La intendenta de Rawson Rossana Artero, junto a los secretarios de Gobierno y Coordinación de Gabinete Nicolás Souza y de Producción y Medio Ambiente Ana Amato, recibió a funcionarios provinciales de la Comisión de la Meseta Intermedia, para tratar el proyecto que prevé poner bajo riego 35 mil hectáreas, iniciativa que no cuenta con el respaldo del Ejecutivo local, en virtud de que se considera que traería serios problemas sobre el caudal del río Chubut.
Amato afirmó que “consideramos que el proyecto representa un riesgo muy importante para el abastecimiento de agua en nuestra ciudad, también afectará las actividades recreativas y económicas, como la actividad pesquera, e impactará desfavorablemente en el ambiente acuático, el desarrollo turístico y habrá un negativo impacto urbano”.
“Nos parece un proyecto que atenta contra nuestros intereses, y lo vemos como una amenaza para nuestra sustentabilidad en cuanto a la disponibilidad del agua del río Chubut”, enfatizó la funcionaria municipal tras la reunión.
Amato sostuvo que “nosotros priorizamos el bienestar de la comunidad y queremos garantizar el consumo de agua potable y el desarrollo de las actividades productivas de nuestro ejido”.
Estudio de impacto ambiental
La intendenta Artero informó a las autoridades provinciales que se asesorará con equipos técnicos de la Universidad San Juan Bosco (UNSJB) y el CENPAT, quienes desarrollarán un estudio de impacto ambiental del proyecto de la Meseta Intermedia. “Nosotros queremos tener nuestro propio estudio de impacto ambiental”, precisó la secretaría de Producción y Medio Ambiente.
El proyecto para el riego de 35 mil hectáreas actualmente, según indicaron las autoridades provinciales “está en la instancia de contratación de una consultora para que desarrolle el estudio de impacto ambiental”, indicó la funcionaria municipal.
El posible desabastecimiento del Río Chubut
Amato, sostuvo que “el caudal ecológico del río Chubut hoy oscila entre los 30 y los 32 metros cúbicos, con la puesta en marcha de este proyecto se pretende reducirlo a unos 15 o 5 metros cúbicos”.
Analizando uno de los aspectos económicos del proyecto, Amato comparó que “nos resulta muy llamativo que no se puedan gestionar fondos por 200 millones de pesos, para destinarlos a que la población consuma agua potable, y sin embargo se esté pensando en desarrollar obras que demandan 240 millones de dólares, que si bien parte de la inversión será del sector privado, el Estado siempre tiene que invertir recursos también”.