La ministra de Seguridad y senadora electa, Patricia Bullrich, reiteró su compromiso de aprobar el proyecto de Ley Penal Juvenil que busca bajar la edad de imputabilidad a 14 años, asegurando que será una de sus prioridades en el nuevo Congreso.
En un mensaje publicado a través de sus redes sociales, Bullrich afirmó que la iniciativa está «lista para ser tratada» y criticó que en los últimos meses se hayan puesto «otras ‘prioridades’ antes que la seguridad de los argentinos». Según informó la Agencia Noticias Argentinas, la ministra fundamentó su postura citando el caso de tres menores de José C. Paz y San Miguel.
El compromiso legislativo de Bullrich
La flamante legisladora por la Ciudad de Buenos Aires fue contundente al declarar: «Como senadora, en el nuevo Congreso, voy por este objetivo: la vamos a aprobar». Bullrich, quien asumirá su banca en el Senado próximamente, señaló que utilizará su nueva posición legislativa para impulsar definitivamente el proyecto que viene promoviendo desde el Ministerio de Seguridad, marcando así una clara agenda de trabajo para su mandato parlamentario.
Los fundamentos de la medida
La ministra justificó la urgencia de la ley mencionando el caso específico de tres menores de José C. Paz y San Miguel que, según sus declaraciones, suman «27 delitos en 2025». Bullrich cuestionó duramente que «no son imputables, por lo que la Justicia los libera y siguen cometiendo delitos», y agregó que «el kirchnerismo, como siempre, los defiende», en una clara referencia al debate político que genera la iniciativa.
Los puntos centrales del proyecto
La Ley Penal Juvenil que promueve Bullrich tiene un objetivo claro: endurecer de forma significativa el tratamiento aplicado a los menores que cometen delitos. Para ello, establece un sistema de penas y sanciones escalonadas. Dicho sistema, cabe aclarar, se calibrará en función de dos factores principales: la gravedad de los hechos y la edad de los infractores. Entre sus aspectos más destacados, sin duda, se encuentra la creación de «establecimientos especiales». Estos estarían diseñados específicamente para jóvenes. La intención, por un lado, es diferenciarlos del sistema penitenciario adulto tradicional. Sin embargo, y al mismo tiempo, se mantendría un enfoque de mayor rigor punitivo.
En definitiva, el renovado impulso que Bullrich le está dando a esta ley anticipa uno de los debates legislativos más intensos del próximo año. Este debate, por lo tanto, enfrentará posturas profundamente divididas. Por una parte, se discutirán visiones sobre seguridad ciudadana. Por otra, se confrontarán perspectivas sobre los derechos de los menores. Finalmente, el núcleo de la discusión girará en torno a las políticas de contención social versus los enfoques de mano dura para tratar la delincuencia juvenil.
