Juicio oral por el secuestro y desparición de Elvio Ángel Bel.
El testimonio central del juicio oral por el secuestro y la desaparición de Elvio Ángel Bel fue del abogado de Trelew, Eduardo Hualpa, en videoconferencia desde Esquel. Ante el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia dijo poseer copia de los archivos que el exmarino Carlos Alegre retiró de la Base Almirante Zar de Trelew. Este material fue requerido por el presidente del TOF, Enrique Guanziroli, quien pidió asegurar el envío.
El 6 de diciembre finalizará la instancia probatoria y hasta el 19 se aguardará la información solicitada al Ministerio de Justicia y el Hospital Zonal de Trelew, donde se solicitó un registro de guardias.
Como referente del Centro de Estudios Legales y Sociales, Hualpa conoce a Alegre. Recordó por su parte el allanamiento en la Base Aeronaval que derivó en 15 condenas por espías ilegales.
Como testigo, Alegre se contactó con Hualpa para la denuncia. Personal de “La Casita” le ordenó quemar información pero decidió preservar parte de la base de datos en formato papel y en seis disketes.
“Fuimos a su casa, vivía en el edificio de la Marina, en Colombia y Ameghino. Tenía papeles y carpetas en el piso y en un rincón de su casa, estaba solo y no había nadie de su familia”, detalló Hualpa. En ese momento sólo se requirió información del allanamiento y no específica sobre Bel.
El abogado mostró sorpresa por el volumen de información. El soporte informático contenía material confidencial desde finales del 70 de Trelew y Rawson incluyendo especialmente militantes de izquierda, activistas y referentes sociales. Eran casi 13 mil fichas, entre ellas la propia. “Me sorprendió encontrarme con miembros de mi familia que hasta ahí no militaban. Y en especial, material sobre mí hasta 1996, había dos páginas completas que imprimí y conservo”.
Se detallaban aspectos laborales y de seguimiento aunque “relatado con suspicacia” que excedía lo estadístico e inclusive lo filiatorio. Describió como “escalofriantes” las referencias de lugar y tiempo, y la particular narrativa con la que se redactaban los informes.
Hualpa reconoció que el testigo Alegre quedó “golpeado” con la situación; que perdió su jerarquía militar además de sufrir amenazas, problemas de salud y haberse accidentado en circunstancias sospechosas. Ingresó al Programa de Protección de Testigos aunque finalmente asumió medidas de seguridad por su cuenta.
El 6 de diciembre declararán dos testigos, Díaz y Mangeri, que guardan relación con el Servicio de Justicia además de Rodrigo Borda del CELS. La irrupción de nuevos datos que deben corroborarse prorrogó los plazos del juicio que tiene como acusados al excomisario Tito Nichols y Hernán Álvaro Hermelo, exsegundo jefe del Batallón de Infantería 4, informó Diario Jornada.