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El CCT CONICET-CENPAT, la Asociación Mutual Solidaria de Puerto Madryn y Conciencia Colectiva se unen para el reparto de barbijos AtomProtect en comedores, merenderos e instituciones educativas de la ciudad.

El proyecto de distribución y trazabilidad de los barbijos sociales AtomProtect surge por iniciativa del vínculo que generó la Asociación Mutual Solidaria de Puerto Madryn (LAMU) con KOVI S.R.L., la empresa textil que desarrolla los barbijos y que donó 500 piezas, que ya están siendo repartidas en la ciudad. “A partir de las iniciativas solidarias, el vínculo con comedores y merenderos y el trabajo territorial que vienen desarrollando el CENPAT, LAMU y la Asociación Civil Conciencia Colectiva, es que se planteó una distribución conjunta para poder garantizar que estos barbijos de alta calidad puedan llegar a quienes no tengan la posibilidad de adquirirlos”, comenta Andrés Bilmes, científico del CENPAT e integrante de LAMU.

Los barbijos AtomProtect fueron desarrollados a partir del conocimiento científico de investigadores e investigadoras del CONICET, de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y tienen la particularidad que eliminan el 99,9 por ciento de coronavirus, hongos y bacterias porque sus telas son tratadas con activos antivirales, bactericidas y fungicidas.

“El fin último de cualquier desarrollo tecnológico, incluidos estos tapabocas de probada eficacia, es llegar a toda la comunidad, en especial a quienes más los necesitan: el personal de comedores y merenderos de quien depende la alimentación de niñas y niños que acuden a ellos. Esta acción, en resumen, conecta el trabajo científico con la comunidad que los requiere en su trabajo diario», afirma Rolando González-José, director del CCT CONICET-CENPAT.

Alberto Fernández ratificó la decisión de suspender temporalmente por quince días las clases presenciales para contener la segunda ola de coronavirus en el AMBA. «Yo mismo tuve discusiones dentro de mi mismo equipo. Mi ministro de Educación (Nicolás Trotta) insistía con las clases presenciales, pero hay que ir a un colegio primario y ver el horario de salida, madres que se agolpan, donde el contagio puede hacerse más fácil, chicos que juegan cambiándose los barbijos», afirmó.

El presidente Alberto Fernández afirmó este jueves que se hace «cargo» de las medidas anunciadas anoche para contener la segunda ola de contagios y ratificó que «las fuerzas federales van a hacer cumplirlas», al tiempo que precisó que los shoppings permanecerán cerrados durante estas dos semanas de restricciones.

«Las medidas la tomé yo y me hago cargo yo y las fuerzas federales van a hacer cumplir esto», manifestó al sostener que las nuevas restricciones no las habló con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Además volvió a advertir sobre el «relajamiento social que se vive» y dijo que «hace falta que de una vez por todos entendamos los argentinos en el riesgo en que estamos» por el avance de la pandemia del coronavirus.

En este marco, defendió también la decisión de suspender temporalmente por quince días las clases presenciales para contener los contagios. «Yo mismo tuve discusiones dentro de mi mismo equipo. Mi ministro de Educación (Nicolás Trotta) insistía con las clases presenciales, pero no son las clases presenciales solamente», dijo a Radio 10.

«Hay que ir a un colegio primario y ver el horario de salida, madres que se agolpan, donde el contagio puede hacerse más fácil, chicos que juegan cambiándose los barbijos», detalló el mandatario.

Asimismo, sostuvo que «Yo trato de hablar siempre y de hecho las medidas anteriores las conversé con el Gobierno de la Ciudad: quise cerrar los restaurantes y me pidieron que no lo hiciera; propuse hacerlo a las 22 horas y me pidieron extenderlo hasta las 23, consensué todas las medidas y después me enteré que cerraban a las once pero se podían quedar hasta las doce; y que tampoco estaban de acuerdo con las restricciones nocturnas a la circulación».

La muerte de Mauro Viale desató un debate pendiente en la televisión sobre el uso del barbijo en los estudios cerrados y desde hoy fueron muchos los periodistas y conductores que lucieron el suyo frente a las cámaras.

«Los trabajadores de la Televisión Pública decidimos utilizar el barbijo en todo momento», anunció a las siete de la mañana Alejandro Puertas, quien conduce el noticiero junto a Silvia Fernández. Y así se convirtieron en los primeros en mostrar en la pantalla una imagen que ya es parte de la vida cotidiana en pandemia, la del rostro tapado.

Más tarde, la titular de Radio y Televisión Argentina, Rosario Lufrano, adelantaba que todos los trabajadores de la Televisión Pública como los de Radio nacional usarán barbijo «en todo momento, como una manera de reforzar los cuidados y también concientizar sobre que debemos ser precavidos para evitar los contagios».

A media mañana de hoy, la campaña que ayer lanzó en las redes Nicolás Magaldi ya estaba en marcha. Apenas se conoció ayer la noticia sobre el fallecimiento de Viale, el conductor de El show del problema por Canal 9, escribió en su cuenta de Twitter: «Es preocupante la situación. A partir de mañana (por hoy) me verán conduciendo con el barbijo al aire. No cambia la manera de hacer tv. Cambia la forma en la que nos cuidamos. Más cuidado y más ejemplos. Invito a tod@s mis colegas a hacer lo mismo. #barbijosenlatv».

Pero lo que parecía que sería una actitud individual comenzó a tomar forma con el correr de las horas y #barbijosenlatv pronto se convirtió en tendencia.

A los mensajes de apoyo también se sumaron videos que muestran como los conductores de Uruguay y Paraguay utilizan el barbijo desde hace tiempo.

Desde la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), su titular, Omar Sued, opinó: «Es hora de empezar a considerar a la conducción de programas de televisión como una profesión de riesgo. Por favor, empiecen a usar barbijo si los programas no son al aire libre».

El mensaje fue reproducido por las periodistas Ingrid Beck y Florencia Etcheves, quien le agregó el hashtag #barbijosenlatv para identificar a la campaña.

«Barbijos, distancia, ventilación. Las medidas de cuidado corren para todo el mundo. También para quienes trabajan en televisión y radio. Para dirigentes», señaló Beck.

Consultado por Télam, el infectólogo Pedro Cahn, miembro de la comisión de expertos que asesora al Gobierno nacional, aseguró que «el uso del barbijo en los medios de comunicación es una medida muy saludable, ilustra sin palabras un mensaje que tenemos que enviar, que es el uso del barbijo permanente y usado adecuadamente tapando nariz, boca y mentón».

Y agregó: «No se puede decirle a la gente que use el barbijo y mostrar que no lo hacemos y esto vale para periodistas, para invitados y para funcionarios políticos de todos los niveles, todos deben mostrar de una manera docente como deben hacerse las cosas».

Cahn enfatizó que «estamos atravesando una tormenta y tenemos que cuidarnos de todas las maneras posibles así que bienvenida la idea del barbijo en los medios de comunicación».

El uso del tapaboca comenzó a debatirse desde la semana pasada cuando la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dio varias entrevistas sin quitárselo.

Pero la muerte de Viale, una figura emblemática de la televisón y quien había sido diagnosticado con coronavirus el viernes, terminó de acelerar el uso en la pantalla.

Además, hoy Rodolfo Barilli, conductor del noticiero de Telefé, confirmaba que se sumó a la lista de figuras de la televisión contagiadas de coronavirus.

«Todos sabemos que, a pesar de cuidarnos, nos puede pasar. Y me pasó. Hisopado mediante, luego de aislarme por ser contacto estrecho de un caso confirmado, el resultado de mi test dice Covid detectable. Tocó. Cuídense. Cuídense mucho. Espero atravesarlo bien», escribió Barilli en Twitter, otro de los contagiados que se suma a Víctor Hugo Morales y Horacio Cabak, quienes permanecen internados.

A las nueve de la mañana, Nicolás Artusi y Paloma Bokser, conductores de IP Noticias, se sumaron a la iniciativa que en las redes ya tiene hashtag: #barbijosenlatv.

A ellos los siguieron en Canal 9, mientras que el staff de La Inmensa Minoría también se colocó el barbijo durante la transmisión por YouTube desde el estudio de Radio Con Vos.

En su cuenta de Twitter, Bokser explicó la decisión: «En @_IPNoticias nos sumamos a #BarbijosEnLaTV para cuidarnos y predicar con el ejemplo. Barbijo, distancia, ventilación, lavado de manos y aislamiento es lo que necesitamos para seguir vivos».

Horas antes de que se conociera el fallecimiento de Viale, Natalia Oreiro daba muestras de que el cuidado y la elegancia pueden ir de la mano. En su cuenta de Instagram volvió a publicar fotos en las que aparece con pantallas protectoras transparentes diseñadas para combinar con su ropa.

La actriz y cantante conduce en Uruguay el programa Go Talent y desde que comenzó la pandemia ya mostró una extensa colección de sus pantallas que incluso llevó a Telefé cuando fue invitada a participar de Master Chef.

Aunque el uso del tapabocas no fue incluido en el inicio de la pandemia, cuando el 20 de marzo del año pasado el presidente Alberto Fernández anunció las medidas de aislamiento y distanciamiento, veinte días después el barbijo ya formaba parte de las recomendaciones y desde entonces los especialistas los señalan como una de las herramientas más eficaces contra el coronavirus.

«Vamos a recomendar el uso de los tapabocas. Si nosotros cubrimos nuestra boca y nariz ayudamos a que el contagio sea más difícil. Vamos a tratar de que haya barbijos para todos», había dicho el propio Presidente hace poco más de un año, el 9 de abril de 2020, cuando le preguntaron por la decisión del municipio de Villa Gesell de establecer la obligatoriedad de su uso.

Eran los primeros tiempos de la pandemia y los barbijos profesionales apenas alcanzaban para cubrir la demanda del personal de salud. Por eso, el ministerio de Salud lanzó un instructivo sobre cómo confeccionarlos de manera de casera hasta que su uso se volvió habitual. Y aunque aparecieron de todos los colores y formas -incluido el potente Atom Protect diseñado por el Conicet- el barbijo todavía es resistido frente a las cámaras.

Fuente: Telam

Si tenés planeado volar en la aerolínea LATAM, atención, porque a partir del próximo lunes 1 de marzo, la compañía prohibirá el uso de barbijos con válvulas (cualquier modelo), protectores bucales, bufandas y bandanas de tela en todos sus vuelos, debido a su baja eficiencia en la filtración de virus y bacterias.

Así, a partir del 1 de marzo, aquellos pasajeros que no cumplan con estas medidas no podrán embarcar, por lo que se recomienda el uso de mascarillas de recambio en vuelos de larga duración, siguiendo las indicaciones de fabricantes en cuanto al uso y tiempo de cada una.

Además, la línea aérea informó que durante febrero se concretó la habilitación de una lámina con propiedades antibacteriales y antivirales que se dispone sobre las mesas ubicadas en cada asiento en uno de los aviones de la flota de LATAM en Chile.

Se trata de una iniciativa piloto que asegura una completa eliminación de virus y bacterias, con una resistencia comprobada a limpiezas repetitivas y al uso por parte de los pasajeros, sin alterar su acción.

Finalmente, y como una forma de apoyar el retorno seguro del transporte doméstico e internacional, el grupo LATAM suscribió convenios con importantes laboratorios clínicos en todo el continente, asegurando el acceso a exámenes PCR para la detección del COVID-19 a una tarifa preferencial.

Los centros que forman parte de esta alianza están disponibles en Chile, Perú, Colombia, Brasil y Estados Unidos.

Desde hace más diez meses el uso del barbijo casero es parte de la vida cotidiana, sin embargo su confección sigue generando dudas y por eso los especialistas recomiendan hacerlos con dos o tres capas y un ajuste que permita que el aire ingrese siempre a través de la mascarilla para mejorar su eficacia.

El debate en relación a la calidad de los barbijos (o mascarillas) se reavivó estas semanas a partir de que Austria y Alemania prohibieron el uso de barbijos caseros en espacios públicos y, en su defecto, indicaron el uso de quirúrgicos o FFP2 (similar al N95), en tanto que Francia emitió una recomendación en el mismo sentido.

«Si las mascarillas tipo FFP2/N95 son las mejores, ¿por qué no las usamos todos y dejamos de complicarnos la vida buscando alternativas?. La respuesta es sencilla: porque no hay mascarillas de ese tipo para todos. Ni las había en marzo, ni las hay ahora, ni las habrá en mucho tiempo», indicó la española María Tapia, doctora en Bioquímica y Biología Molecular y una de las investigadoras que siguió con atención el tema de barbijos.

En diálogo con Télam, Tapia señaló que «hay varias formas de mejorar la eficacia de una mascarilla de tela: con un tejido más tupido y con más capas» en tanto que alertó que «el ajuste es al menos tan importante como el material».

«Una mascarilla de tela bien diseñada debe tener una tela resistente al agua, múltiples capas (al menos dos o tres) y un buen ajuste facial. Es imprescindible incluir un material flexible para ajustarla al caballete de la nariz. También es importante que las puntadas y las costuras sean ajustadas y herméticas», brindó como primeros consejos en su página https://mariaitapia.medium.com/.

Por su parte, las y los investigadores de Conicet que desarrollaron la tecnología de los barbijos Atomp-Protect (con componentes antivirales, fungicidas y antibacterianos) Roberto Candal, Silvia Goyanes, Griselda Polla y Ana María Llois explicaron a Télam que «desde el punto de vista de la filtración, depende del tipo de tela que se use para la fabricación de un barbijo; por ejemplo, las telas no tejidas de materiales como el polipropileno, generalmente tienen una mayor eficiencia de filtración que las telas tejidas».

Y continuaron: «Algunos autores sugieren combinar diferentes telas para mejorar la filtración. Por ejemplo, la combinación de telas sintéticas (idealmente no tejidas) o seda con telas de algodón mejora la capacidad filtrante pero la mejora dura hasta que se descarga la tela sintética o la seda, perdiendo el efecto electrostático».

Además añadieron que «más capas de la misma tela podrían mejorar la capacidad de filtración, pero por otro lado si se ponen muchas capas se hace difícil la respiración. Esto es importante porque un barbijo que afecta mucho la respiración resulta incómodo y el usuario se ve impulsado a acomodarlo con las manos o, directamente, se lo quita. Por eso los barbijos sociales deben cumplir con requisitos de respirabilidad».

En el mismo sentido, Tapia recordó que «si las mascarillas impiden directamente el paso del aire, éste se irá por arriba, abajo o los costados porque el aire siempre busca salir o ingresar donde encuentra menos resistencia por lo que puede ser contraproducente».

Los materiales

A la hora de describir materiales filtrantes, la investigadora española describió que recientemente se compararon 44 barbijos de distintos materiales: «Los mejores fueron los diseñados para filtrar aerosoles (mascarillas médicas y bolsas de aspiradora) y los textiles esponjosos, como, por ejemplo, la felpa, el vellón o forro polar, el fieltro, el algodón con el que se fabrican las vendas y el terciopelo. La muselina de algodón y la microfibra también eran aceptables», contó.

Para medir qué capacidad de filtro tiene un barbijo caseros, Tapia describió una técnica sencilla: llenar una botella con pulverizador con agua de la canilla, sostener el barbijo 8 a 10 centímetros de distancia de un espejo (sin que lo toque) y rociar una vez: «Si el espejo se humedece mucho, el tejido no es adecuado», indicó.

El ajuste

En relación al ajuste, el aire sólo debería pasar a través del barbijo y para lograr eso se pueden utilizar diferentes accesorios como una banda de goma que permita la adherencia completa a la cara o la colocación de una media de nylon sobre el barbijo que por un lado añade una capa de un material electrostático y por el otro mejora la adherencia.

Los barbijos que no están recomendados son aquellos de materiales claramente porosos, como pueden ser los tejidos al crochet, o los que tienen válvulas porque permiten la salida de los aerosoles.

Las recomendaciones de la OMS

Según la Organización Mundial de la Salud, los barbijos caseros deben contener tres capas: una capa interna de material absorbente, como el algodón; una capa intermedia de material no absorbente y que no esté tejido, como el polipropileno, y una capa exterior de material no absorbente, como el poliéster o una mezcla que contenga poliéster.

Cualquiera sea la tela, Candal, Goyanes, Polla y Llois explicaron que «además de cubrir completamente la nariz y la boca los barbijos no debe tocarse ni acomodarse con las manos y si por algún motivo eso sucede (para acomodarlos o removerlo), inmediatamente hay que lavarse o aplicarse alcohol al 70% o alcohol en gel».

«En general el barbijo de tela conviene ser renovado cada cuatro horas y debe ser lavado luego de su uso», señalaron los investigadores argentinos, aunque en el caso de los diseñados por ellos, al tener propiedades autosanitizantes puede lavarse con menos frecuencia.

Si bien al comienzo de la pandemia se pensaba que los barbijos caseros sólo se utilizaban para que el usuario no propague sus gotas o aerosoles, en la actualidad algunos grupos de investigación, como el liderado por la norteamericana Linsey Marr, sostienen la hipótesis de que los barbijos (aún los de tela) -cuando reúnen los requisitos adecuados de materiales y ajuste- «podrían reducir el tamaño del incóculo viral al que están expuestas las personas», y por tanto servir como protección.

El uso de barbijo es sólo una de las herramientas de prevención para el coronavirus que se debe complementar con distancia social a más de dos metros, ventilación de ambientes, lavado frecuente de manos, evitar aglomeraciones y reuniones en espacios cerrados.

Un trabajo observacional de dos investigadores de la Universidad de California plantea una hipótesis que suma puntos al uso del barbijo, ese adminículo que ya se ha vuelto una segunda piel en nuestro rostro al compás de la pandemia. En un artículo publicado en el New England Journal of Medicine, los doctores Mónica Gandhi y George Rutherford, del departamento de Epidemiología y Bioestadística de esa universidad, afirman que las mascarillas no frenan el ingreso del virus SARS-CoV-2, pero sí nos exponen a dosis menores. Y hacen un paralelismo entre la acción del barbijo y la variolización, un procedimiento que se usaba antes de la vacuna contra la viruela para inmunizar a quienes no habían tenido esa enfermedad devastadora.

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«Sin la vacuna será imposible llegar a la inmunidad de rebaño, es decir, a una proporción mayor del 60% de la población con anticuerpos que pueda proteger al resto del SARS-CoV-2. Pero el uso de los barbijos permite el contagio en dosis leves, como ocurría con la variolización. La gente se va contagiando con menos carga viral. No es una estrategia: simplemente, sucede. Y es útil -dice Roberto Debbag, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediatría-. Es la forma en que va avanzando la infección en países que no tienen buenos sistemas sanitarios, donde se van generando infecciones y hay diagnóstico, pero no suficientes testeos y rastreo de contactos».

«La hipótesis de la doctora Gandhi, a quien conozco, es una investigadora muy seria -indica Pedro Cahn, director científico de la Fundación Huésped- se basa en un viejo concepto: el efecto inóculo. En muchas infecciones un paciente con mucha carga viral tiene más posibilidades de transmitir el virus que alguien que tiene baja carga viral. Esto se ve con claridad en el VIH. El trabajo de la Universidad de California es un estudio observacional, porque no sería ético exponer al virus SARS-CoV-2 a personas con y sin barbijo, pero allí se observa que si se usa barbijo correctamente puede haber una alta tasa de infectados asintomáticos pero una baja tasa de gente enferma. Es decir, el barbijo ofrece una protección parcial porque reduce el inóculo del virus».

En el trabajo de Gandhi y Rutherford se dice que en las sociedades donde el uso de los barbijos es casi universal, la proporción de casos asintomáticos es del 80%, mientras que en las sociedades en donde su uso no es generalizado, la proporción de casos asintomáticos es la mitad, el 40 por ciento.

La variolización
La viruela, una enfermedad que generó epidemias que diezmaban a pueblos enteros, fue enfrentada con distintos métodos antes de la llegaba de la vacuna, descubierta por Edward Jenner en 1796, la primera vacuna de la historia de la humanidad.

¿En qué consistía la variolización? Era una técnica que de distintas maneras introducía en el cuerpo de personas sanas pequeños inóculos del virus (a través de el pus de las pústulas frescas, compartiendo ropas de infectados o aspirando costras pulverizadas o disecadas) y esto podía lograr que el receptor sufriera la enfermedad en forma leve, después de lo que quedaba inmunizado.

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«No estoy de acuerdo con el uso del término ‘variolización’ en este artículo del New England Journal of Medicine. Porque la variolización fue la infección intencional con el virus patógeno de la viruela. De viruela se moría mucha gente, entonces se tomaban pequeñas cantidades de ese virus de alguien con viruela, pero que estaba vivo con la idea de que si se aplicaban esas partículas virales a una persona sana esta podría quedar protegida y sobrevivir, pero eso no siempre ocurría, porque se hacía con un virus muy riesgoso», dice Emilio Malchiodi, profesor titular de Inmunología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA e investigador superior del Conicet.

La práctica se extendió en China, India, África y pueblos de Asia Menor antes de la existencia de la vacuna. «Fue la esposa del embajador británico en Turquía quien introdujo esa estrategia en el mundo occidental», agrega Malchiodi,

Ya conocida la técnica en Europa, Jenner observó que las mujeres que ordeñaban vacas tenían vesículas de viruela bovina en sus manos, pero no se infectaban de viruela humana. «Entonces usó ese virus bovino natural, atenuado, como ocurre con las vacunas, para inmunizar a sus primeros pacientes. Y eligió la palabra ‘vacuna’, porque lo logró a partir de un virus de la vaca», puntualiza el especialista.

En 1796 Jenner hizo su experimento inicial: inoculó a un niño de 8 años, James Phipps, con virus de viruela bovina tomado de la ordeñadora Sarah Nelmes. Unos días más tarde, inoculó al pequeño con gérmenes de viruela humana. Y comprobó lo que esperaba: el virus de la viruela bovina había protegido a James contra la viruela.

La primera vacuna de la historia de la humanidad estaba en marcha, aunque Jenner -como es habitual entre los revolucionarios que cambian paradigmas- fue muy cuestionado por sus pares de época.

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Su majestad, la vacuna
Debbag afirma que las primeras vacunas van a controlar la morbilidad y mortalidad en personas de riesgo y protegerán a los trabajadores de salud, pero no terminarán con la pandemia. «La pandemia se va a controlar seguramente con vacunas mejoradas o con mayor cantidad de gente vacunada con las primeras, pero a partir del segundo semestre de 2021 o 2022», dice el infectólogo.

Por eso, no hay que bajar los brazos con las medidas de protección. «El barbijo es bueno pero no perfecto -agrega Cahn-. Por eso, decimos barbijo con más de dos metros de distancia, lavado frecuente de manos, ventilación de los espacios y preferencia de los lugares al aire libre. No es ‘barbijo y todos juntos’. La idea es que si tenemos que estar en un lugar con gente puede que terminemos aspirando algunos virus a través de las mascarillas, pero que eso produzca un efecto similar al que lograba la variolización: introducir un inóculo menor y causar una enfermedad leve y eventualmente asintomática».

«Los asintomáticos son los que más contagian porque no son los detectados, pero eso no quiere decir que sean los más infectantes. Y, al igual que los sintomáticos, si están con barbijo tienen la probabilidad de que su contagio sea con baja carga viral», cuenta Debbag.

La segunda ola que vive Europa ¿se reproducirá también entre nosotros?»No lo sabemos -añade Cahn-. Europa tuvo un pico, un crecimiento rápido y un decrecimiento rápido también. Aquí, como empezamos con una cuarentena temprana, hemos tenido una meseta sostenida con altas y bajas que ahora parece estar decreciendo claramente en el AMBA y con tendencia a decrecer también en el interior. Existe la posibilidad de que haya una cantidad importante de infectados, no porque alguien oculte los números, sino porque son asintomáticos y nunca fueron detectados. Por estudios realizados en Islandia sabemos que los anticuerpos duran 4 meses como mínimo. Si eso es así tendríamos una cierta protección durante estos meses: si mucha gente está infectada todavía está protegida. Si a eso le agregamos que podemos llegar a tener una o varias vacunas durante el verano, nuestro panorama podría ser diferente».

El intendente Damián Biss agradeció el aporte de mil barbijos que días pasados concretó el SOyEAP Delegación Rawson, con destino al personal que se desempeña en distintas áreas del municipio.

El mandatario local subrayó el gesto de la entidad gremial de colaborar con los trabajadores que desarrollan tareas de control y prevención para frenar la propagación del CoViD-19. “Es muy importante asumir el rol del compromiso social en tiempos de pandemia para salir adelante entre todos”, definió el intendente capitalino.

La responsable de la Delegación Rawson del SOyEAP, Liliana Delgado, comentó que “entregamos los barbijos que pudimos gestionar ante Empleo de provincia. Hay una necesidad por la situación de la emergencia sanitaria, por ello serán utilizados por los empleados para el resguardo de su integridad”.

La dirigente gremial señaló que “también hablamos de varios temas y problemáticas laborales y le pedimos aunar esfuerzos para que, ante esta situación, el empleado esté protegido”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que los niños a partir de los 12 años utilicen tapabocas en las mismas condiciones que los adultos, como en lugares con aglomeraciones, para evitar contagios de coronaviurs, según un documento publicado en las últimas horas.

«Los consejos sobre el uso de mascarillas en niños y adolescentes de 12 años o más deben seguir las recomendaciones de la OMS para el uso de mascarillas en adultos y/o las directrices nacionales sobre máscaras para adultos», indicó el texto.

«Incluso cuando se aplican las directrices nacionales, hay que especificar consideraciones adicionales para entornos especiales como escuelas, durante el deporte o para niños con discapacidades», indicó la OMS.

En el documento, la OMS junto al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) no recomendó que los tapabocas sean utilizados en niños de hasta 11 años, pero sí solicitó que se los considere cuando menores de entre 6 y 11 años transiten en una zona con «transmisión intensa de virus» o en entornos como escuelas.

Sin embargo, ambas agencias explicaron que hay situaciones en las que ese tipo de protección facial «puede interferir significativamente con el proceso de aprendizaje y tener un impacto negativo en las actividades escolares críticas».

Por ello, señalaron que no se debe obligar a los niños más pequeños a usar tapabocas, principalmente porque no pueden ponérselos y quitárselos correctamente por sí mismos.

De hecho, recomendaron que los niños de hasta cinco años que, por el motivo que sea, tengan un tapabocas colocado, estén bajo supervisión constante de un adulto.

«Los niños también deben ser escuchados con respecto a sus percepciones y cualquier preocupación sobre el uso de una máscara», indicó el documento, que sostuvo que los tapabocas de tela son la mejor opción de protección facial por entender que las viseras transparentes «ofrecen menos protección».

Sobre la incidencia del virus entre los jóvenes, la OMS indicó que «según la limitada evidencia disponible, los niños pequeños pueden tener una menor susceptibilidad a la infección en comparación con los adultos», pero puntualizó que «los datos disponibles sugieren que esto puede variar según la edad entre los niños»

«Los estudios de transmisión sugieren que los niños mayores (por ejemplo, adolescentes) pueden desempeñar un papel más activo en la transmisión que los niños pequeños», señaló Télam.

Por la pandemia global de COVID-19, miles de personas, empresas y hospitales debieron modificar buena parte de sus rutinas de higiene para prevenir y evitar el contagio del virus. En este contexto, científicos argentinos crearon unos barbijos con triple capa protectora con activos antivirales, bactericidas y antihongos. Fue desarrollado por científicos del Conicet, de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), con el apoyo de la PyME textil Kovi S.R.L.

Los barbijos Atom-protect están fabricados con nanotecnología: cuentan con telas tratadas con activos antivirales, bactericidas y fungicidas. Su acción fue testeada con éxito en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y en el Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Un barbijo equivale a 15 barbijos descartables.

Las propiedades antivirales y fungicidas del producto fueron testeadas en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial y obtuvieron resultados sorprendentes en muy poco tiempo: “Nuestro grupo de trabajo asesoró y acompañó a las empresas destinatarias en la implementación de las buenas prácticas de fabricación, la confección del registro maestro del producto y la gestión del riesgo”, dijo Griselda Polla, investigadora del desarrollo.

El «superbarbijo» ya cuenta con la licencia necesaria para ser comercializado. La pyme Kovi está a cargo de la producción y comercialización de los barbijos: según la empresa, podrán producir 4 millones de barbijos por mes. Pueden comprarse en la fábrica al por mayor o en la tienda online. Cada barbijo cuesta $324 pesos y 40 unidades $10 mil. También ofrecen una caja “máster” de 320 unidades.

El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, aseguró hoy que se sancionará «con la máxima dureza» permitida por la ley el incumplimiento del uso de tapabocas en la concentración de críticos con las medidas de protección frente a la pandemia de coronavirus celebrada ayer en la Plaza de Colón de la capital.

«Siempre hay algún descerebrado, en este caso bastantes, por desgracia, que incumple las normas, pero lo que sí quiero dejar perfectamente claro es que se sancionará con la máxima dureza que nos permita la ley», dijo el funcionario a la Cadena Ser, citada por Europa Press.

Franco explicó que en el escrito de los organizadores para comunicar la convocatoria de la manifestación a la Delegación del Gobierno «no se reivindica la oposición a la mascarilla», si bien «hablan de instrumentalización, de censura de prensa, de la instrumentalización de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, pero en ningún momento se dice nada en contra de la mascarilla».

«Es más, ellos nos garantizan en su escrito la distancia social, incluso dicen que habrá personas recordándolo con carteles», agregó Franco, para defender que «en principio no debería haber ningún motivo para prohibir dicha concentración».

El delegado dijo además que las autoridades no se plantearon disolver la manifestación ante la ausencia de mascarillas entre los asistentes, porque «el remedio podía ser peor que la enfermedad», y defendió la necesidad de actuar «con objetividad, con mesura, con sentido común y, sobre todo, con proporcionalidad».

«Yo creo que la Policía actuó con la proporcionalidad que se le exige y con la que suele actuar siempre y hubiera sido peor, a mi juicio, una carga por disolver esa manifestación», agregó Franco, quien precisó que se impusieron más de 30 denuncias y que entre las personas identificadas se encuentran los propios organizadores.

Tras reconocer que «estas situaciones siempre son discutibles», Franco señaló que no quiere ni pensar lo que podría haber sucedido si se hubiera producido una carga y los manifestantes se hubieran dispersado por las calles de Madrid.

Algunos participantes intentaron tomar el Paseo de la Castellana y la Policía Nacional se lo impidió.

Durante la concentración de ayer en Plaza Colón -el mismo lugar que suele utilizar el partido ultraderechista Vox para sus concentraciones-, de la que participaron unas 2.500 personas, algunos intentaron tomar el Paseo de la Castellana y la Policía Nacional se lo impidió.

En tanto, el viceconsejero de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, informó hoy que «ya están muy avanzadas» las modificaciones para la prohibición de fumar en espacios públicos en la Comunidad así como el cierre del ocio nocturno, algo que podría entrar en vigor «mañana o pasado».

El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM) tiene que publicar las medidas acordadas el viernes por el Ministerio de Sanidad y todas las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial.

«Hemos estado revisando las modificaciones de esta orden, y a lo largo de esta semana estarán publicados, ya está muy avanzadas. Estarán mañana o pasado, pronto», dijo Zapatero en una entrevista en ‘Onda Madrid’.

Además, aseguró que la vuelta a las aulas es «un desafío importante, francamente preocupante», por lo que entiende que «es un tema que hay que estudiar y plantear», señaló Télam.