Nahir Galarza, la joven de 19 años acusada de haber asesinado de dos balazos a su novio Fernando Pastorizzo en Gualeguaychú, llegó minutos antes de las 8 a los tribunales donde es juzgada por el crimen y, si bien no declaró, se quebró en medio de la declaración de la mamá de la víctima y a los gritos la trató de mentirosa. Ante la sorpresa de los presentes en la sala, interrumpió a Silvia Mantegazza cuando relataba que la joven «le gritaba y le pegaba» a su hijo.
Esposada, custodiada por dos efectivos y sin hacer declaraciones, la imputada se bajó del patrullero que la trasladó desde la comisaría del Menor y la Mujer, donde se encuentra detenida desde hace cinco meses, e ingresó a la primera audiencia del debate en el que está previsto que declaren más de 80 testigos. Ni bien se sentó en el banquillo de los acusados su actitud fue desafiante: se peinó con la mano su cabellera lacia, ahora más corta, y se sonrió de costado.
Galarza será juzgada por el homicidio doblemente calificado por la «relación de pareja» con la víctima y el «uso de arma de fuego» y, de ser encontrada culpable, podría ser condenada a prisión perpetua. La estrategia de la defensa apuntará a demostrar que la joven era víctima de violencia de género por parte de su pareja y que lo mató por accidente.
Afuera, en la puerta de los tribunales, amigos de la víctima se acercaron a acompañar a la familia con carteles que piden «Justicia por Fernando». Uno de ellos dijo a los medios que Galarza cometió un crimen “a sangre fría y calculado porque ella pensaba que si no era de ella no era de nadie”, indicó Télam.
“Acá hay dos familias destruidas”, afirmó el joven y sobre la versión de que fue un disparo accidental, dijo: «¿Te parece, un disparo por atrás y otro a quemarropa? Es todo para aminorar la pena que le van a dar, espero que la justicia sea justa”.
El crimen de Fernando Pastorizzo
El cuerpo de Fernando fue encontrado en la calle, con un tiro en la espalda y otro en el pecho, la madrugada del 29 de diciembre pasado en la ciudad de Gualeguaychú. A su lado, estaba su moto y dos cascos tirados.
Galarza declaró unas horas después como testigo y dijo que había visto por última vez a su exnovio la noche anterior. Sin embargo, las pruebas se fueron sumando en su contra y terminó confesando haber sido la autora de los disparos.
El 16 de enero pidió ampliar su indagatoria y dio otra versión de los hechos. En esa oportunidad aseguró que los disparos que efectuó contra la víctima fueron «accidentales» e intentó explicar que en la primera declaración como imputada había mentido porque tuvo miedo que culparan a su padre policía, dueño además del arma homicida.
El grito de Nahir a la mamá de Pastorizzo
Nahir Galarza no declaró durante la primera audiencia por el crimen de su exnovio, Fernando Pastorizzo. Sin embargo, se quebró en medio de la declaración de la mamá de la víctima y rompió el silencio a los gritos.
Silvia Mantegazza hablaba sobre la relación que su hijo tenía con la única imputada y contó que una vecina había escuchado en más de una oportunidad como Nahir «le gritaba y le pegaba a Fernando».
Ante la sorpresa de los presentes en la sala, el testimonio se vio interrumpido por una Nahir fuera de control. «¡Qué mentirosa!», le gritó a su exsuegra e inmediatamente se puso a llorar.
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