La cantante y actriz Violeta Rivas, que brilló en la década del 60 acaparando las primeras planas de las revistas del corazón, los programas televisivos y la canción popular y comercial, falleció en el mediodía de hoy a los 80 años, informó su esposo Néstor Fabián.
Nacida bajo el nombre de Ana María Francisca Adinolfi en octubre de 1937 en la ciudad bonaerense de Chivilcoy y criada en distintos barrios porteños como Parque Patricios, Mataderos y Liniers, Violeta Rivas padecía problemas renales por los cuales se encontraba internada en una clínica de avenida Córdoba y Acuña de Figueroa desde hacía varios días.
Dueña de un carisma pícaro y amable y celebrada como figura modélica en la época dorada de la televisión argentina, Violeta Rivas saltó a la popularidad junto a otros llamados a ganar extraordinaria masividad como Palito Ortega, Johny Tedesco, Raúl Lavié y Chico Novarro en el famoso «Club del Clan», entre 1962 y 1963, desde donde se proyectó industrialmente lo que se conocería como la Nueva Ola de la canción argentina.
Allí hacía al principio hits de Nina y Rita Pavone, en un programa que en su segunda temporada alcanzaba los 60 puntos de rating en cada emisión.
Convertida en una de las figuras más populares de la televisión y el entretenimiento de la década del 60 en la Argentina y con fama extendida continentalmente, Violeta Rivas protagonizó los más famosos programas de la pantalla chica y fue una de las figuras más cotizadas de la televisión argentina, haciendo desde los habituales programas ómnibus de esa década como «Sábados circulares», a telecomedias, tiras y programas musicales.
También filmó seis películas, encabezó la cartelera de importantes comedias musicales en teatro y con su máximo éxito musical, «El cardenal», de 1964, vendió más de un millón de placas.
Su popularidad era tan grande que su casamiento con el cantante de tangos Néstor Fabián en 1967 fue un suceso mediático de grandes dimensiones, casi tan grandes y poco tiempo después del también famosísimo entre Palito Ortega y Evangelina Salazar.
Aunque nunca abandonó su carrera y por décadas conformó un conocido dúo con su esposo Néstor Fabián, luego de su etapa de mayor masividad argentina y latinoamericana en las décadas del 60 y el 70, extendió sus presentaciones y se dedicó a cultivar su vida familiar y sus amistades, que fueron numerosísimas.
LMNeuquén