La denunciante tiene la jerarquía de cabo y el acusado es un sargento ayudante; encargado del turno en el que ella presta servicio. Los hechos –según la víctima—vendrían ocurriendo desde el mes de marzo y no sería la única mujer a la que el denunciado habría acosado.
Según especifica la empleada policial en las actuaciones que han sido giradas a la fiscalía, el denunciado habría empezado a hostigarla observándola todo el tiempo y preguntándole sobre su vida privada.
Pero para ella el hecho más grave ocurrió en abril, cuando andando los dos solos en el patrullero, después de haber cargado combustible, él habría detenido el móvil en un sector oscuro, en un descampado, para preguntarle si podía: insinuándole que quería besarla.
Según el relato de la mujer, le contestó que no, estuvieron estacionados unos quince minutos, como si él estuviera pensando qué hacer y luego retornaron a la comisaría.
Luego, en la denuncia asegura que el sargento la acosó cada vez que se encontraban solos y que no sería la única mujer que habría padecido este tipo de prácticas, que situaciones similares las habrían vivido otras compañeras de trabajo.
En un párrafo de su exposición, la denunciante aduce que se siente denigrada en su condición de mujer y en un informe que le hace al jefe de la comisaría, cuenta que el encargado de turno en todas las guardias nocturnas la elegía a ella para salir a patrullar.
Recuerda que en un momento, ante la incomodidad que sintió, pidió licencia pensando que al regresar a trabajar la situación podría ser diferente, que él iba a dejar de acosarla, pero asegura que no fue así. Ahora, sostiene que siente temor a posibles represalias, al haber tomado la decisión de denunciarlo.
Fuente: Radio 3.
