En una decisión que generó controversia, el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, denegó el ingreso de familiares de las víctimas de la Masacre de Trelew al penal de Rawson donde permanecieron detenidos los fusilados.
La medida, que rompe con una tradición de más de cinco décadas, impide el acceso a los calabozos que servían como espacio de memoria y homenaje cada 22 de agosto.
Una decisión que rompe con 53 años de tradición
Silvia Pecci, organizadora de la conmemoración e hija de uno de los fusilados, confirmó la negativa recibida el 19 de agosto, apenas tres días antes del aniversario. La respuesta oficial alegó «razones de seguridad» y la reconversión del pabellón histórico en una comunidad terapéutica para personas con adicciones. Sin embargo, Pecci recordó que en años anteriores esto no impidió las visitas, ya que el acceso se limitaba a los calabozos donde estuvieron detenidos los militantes.
La memoria como acto de resistencia
A pesar de la prohibición, los familiares y organismos de derechos humanos mantendrán el acto conmemorativo este viernes en la Base Almirante Zar, lugar donde ocurrieron los fusilamientos en 1972. «El pasado siempre está relacionado con el presente», afirmó Pecci, quien cuestionó la arbitrariedad de la medida y su coincidencia con lo que calificó como «métodos represivos» actuales. La tradición de visitar la U-6 representaba un ritual de memoria que este año deberá resignificarse fuera de las paredes del penal.
Un antes y después en las políticas de memoria
La decisión de Bullrich marca un quiebre en las políticas de Estado vinculadas a la memoria histórica. Según información obtenida de fuentes cercanas a los familiares, esta sería la primera vez en 53 años que se impide el acceso al penal para esta conmemoración específica. El hecho ocurre en un contexto nacional donde la gestión de los sitios de memoria y las conmemoraciones históricas han generado debates entre el gobierno actual y organismos de derechos humanos.
La prohibición del ingreso a la U-6 no logró suspender la conmemoración, pero sí evidenció la tensión entre las políticas de seguridad del actual gobierno y la preservación de la memoria histórica. Lejos de olvidar, los familiares y organismos de derechos humanos reforzarán su compromiso con la verdad y la justicia, demostrando que la memoria se construye más allá de los muros que intenten contenerla. Información extraída del medio Radio 3 cadena Patagonia.