El Gobierno nacional anunció este viernes una fuerte reducción en los índices de pobreza, basándose en los últimos datos oficiales.
Según la información procesada por el Ministerio de Capital Humano, la pobreza alcanzó al 27,5% de la población en el tercer trimestre de 2025. Esta cifra representa no solo una caída interanual significativa, sino también una reducción a casi la mitad desde el inicio de la gestión del presidente Javier Milei, situándose en su nivel más bajo en siete años.
Los Números de una Caída Pronunciada
El dato, difundido por el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), marca una baja de 10,8 puntos porcentuales respecto al mismo período de 2024. Sin embargo, el descenso más impactante se mide desde diciembre de 2023: la pobreza habría caído 27,3 puntos porcentuales desde el comienzo de la actual administración. El 27,5% es, según las cifras oficiales, el nivel más bajo de pobreza registrado desde mediados de 2018. Paralelamente, la indigencia o pobreza extrema se redujo al 5,4%, lo que implica que 3,8 puntos porcentuales menos de la población se encuentra en esa situación crítica comparado con el año anterior.
La Inflación como Factor Clave del Descenso
Las autoridades atribuyen este marcado descenso a la sostenida desaceleración de la inflación, que es el principal componente del cálculo de la Canasta Básica Total utilizada para medir la pobreza. El costo de vida, que cerró 2023 en 211%, se redujo a 117% en 2024, y se estima que rondará el 30% al concluir el presente año. Esta caída en la tasa de precios habría permitido que, a pesar de la compleja situación económica, los ingresos de los hogares recuperaran en parte su poder de compra, logrando superar la línea de pobreza. «Desde los inicios de esta gestión, la pobreza extrema bajó 14,8 puntos porcentuales. Eso significa que millones de personas salieron de la indigencia», destacó el Ministerio de Capital Humano en un comunicado.
Un Dato que Abre el Debate Económico y Social
Si bien el Gobierno presenta estas cifras como un éxito de su política de ajuste y ordenamiento fiscal, el dato seguramente generará debate. Los críticos suelen argumentar que la metodología para medir la pobreza puede no captar en su totalidad el deterioro en la calidad de vida o el acceso a servicios. No obstante, la publicación de un número que muestra una tendencia a la baja después de años de incrementos constituye un hito estadístico significativo. La discusión ahora se centrará en la sostenibilidad de esta mejora y en cómo se traduce en un bienestar tangible para las familias que, según los números, habrían salido de la pobreza.
La noticia de una pobreza en el 27,5% marca un punto de inflexión en los indicadores sociales de la Argentina reciente. Más allá de la lectura política, el dato refleja el profundo impacto que la desaceleración inflacionaria tiene en los índices de bienestar. El verdadero desafío para el Gobierno será demostrar que esta mejoría estadística se consolida en una recuperación económica inclusiva y duradera para todos los sectores de la sociedad. Informo el medio Noticias Argentinas.




