En su informe de gestión ante la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete Marcos Peña pasó de predicador de buenas noticias a pronosticador de turno frente a la “tormenta” que atraviesa el país según el presidente Mauricio Macri. “De lo que sí estamos absolutamente convencidos es de que tampoco las cosas están tan mal como están diciendo algunos, no es cierto que estemos ante una crisis estructural como otras que existieron en nuestra historia”, dijo ante los diputados.
Peña aseguró en su discurso inicial que “no son ciertas muchas cosas que se están diciendo, respecto a, según cifras oficiales, la destrucción de empleo, la pérdida de poder adquisitivo, la inevitabilidad del fracaso de una Argentina que busca ser abierta, desarrollada, a partir de la inversión y del camino de las exportaciones”.
Las preguntas de los diputados del FpV-PJ dispararon la disputa. La crisis económica, educativa, el desfinanciamiento de las universidades del interior y el conurbano, la posibilidad de eliminar el incentivo docente y la persecución gremial con multa millonarias a gremios como Camioneros y ahora a los docentes de Suteba, estuvieron entre las preguntas. El decreto presidencial que habilita a las FFAA a intervenir en seguridad interior y el que elimina el plus adicional de las asignaciones familiares en la Patagonia y parte del norte argentino, fueron los otros ejes sobre el que insistieron los legisladores kirchneristas.
Peña respondió en modo electoral y cargó con vehemencia todas las culpas contra el kirchnerismo. Un cuarto intermedio impuesto por el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, aportó a calmar los ánimos del ministro aunque luego, desde el propio peronismo dialoguista no dejaron de exponer las agresiones del ministro. El peronista federal Juan Bahilo de Entre Ríos, marcó “la excesiva dosis de sarcasmo y cinismo en las respuestas del ministro”, “cuando la mayor responsabilidad sobre el diálogo de declaman, el oficialismo tiene la mayor responsabilidad”. En el cierre, Felipe Solá se refirió al “tono del jefe de Gabinete hace mas difíciles las cosas” y que de continuar así “iba a armar mucho lío”.
Con un tono algo más amable Peña utilizó como única respuesta el “estamos trabajando” a los reproches sobre promesas que no cumple el Gobierno y las obras que se programan pero no comienzan y los retrasos en los envíos de distintas partidas para las provincias. “Es una cuestión de equidad”, respondió cuando desde casi todas las provincias y bloques políticos le reclamaron que den marcha atrás con el decreto presidencial que elimina el plus en las asignaciones familiares en zonas desfavorables como la Patagonia y parte del norte argentino.
“Es una cuestión de la justicia”, respondió Peña ante los reclamo del FIT sobre la responsabilidad política del Gobierno en las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, en medio de la represión en las fuerzas de seguridad que maneja la ministra Patricia Bullrich.
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