajes, siempre que el vencimiento coincida con el de la exigencia y que la operación se realice en un mercado autorizado por la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En términos simples, esto significa que cuando un banco tome fondos prestados, podrá restarlos de su obligación de encaje si el resultado neto de las operaciones es negativo.
Contexto de la medida
La decisión surge luego de que, semanas atrás, el BCRA endureciera los requisitos sobre cauciones y pases pasivos, contabilizados de forma bruta, lo que generó mayor presión sobre las entidades financieras.
Fuentes del Banco Central explicaron a Ámbito que este cambio busca “corregir un aspecto puntual en el cómputo de los encajes”. De esta manera, si una entidad toma liquidez y la repone en el mismo día con la operación inversa, esa posición quedará neutralizada y no incrementará la exigencia.
Para los bancos, este alivio operativo no implica una reducción generalizada de los encajes, pero sí otorga mayor flexibilidad para ciertas estrategias de arbitraje y administración del capital.
Reunión con los bancos privados
La medida había sido anticipada en el segundo encuentro que el presidente del BCRA, Santiago Bausili, mantuvo con los principales referentes del sistema financiero. La reunión, más acotada que la primera, se centró en posibles ajustes a la normativa vigente de encajes y en transmitir un marco de previsibilidad a los bancos privados.
Según lo manifestado, el Banco Central continuará monitoreando la operatoria y no descarta nuevas correcciones en función de la evolución del mercado financiero y de la liquidez del sistema.
El ajuste en los encajes refleja el intento del BCRA de equilibrar las necesidades de control monetario con la demanda de flexibilidad por parte de los bancos. La medida apunta a estabilizar la gestión de tasas en un escenario de fuerte volatilidad y tensión en los mercados financieros.