La aguja de la catedral de Notre Dame, que quedó destruida por el fuego en el incendio sufrido por el templo parisino este lunes, estaba coronada por la figura de un célebre gallo en cuyo interior se guardaban tres reliquias. Se trata de una espina de la corona de Cristo y sendas reliquias de san Dionisio y santa Genoveva.
Tras perderse en medio del incendio, un miembro de un grupo de restauradores de monumentos ha logrado dar con la figura, según anunció a través de su cuenta en Twitter el presidente de la Federación Inmobiliaria Francesa, Jacques Chanut.
La figura apareció visiblemente dañada y se desconoce por el momento si las reliquias están también a salvo. Según una fuente del Ministerio de Cultura que cita el diario Le Parisien, el gallo «está abollado, pero es visiblemente restaurable. Como está hundido, no hemos podido verificar si las reliquias están dentro todavía».
Por otra parte, se da la circunstancia de que las estatuas de los doce apóstoles y los cuatro evangelistas que rodeaban la aguja se han salvado de sufrir daños gracias a que habían sido retiradas la semana pasada para su restauración.
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