El sismo de magnitud 6,5 se registró el mediodía del sábado con epicentro en el municipio ecuatoriano de Balao (suroeste), cerca de la frontera con Perú, consignó AFP.
En Ecuador, al menos 14 personas murieron en las provincias de El Oro y Azuay, las más afectadas, informó la Presidencia ecuatoriana.
En Perú, la gobernación del departamento de Tumbes, fronterizo con Ecuador, dijo que una niña de cuatro años falleció en la ciudad de Tumbes por el golpe de un ladrillo en la cabeza.
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, recorrió ayer los territorios afectados y prometió que se atenderá «de manera inmediata» la emergencia.
El gobierno puso a disposición «todos los recursos económicos con carácter urgente para que empiecen los trabajos para atender los daños causados en edificios privados y públicos», dijo en una reunión con políticos locales.
Las autoridades realizan trabajos en carreteras de Azuay, donde el temblor causó 22 deslizamientos de tierra que impiden el tránsito de vehículos.
El gobierno de Brasil expresó hoy su solidaridad por las pérdidas humanas y materiales en Ecuador y Perú, sumándose al apoyo que ya había manifestado Chile.
Brasil «afirma su disposición a brindar toda la cooperación posible a las autoridades de esos países para responder a la emergencia humanitaria», indicó el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Al menos 360 edificaciones fueron destruidas o afectadas por el temblor en Ecuador, según la Secretaría de Comunicaciones.
En Tumbes, el sismo dejó 46 personas afectadas y 12 viviendas con daños, indicó un reporte oficial.
De acuerdo con el Instituto Geofísico de Ecuador la magnitud del terremoto fue de 6,5.
Las autoridades sismológicas peruanas reportaron inicialmente una magnitud de 7,0, pero horas después la bajaron a 6,7; el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) la cifró en 6,8.