El índice de precios de la carne vacuna de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alcanzó en octubre su mayor valor nominal desde el inicio de la serie histórica.
Con 146,2 puntos, el rubro acumula once meses consecutivos de aumentos y se ubica un 15.1% por encima del nivel de un año atrás, muy por encima del avance general del índice de alimentos, que creció apenas un 5% en el mismo período.
Este escenario de precios altos y sostenidos, impulsado por un ajustado equilibrio entre una oferta global limitada y una demanda firme, abre una nueva ventana de oportunidad para los exportadores argentinos. La reconfiguración del comercio mundial, con Brasil y Australia incrementando fuertemente sus envíos, y la atención puesta en las decisiones de grandes compradores como China y Estados Unidos, redefine el tablero donde Argentina busca consolidar y diversificar sus ventas externas.
Récords exportadores en Brasil y Australia redibujan el mapa
La oferta global de carne crece por encima de lo previsto, liderada por los dos mayores exportadores mundiales. Brasil registró un nuevo récord mensual en octubre, con 320 mil toneladas exportadas, y acumula en el año 2.5 millones de toneladas, un incremento del 16.6%interanual. China es su destino determinante, absorbiendo el 54% de estas exportaciones, con compras que superaron el 40% de crecimiento entre junio y septiembre.
Por su parte, Australia acumuló en los primeros diez meses del año embarques por 1.3 millones de toneladas, un aumento superior al 15% impulsado por una rápida capitalización de los «choques comerciales» entre grandes potencias. Estados Unidos es hoy su principal comprador, seguido por China, que incrementó sus adquisiciones un 32% interanual, relegando a Corea y Japón.
Este dinamismo muestra, según análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que el comercio se mantiene fluido y creciente a pesar de las tensiones, gracias a un «redireccionamiento de los flujos».
China y EEUU: las claves del futuro inmediato
Dos decisiones pendientes concentran la atención del mercado y definirán el panorama para Argentina. La primera es la resolución de China sobre la implementación de medidas de «salvaguardia» a las importaciones de carne, que evalúa desde diciembre pasado. Beijing podría imponer aranceles adicionales o cuotas de mercado, lo que alteraría los costos y la previsibilidad para los proveedores. Para Argentina, este tema es crucial, ya que China absorbe el 70% del volumen total y el 50% de las divisas que ingresan por las exportaciones de carne vacuna del país.
La segunda clave es el mercado de Estados Unidos. La ampliación anunciada del cupo de importación preferencial para la carne argentina es una señal bilateral positiva. Con la demanda estadounidense en alza, confirmada por el aumento de sus compras a Australia y Brasil, este cupo preferencial abre una puerta para que Argentina recupere presencia en un mercado de alto valor.
La firmeza del precio internacional, que contrasta con el retroceso de otras proteínas, consolida un momento estratégico para la ganadería exportadora argentina. La capacidad de navegar un escenario dinámico, atento a las definiciones de Beijing y al aprovechamiento de los cupos en EE.UU., será determinante para capitalizar esta oportunidad en un contexto global de precios elevados. Información extraída del medio Infobae.




