Un violento ataque armado sacudió este domingo a la ciudad de Sídney, Australia, cuando al menos dos hombres abrieron fuego contra una multitud reunida en Bondi Beach para celebrar el inicio de Janucá
El hecho dejó 11 personas fallecidas y 29 hospitalizadas, mientras que uno de los agresores fue abatido por la policía. La noticia generó conmoción internacional y fuertes condenas de líderes políticos y comunitarios.
El ataque en plena festividad
La comunidad judía local organizaba el evento Chanukah by the Sea en una de las playas más icónicas de Australia. La celebración se convirtió en escenario de terror cuando los atacantes dispararon contra los asistentes, provocando escenas de pánico y desesperación. Testigos relataron que uno de los tiradores fue reducido por un hombre que logró desarmarlo en medio del caos.
Reacciones oficiales
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, calificó el hecho como “un acto de antisemitismo maligno y de terrorismo que golpea el corazón de nuestra nación”. Subrayó que un ataque contra la comunidad judía es un ataque contra todos los australianos. Según C5N, se trata del segundo tiroteo masivo más mortífero en la historia del país, después de la masacre de Port Arthur en 1996.
Detalles de la investigación
La policía confirmó que uno de los agresores fue abatido y el otro detenido. En el vehículo del atacante fallecido se halló un artefacto explosivo improvisado, lo que refuerza la hipótesis de un atentado planificado. Hasta el momento, las identidades de los responsables no fueron reveladas.
Impacto social y comunitario
El ataque dejó una profunda herida en la sociedad australiana y en la comunidad judía internacional. Imágenes difundidas en redes sociales mostraron a los asistentes huyendo de la playa y a paramédicos atendiendo a las víctimas en el lugar. La tragedia reaviva el debate sobre la seguridad en eventos públicos y la amenaza del extremismo.
La masacre en Bondi Beach marca un capítulo doloroso en la historia reciente de Australia y deja en evidencia la vulnerabilidad de las celebraciones comunitarias frente a la violencia. La investigación continúa y el país entero exige justicia y medidas para evitar que hechos similares vuelvan a repetirse.




