El presidente catalán, Quim Torra, eludió hoy condenar los episodios de violencia que tuvieron lugar la pasada noche en Cataluña, como le demandó el Ejecutivo central español, y subrayó que su gobierno «está con la gente», al unirse a una de las marchas «por la libertad» que se dirige hacia Barcelona.
«Hemos venido para expresar nuestro apoyo a las marchas de rechazo de las sentencias y derecho autodeterminación», afirmó Torra, en una breve declaración a la prensa sin admitir preguntas.
El líder secesionista añadió que es «fantástico ver al pueblo movilizado» y pidió que nadie dude de que él y su gobierno están «al lado de la gente».
Tras mantener una reunión con el «núcleo duro» de su gabinete para valorar los disturbios de anoche, que dejaron un saldo de 125 heridos -entre ellos agentes de policía- y 25 manifestantes detenidos, Torra se desplazó este mediodía a la localidad de Calles de Malavella para unirse a una marcha independentista que había partido desde la ciudad de Girona, con la intención de llegar a pie hacia Barcelona, a casi 100 kilómetros de distancia.