De una solidez impactante cuando juega de visitante, el equipo de Gallardo necesita ratificar sus pergaminos en Núñez. Por la Superliga, perdió más de lo que ganó en su estadio.
Seis partidos separan al River de Marcelo Gallardo de una nueva estrella. Es la recta final para quitar una de las pocas espinas que aparecían en su ciclo color de rosas. El torneo local siempre quedó a la sombra de las Copas Libertadores y ahora que luce tan cercano no quiere que se le escape.
El último sábado con el triunfo que quedó corto 1-0 en Mendoza ante Godoy Cruz, River por primera vez fue el único puntero del campeonato. Y desde allí, aprovechando los pasos en falso de sus competidores, afrontará lo que resta de un fixture que en los papeles no debería generarle muchos dolores de cabeza.
En este escenario, aparece un lunar inesperado: el estadio Monumental. Mucho se habló esta semana del mal estado que presentará el campo de juego el domingo en el partido frente a Central Córdoba de Santiago del Estero debido a los trabajos de resembrado que no se terminaron a tiempo. Aunque más allá de la superficie, vale remarcar que a River le costó más de la cuenta quedarse con los tres puntos en su casa.
Los números así lo dicen: de visitante, jugó 9, ganó 7 y empató dos; de local, ganó 3, empató uno y perdió 4. Sí: perdió más de lo que ganó. En Núñez metió 8 goles y fuera de su estadio hizo 24. En suma, River consiguió 23 puntos jugando de visitante y apenas 10 en su estadio. Si se armara una tabla que contemplara solo esa condición, el equipo de Gallardo estaría décimo octavo y el puntero sería Argentinos, con 20 unidades, seguido de Rosario Central (18), Estudiantes y Lanús (17). El peor equipo de esta Superliga en esa condición es Gimnasia, que solo cosechó 4 puntos de los 27 jugados en su cancha.
Volviendo a River enseguida aparecerán las explicaciones: que estaba pensando en la Libertadores, que sufrió varias lesiones, que el DT eligió rotar el equipo en el primer semestre del torneo… Su primer partido en el Monumental no dejó hueco para las dudas: 3-0 a Lanús.
La segunda presentación fue con derrota 1-0 ante Talleres. El domingo 25 de agosto, Gallardo puso una formación alternativa (Elías López, Zuculini, Angileri, Carrascal, entre otros) ya que cuatro días más tarde debía jugar la revancha de cuartos de final de la Libertadores ante Cerro Porteño. Talleres no lo perdonó, ganó con el gol de Nahuel Bustos y lo dejó a cinco puntos del líder, San Lorenzo.
Una semana más tarde de esa derrota y después de haber clasificado a las semis de la Libertadores, llegó el Superclásico ante Boca en el Monumental. El recordado 0-0 que dejó conformes a los de Gustavo Alfaro pese a un planteo táctico demasiado cauteloso. Era el primer duelo de la trilogía que continuaría en la Libertadores.
El 22 de septiembre fue Vélez el que se llevó los tres puntos de Libertador y Udaondo. Esta vez con la formación ideal de River y con méritos futboleros para haber terminado con una sonrisa. Pero Lucas Hoyos fue figura (le atajó un penal a Nacho Fernández en el minuto final) y el equipo de Heinze golpeó en los momentos justos: 2-1.
En octubre llegaron dos triunfos en el Monumental, ante Patronato 2-0 y Colón 2-1. Fue un mes redondo en la vida millonaria, con una nueva eliminación a Boca para llegar a la final de la Libertadores.
Y en ese cierre de año aparecieron dos nuevos tropiezos ante su gente: Rosario Central le ganó 1-0 con el gol de Lucas Gamba y le quitó la chance de alcanzar la cima. Y San Lorenzo también por el mismo marcador y con el gol de Adolfo Gaich se aferró a los tres puntos en el último partido de la Superliga en 2019. Ese día no le salió una a River: falló dos penales y terminó con nueve jugadores. Boca y Argentinos dominaban la tabla de fin de año.
En 2020 el equipo de Gallardo recuperó terreno. Y trepó a la cima con los triunfos ante Independiente, en el juego que había sido postergado, y Godoy Cruz; ambos como visitante. Así llegó a 33 puntos y les sacó tres a Boca, Argentinos y Vélez (con un partido más).
¿Qué le queda? Central Córdoba, el domingo en el Monumental. Un rival al que le ganó la final de la Copa Argentina en un encuentro en el que al principio le costó ganar la pulseada pero cuando lo hizo terminó goleando. El equipo del Sapito Coleoni sólo ganó uno de los ocho encuentros que jugó fuera de Santiago del Estero, ante Gimnasia.
En tanto, a River le quedarán Banfield (fecha 20) y Defensa y Justicia (22) en Núñez, dos conjuntos de andar irregular. De visitame asoma, en la previa, lo más complicado: debe ir a las canchas de Unión, Estudiantes y cierra en Tucumán ante Atlético, informó Clarín.