Inundaciones y sequías, lluvias torrenciales e incendios infernales, tormentas, temperaturas extremas, extinción de especies…
Los efectos del cambio climático son ya visibles en muchos lugares del planeta y muy pocos expertos dudan de que son una de las amenazas más emergentes para la vida.
Sin embargo, un grupo de científicos acaba de descubrir un nuevo elemento que muestra cómo el potencial devastador que la acción humana está teniendo sobre la Tierra afecta también la forma en la que funciona el propio planeta.
Según una investigación publicada el pasado mes en la revista de la Unión Geofísica Estadounidense (AGU, por sus siglas en inglés) el cambio climático ha estado detrás de una serie de desplazamientos que han tenido lugar desde la década de 1990 en el eje de rotación de la Tierra.