Paola, una joven madre que se de-sempeña como empleada municipal, está tocando fondo y se ha cansado de golpear puertas, sin ningún tipo de respuestas, según su propio relato. Se acercó a EL CHUBUT denunciando ser víctima de violencia de género por parte de su ex marido.
Desde diciembre del 2015 a la fecha, Paola ha radicado 60 denuncias en la Comisaría de la Mujer de Trelew y sólo en cuatro oportunidades la Justicia ha dictaminado la medida cautelar de prohibición de acercamiento.
Su ex marido es asesorado por una patrocinante particular; en tanto, Paola, que es madre de dos hijos, no puede costearse un defensor particular «y el Estado me ha proporcionado 11 abogadas en estos años. No tengo patrocinante fijo, como mi ex esposo, porque no puedo pagar», afirmó.
Ha acudido a Servicio de Protección de Derechos, Areas Provinciales de Violencia de Género y colectivos feministas; pero al no encontrar otra salida acudió a este medio con una carpeta llena de documentación y de denuncias, para contar su historia y su peregrinar por las oficinas públicas.
«NOS ABANDONO»
«Mi ex marido -señaló- es golpeador ya que es adicto a las drogas. Su mamá hoy me dice que por qué no me di cuenta de sus adicciones, ya que pude haber evitado todo lo que he vivido con él. Que me ha golpeado, que me persigue, que me hostiga y ahora daña a nuestro hijo. Su objetivo es que me vaya de la provincia».
Recordó cuando lo conoció, recién llegada a esta provincia a donde vino buscando un futuro mejor para ella y hijo mayor, que entonces era chiquito. «Yo no sabía que mi ex marido consumía drogas desde los 14 años, y por éso me hizo vivir un infierno. En diciembre de 2015, cuando nuestro bebé tenía 6 meses, él se fue de la casa».
Paola llegó a Trelew «hace 10 años. Yo me vine con intención de tener una vida nueva acá. Cuando él se fue, yo comencé a trabajar en el Municipio y alquilé otra vivienda. Nunca dejó de hacernos la vida imposible».
ENSAÑAMIENTO
Según Paola, su ex marido «ha tenido otras parejas. Pero sólo me molesta a mí porque sabe que estoy sola y que no tengo familia. Sabe que la Justicia no puede hacer nada y hoy soy hostigada por las redes por su novia y por su familia. Y me dicen en la Justicia que no puedo hacer nada frente a esto».
Pero lo que más le preocupa sería la violencia ejercida hacia su pequeño hijo, el incumplimiento de los horarios establecidos en el regimen de comunicación, e inclusive «le hace otro tipo de daños como cortarle el pelo contra su voluntad, le da alimentos vencidos, la leche en mal estado; cada vez que ve a nuestro hijo lo tengo que llevar al médico y tengo pruebas de todo, lo que la Justicia no considera».
Dijo además que, pese a la cantidad de denuncias, «sólo hubo medida cautelar en cuatro oportunidades; él no se tiene que acercar a mí. El cumple, pero sí o sí debe acercarse a nuestro hijo, por lo que hemos fijado como punto de referencia la misma Comisaría para entregar y retirar al niño».
El último hostigamiento «lo han vivido mis compañeras de trabajo, ya que mi ex esposo fue a molestar a la oficina donde trabajo», concluyó.
El Chubut