El brazo armado del movimiento palestino advirtió que una invasión a la ciudad de Gaza “costará la sangre de soldados” y podría derivar en más secuestros.
Las Brigadas Al Qasam, el ala militar de Hamás, lanzaron una dura advertencia al gobierno de Israel en respuesta al plan aprobado por el Gabinete de Seguridad de Benjamin Netanyahu para ocupar la ciudad de Gaza.
“El ejército enemigo pagará con la sangre de sus soldados y aumentarán las posibilidades de capturar nuevos militares”, afirmó en un comunicado Abu Obeida, portavoz del grupo, responsabilizando directamente al primer ministro y a sus ministros por el futuro de los rehenes aún en poder de Hamás.
Según Radio3, la organización también acusó a Israel de “criminal de guerra” y advirtió que la ofensiva reducirá “a la mitad el número de prisioneros vivos” y hará desaparecer “la mayoría de los cuerpos de prisioneros muertos”.
El destino de los rehenes
Hamás sostuvo que cualquier escalada militar tendrá consecuencias directas para los cautivos israelíes que permanecen en Gaza desde el ataque del 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1.200 muertos en Israel.
El grupo responsabilizó al gobierno de Netanyahu de cualquier desenlace fatal y aseguró que sus decisiones ponen en riesgo tanto a los rehenes como a las posibilidades de alcanzar un acuerdo de intercambio.
De acuerdo con Aristegui, Israel afirma que Hamás mantiene en cautiverio a unos 50 rehenes, aunque estima que solo una veintena continuaría con vida.
Escalada en medio de la guerra
El anuncio del plan militar ocurre mientras se mantienen estancadas las negociaciones por una tregua. Hamás asegura haber aceptado un alto el fuego, pero Israel rechazó los términos y sigue adelante con su ofensiva.
Según datos de las autoridades sanitarias palestinas, los ataques israelíes en Gaza desde hace 22 meses dejaron más de 63.025 muertos y 159.000 heridos.
La advertencia de Hamás marca un nuevo punto de tensión en un conflicto que no encuentra salida política. La inminente ofensiva israelí sobre Gaza podría agravar aún más la crisis humanitaria y complicar las negociaciones por los rehenes.