Hoy, 45 días después del hallazgo del cuerpo de Facundo Astudillo Castro en una zona pantanosa de cangrejales de Villarino a la vera de la Ruta 3, la jueza federal a cargo de investigar qué ocurrió con el joven, María Gabriela Marrón, recibió los resultados finales de la autopsia, practicada por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
En el encuentro, que comenzó a las 9 de la mañana en uno de los edificios que componen el predio de la ex ESMA, participaron su secretaria, María Paula Riganti, así como los fiscales a cargo del caso, Santiago Ulpiano Martínez, Andrés Heim y Horacio Azzolín.
Los resultados fueron informados por el Juzgado de la causa en un comunicado al que accedió Infobae: falleció, según el texto, por una asfixia por sumersión, un ahogamiento.
“La sumersión (mecanismo asfíctico) es la causa de muerte por obstrucción de la vía aérea por el ingreso de líquidos durante el proceso de respiración bajo el agua, generando el ahogamiento (asfixia mecánica)”, explica el comunicado firmado por la jueza Marrón y por casi 20 peritos, entre ellos Virginia Creimer, forense de la querella que actuó en el proceso. Sin embargo, aunque no figura en el documento oficial, fuentes del caso aseguran a Infobae que Creimer habría firmado en disidencia.
La data de muerte, “es decir el tiempo mínimo transcurrido entre la muerte y el hallazgo, sería no menor a 30 días determinados por tafonomía (acción del ambiente) y entomología (micro fauna asociada a los restos); siendo el tiempo máximo estimado del período transcurrido desde la muerte mayor, pero no pudiendo determinarse científicamente”.
El cuerpo fue encontrado el 15 de agosto. Facundo desapareció el 30 de abril. Sin embargo, el cálculo es estimativo.
El análisis de la autopsia, por otra parte, reveló que no hay posibilidades de que el cuerpo haya estado en un lugar que no fuese el sitio en el que fue encontrado “durante el intervalo postmortem”. El documento apunta a dos factores que actuaron sobre el cuerpo: la acción del medio ambiente y la acción de la fauna de la zona, con animales como el zorro pampeano o el zorro gris, que se cree tomó parte de los restos y los esparció, con partes encontradas a más de 70 metros del cuerpo.
“El tipo, intensidad y tamaño de las modificaciones identificadas en los diferentes restos óseos analizados indican la acción de carnívoros de la familia de los cánidos”, asegura. “Todas las lesiones y pérdida de algunas piezas dentales que presentaban los restos estudiados son posteriores a la muerte, producto de depredadores y exposición medioambiental».
No se habla de golpes o la acción de armas de fuego. Sin embargo, hay un pasaje clave en el documento:
“Se trató de una muerte violenta, por no ser natural. El avanzado estado de esqueletización del cadáver limitó las posibilidades de conocer el modo de la muerte, no pudiendo la ciencia forense determinar con rigor científico si se trató de uno u otro modo de muerte violenta: suicida, homicida o accidental”.
De la reunión no participaron ni Cristina Castro, la madre de Facundo, ni sus abogados Leandro Aparicio y Luciano Peretto, ya que aguardaron en la localidad de Pedro Luro que la jueza Marrón les comunique los resultados.
La autopsia se realizó el pasado 25 de agosto y participó un equipo interdisciplinario compuesto por al menos 15 peritos del EAAF y el Cuerpo Médico Forense, entre ellos Luis Fondebrider y Analía González Simonetto del EAAF y Roberto Cohen, una de las máximas autoridades del CMF. Se realizó también un análisis de diatomeas, las microespecies vegetales presente en el cuerpo.
Marrón y Riganti habían viajado el pasado 25 de agosto a la ciudad de Buenos Aires para participar de la autopsia sobre esos restos, en el marco de la cual se confirmó, mediante un estudio de ADN, que pertenecían a Facundo.
Según un comunicado oficial difundido el 2 de este mes por el Juzgado Federal N° 1 de Bahía Blanca, “el informe concluyó, con base en los distintos exámenes antropológico, odontológico, radiológico y genético, que todos los restos humanos hallados pertenecen a Facundo Astudillo Castro”. El análisis fue realizado en un laboratorio de genética forense que posee el EAAF en la ciudad de Córdoba.
El cuerpo, encontrado tras más de 100 días de la desaparición de Facundo luego de semanas de rastrillajes de la Policía Federal, se hallaba en un avanzado estado de descomposición. Sin embargo, muestras de tejido recolectadas permitieron un reconocimiento rápido sin tener que extraer ADN mediante una perforación. Cristina Castro, la madre de Facundo, apuntó fuertemente con sus abogados contra la Policía Bonaerense y la acusó por la muerte de su hijo, luego de que fuera retenido en un control de la zona de Mayor Buratovich por supuestamente violar la cuarentena.