Ricardo Gioielli, subsecretario de Gestión Institucional de la cartera sanitaria provincial, efectuó las declaraciones este martes, ratificando plenamente los dichos del ministro José Manuel Corchuelo Blasco, quien había remarcado la superioridad del derecho a la vida de cada persona por sobre la facultad de apelar a la huelga por parte de los trabajadores.
El subsecretario de Gestión Institucional del Ministerio de Salud del Chubut, Ricardo Gioielli, sostuvo que “bajo ningún concepto estamos negando el derecho que tienen los trabajadores a manifestarse y a reclamar por distintos aspectos de sus condiciones laborales; lo que cuestionamos son las medidas radicales e intransigentes que llevan a que se ponga en riesgo un derecho fundamental como es el derecho a la vida”.
Gioielli efectuó las declaraciones este martes, en Rawson, ratificando plenamente los dichos del titular de la cartera sanitaria provincial, José Manuel Corchuelo Blasco, quien había remarcado la superioridad del derecho a la vida de cada persona por sobre la facultad de apelar a la huelga por parte de los trabajadores.
Un derecho universal, con rango constitucional
Al respecto, Gioielli señaló que “a nivel ministerial se interpreta que todas las personas tienen derechos adquiridos, la Constitución Nacional avala muchos de esos derechos, y hay dos de ellos que son muy importantes y en este momento están en la superficie del conflicto que se presenta en el sector de la salud: uno es el derecho de los trabajadores a manifestarse para mejorar distintos aspectos de sus condiciones laborales y el otro es el derecho a la vida, que es una potestad de todas las personas”.
“El derecho a la vida es un derecho que está interpuesto en el artículo 31 de la Constitución Nacional, en el cual se establece que ese plexo normativo, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación”, dentro de los cuales se encuentran “el Pacto de San José de Costa Rica y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los cuales consagran el derecho a la vida como un derecho universal e inalienable”, indicó el funcionario del Ministerio de Salud provincial.
No generar lesión sobre otras personas
Asimismo, el subsecretario de Gestión Institucional consideró que “en base a estos dos derechos que no deben contraponerse, los trabajadores tendrían que encontrar formas de accionar, manifestarse o reclamar por los derechos que ellos defienden de una manera que no genere una lesión sobre otras personas”.
“No solamente se lesiona a una persona cuando no se la atiende en una guardia, sino también cuando una persona va a la farmacia del hospital a buscar un medicamento, como por ejemplo una insulina para su diabetes, y la ventanilla está cerrada; o cuando para que la pueda atender un cardiólogo por un cuadro de hipertensión o una angina de pecho, se va a buscar su historia clínica y el sector que las entrega está cerrado”, precisó.
“En todas las actividades hospitalarias, hay un hilo muy fino que separa lo que es la necesidad de salvar una vida de manera urgente y la atención que se brinda a las personas de manera habitual y cotidiana, que nos permite cuidar esas vidas, preservándolas en el tiempo”, remarcó Gioielli.
Falta de representatividad
También hay que tener en cuenta que “las decisiones de hacer paros en los hospitales son tomadas en asambleas minúsculas, en donde incluso no todos los que participan están de acuerdo con estas medidas”, manifestó el funcionario de la cartera sanitaria provincial agregando que esta situación “pasa más por algunas internas propias de los gremios e incluso por la participación política en las mismas asambleas, que hacen que la que siga perdiendo sea la gente de la comunidad, a la cual todos nosotros nos debemos”.
“Si bien es claro que el Estado tiene responsabilidad sobre esta prestación, creo que los trabajadores también tienen la responsabilidad de brindar esta cobertura a la gente”, destacó.
Consecuencias incalculables
Por otra parte, Gioielli aclaró que “bajo ningún concepto estamos negando (desde el Ministerio de Salud) el derecho que tienen los trabajadores a manifestarse y a reclamar por distintos aspectos de sus condiciones laborales; el cuestionamiento es hacia las medidas radicales e intransigentes que llevan a que se ponga en riesgo un derecho fundamental como es el derecho a la vida”.
“Cuando las medidas de fuerza se toman en forma perentoria tienen una consecuencia determinada, pero cuando se toman durante varios días, varias semanas y varios meses, las consecuencias son incalculables”, concluyó.