La relación bilateral “no se pone en riesgo. Es un asunto de voluntades, y de conciencia, de cada quien”, señaló ayer López Obrador en su conferencia de prensa matutina, en el Palacio Nacional, apenas horas después de que el Gobierno y la oposición españoles se unieran para rechazar el reclamo de disculpas.
“No vamos a caer en ninguna confrontación ni con el gobierno de España ni con ningún gobierno”, explicó López Obrador.
“Es un planteamiento que estamos haciendo, que pensamos conveniente para hermanar más a nuestros pueblos”, añadió.
Aniversario
Su gobierno esperará a ver cómo se desarrolla el tema, añadió, pues la conmemoración de los 500 años de la caída de la antigua Tenochtitlan se recordará junto con la independencia en 2021.
López Obrador informó el lunes que había pedido por carta al rey Felipe VI y al papa Francisco que se disculpen por los abusos cometidos por los españoles y la Iglesia católica durante la conquista del actual México.
En su respuesta, el Gobierno del socialista Sánchez lamentó profundamente que la misiva se hiciera pública, rechazó “con toda firmeza” el contenido y evaluó que aquel hecho “no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”.
López Obrador retomó la polémica y explicó que su Gobierno nunca hizo pública la carta, a diferencia de lo que el Ejecutivo español sostiene.
“Sí, envié las cartas, porque lo dije, tanto al rey Felipe VI de España como al papa Francisco, pero ellos dicen que fue una falta de respeto el dar a conocer la carta. No dimos a conocer las cartas por respeto a que ellos tuvieron tiempo de revisarla, de analizarla. Y luego darnos respuesta”, afirmó el mexicano.
Para López Obrador, la propuesta permite “avivar la memoria histórica” y “saber qué sucedió hace 500 años y cómo se dieron los hechos, si hubo agravios o no hubo agravios, y si es necesario pedir perdón y comenzar una nueva etapa de hermandad”.
Destacó que se debe analizar cómo fue la llegada de Hernán Cortés y la conquista, y si hubo “lo que ahora conocemos como violaciones a los derechos humanos”.
Una sola voz
Del otro lado, el Gobierno y la oposición españoles se unieron en el rechazo a la aspiración de López Obrador, y El Vaticano, en cambio, prefirió no replicar.
La vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, advirtió que el monarca “no tiene que pedir perdón a ningún país y no va a ocurrir esto”, declaraciones que hizo apenas horas después de un comunicado del Ejecutivo en el que se remarcó que “la llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”.
En Argentina, donde acompaña a los reyes en su visita de Estado, el canciller Josep Borrell insistió en que España “lamenta profundamente y rechaza con firmeza” la carta de López Obrador.
Por su parte, el presidente del conservador Partido Popular (PP), principal grupo de oposición, Pablo Casado, calificó de “inadmisibles” las declaraciones del presidente mexicano y exigió a Sánchez que le diga a ese “Gobierno izquierdista”, que España “no acepta difamaciones” sobre la historia.
También el líder de Ciudadanos (liberales), Albert Rivera, calificó como una “ofensa intolerable al pueblo español” la carta del presidente de México.
El izquierdista Podemos, en cambio, a través de su vocero en el Congreso, Ione Belarra, se mostró de acuerdo con el presidente mexicano.
Mientras, el Vaticano rechazó comentar la carta enviada al papa argentino para que pida perdón por los atropellos que se cometieron en la conquista de América, pero fuentes de la Oficina de Prensa de la Santa Sede precisaron que en el pasado los pontífices han hablado “claro” sobre este tema.
En varias intervenciones públicas, los últimos pontífices se refirieron a ese período de la historia.
En julio de 2015 en su visita a Bolivia, Francisco pidió disculpas por los crímenes cometidos por la Iglesia contra los nativos del continente americano.
Incluso antes, en octubre de 1992, Juan Pablo II había hecho lo propio a las poblaciones americanas por la injusticias cometidas contra sus antepasados durante su viaje a Santo Domingo.
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