En una reunión con banqueros, el Presidente de la Nación les explicó que no existe ningún proyecto competitivo en el peronismo por lo que confía no sólo en que obtendrá la reelección sino que además la logrará en primera vuelta. La prueba más reciente sería lo ocurrido ayer en el primer plenario de la nueva conformación del Consejo de la Magistratura.
Según publica Urgente24.com, Mauricio Macri se reunió la semana pasada con dos banqueros de los más importantes del mundo. El lunes recibió a Jamie Dimon, presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, el mayor de los cuatro grandes bancos estadounidenses, y el miércoles a Brian Moynihan, presidente y director ejecutivo de Bank of America.
A ambos les dijo algo similar: lamentó haber “destrozado los salarios” con la crisis que se desencadenó en abril pasado. Pero que, a pesar de eso, la economía se va a recuperar para el segundo trimestre del año próximo, gracias a la caída dramática de la inflación.
En ambos encuentros el mensaje fue: “Estamos en el peor momento de la economía, pero confíen porque vamos a salir, a partir de ahora empezará la recuperación”, les dijo.
“Es imposible decidir una inversión en la Argentina con la incertidumbre de 2019”, se escuchó decir del lado de los inversores.
En paralelo, Macri explicó que en el peronismo no existe ningún proyecto competitivo por lo que, en ese contexto, confía en hacerse reelegir en la primera vuelta de los comicios de octubre próximo.
Lo ocurrido ayer en el debut de las nuevas autoridades del Consejo de la Magistratura sería prueba de ello. Se debían constituir las comisiones del Consejo de la Magistratura. Como no había consenso, hubo una reunión previa, informal, en la que se votó.
Graciela Camaño, representante de Sergio Massa, y Eduardo De Pedro, representante de Cristina Fernández, votaron para que Pablo Tonelli, el encargado de enjuiciar a Eduardo Freiler y quien más se movilizó por investigar a Rodolfo Canicoba Corral y Ariel Lijo, no integre la estratégica comisión de Disciplina, que se encarga de la sanción de los jueces.
Pero Camaño y De Pedro no consiguieron su objetivo, porque el oficialismo negoció con Miguel Pichetto, quien quedó al frente de la Comisión a cambio de que votara a favor de Tonelli, quien al final quedó incorporado en la vicepresidencia.
El rol de Pichetto es clave en el Consejo, el senador por Río Negro tendrá potestad para convocar reuniones y elegir los temas a tratar en una comisión cuyo objetivo es analizar las denuncias contra los jueces por presunto mal desempeño en sus funciones. De allí que Pichetto podrá incidir de forma decisiva en la aplicación de sanciones o con un juicio político a algún magistrado, ya que su voto vale doble en caso de que haya empate entre sus colegas. Se trata, en efecto, del puesto más importante después de la presidencia.
Una señal interesante de la interna peronista según la cual convergen Massa y Cristina, mientras Pichetto hace su juego aparte.
De todas maneras a los banqueros les llamó la atención la serenidad de Macri, además de su optimismo, más que nada por la economía. Ellos miran un fenómeno cercano: La recuperación brasileña es la más lenta de la historia, y para colmo Jair Bolsonaro se declara ahora gradualista en la reforma más importante que le pide el mercado, la de las jubilaciones. Pero Macri cree que no sería un espejo de la situación argentina.