Coronavirus

Tras la Semana Santa se extreman los cuidados por el temor a la suba sostenida de casos

Comenzando la recorrida mundial por Sudamérica, en Brasil, el país con la situación más severa de Sudamérica, Río de Janeiro volvió a abrir las escuelas, pero el comercio no esencial, bares, restaurantes, cines, museos y teatros siguen cerrados hasta el viernes, en el marco de la prórroga parcial de sus medidas. Esos sectores solo funcionarán luego con horarios restringidos.

Las playas estarán cerradas hasta el 19 de abril, día en que también terminará el toque de queda nocturno entre las 23 y las 5, y serán reabiertas las discotecas.

Otros varios estados brasileños, entre ellos el poblado San Pablo y el Distrito Federal, comenzaron a vacunar contra el coronavirus a policías y miembros de las fuerzas de seguridad. Las estimaciones prevén que se llegará a 600.000 muertes en el país en julio.

Paraguay le dio un giro, aunque mínimo, a su estrategia de cuidados, en el peor momento de la pandemia en el país, con hospitales públicos y privados colapsados: se amplió la franja horaria de circulación de 5 a 24 y los locales gastronómicos podrán recibir clientes previa inscripción y cumpliendo las medidas sanitarias. El nuevo decreto regirá por ocho días y solo habilita los deportes grupales de hasta cuatro personas.

Uruguay terminó su Semana de Turismo (como llama a la Semana Santa) con la noticia de un brote en un geriátrico en la ciudad de Fray Bentos que dejó 15 muertos y el reclamo del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) para que se adopten medidas más tajantes, porque considera insuficiente que estén suspendidos los espectáculos públicos, cerrados los bares y canceladas las reuniones sociales solo hasta el lunes 12.

En Chile, el presidente Sebastián Piñera admitió que el sistema de salud está «al límite de sus capacidades», después de registrar más de 7.000 casos positivos de coronavirus en los últimos tres días y superar el millón de contagios la semana pasada, el día en que empezaron a regir nuevas medidas que restringen la movilidad, entre ellas el cierre de fronteras aéreas durante todo abril, de modo que solo se permitirá el ingreso de residentes que vuelvan al país y los viajes esenciales e impostergables, y prohíbe el ingreso de extranjeros no residentes.

Ante el nuevo escenario de suba de decesos y circulación de la variante brasileña, Perú busca reforzar su plan de vacunación, temeroso, además, por las elecciones del domingo que, con todo, fueron ratificadas.

En ese marco, Bolivia mantiene hasta el jueves el cierre de su frontera con Brasil, con el que comparte 3.400 kilómetros de selvas y ríos, para frenar la entrada al país de las variantes brasileñas.

telam

 

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