Cuba registra 21 casos nuevos de coronavirus, lo que deja el balance en 233 pacientes confirmados y seis muertes hasta este jueves, día en el que la isla no registra fallecidos y continúa la aplicación masiva de pruebas rápidas para diagnosticar la COVID-19.
Según el parte diario del Ministerio de Salud Pública (Minsap), ayer miércoles se aplicaron 18.849 test rápidos, de los que dieron positivo 15 personas, a las que a continuación se realizó una nueva prueba PCR para obtener resultados más concluyentes.
Los 21 nuevos casos se detectaron entre 576 estudios, lo que eleva a 3.342 las pruebas PCR realizadas en la isla, que ha aumentado gradualmente la cantidad diaria de estos exámenes, explicó a la prensa el director de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán.
De estos, uno es un ciudadano chino de 49 años y el resto son cubanos entre 3 y 79 años. Solo dos se contagiaron en el extranjero (España y Dubai), 13 son contactos de otros enfermos y cinco tuvieron alguna relación con viajeros.
En hospitales cubanos permanecen ingresados 213 pacientes, la gran mayoría con evolución estable, aunque cinco se reportan en estado crítico y hay dos graves.
Por otro lado, el Minsap confirmó una nueva alta médica, lo que eleva a 13 los enfermos recuperados en el país, quienes aún verán limitados sus movimientos y estarán bajo vigilancia epidemiológica en casa por quince días más.
Entre el total de 233 casos confirmados se incluyen las seis personas fallecidas (un italiano, un ruso y cuatro cubanos) y un estadounidense que fue evacuado a su país.
VIGILANCIA Y MÁS PRUEBAS
Cuba mantiene aisladas en instalaciones sanitarias a 2.320 personas, de las que 1.384 son consideradas como sospechosas de portar la enfermedad.
Otras 25.920 (358 menos que ayer) están confinadas de forma preventiva en sus hogares por presentar síntomas respiratorios o ser contactos de casos sospechosos.
Esta semana las autoridades sanitarias cubanas anunciaron que tenían unas 100.000 pruebas rápidas que pensaban aplicar a todo el viajero que llegue al país, donde hasta el cierre total de fronteras que entró en vigor la pasada medianoche, continuaban arribando nacionales y extranjeros residentes.
Durán aseguró que se «trabaja día y noche procesando pruebas», una labor «intensiva» también con los test PCR aplicados a los sospechosos ingresados y a sus contactos.
El principal objetivo es «encontrar a todo el que pueda estar infectado que no esté confirmado e inmediatamente aislarlo» para frenar un brote masivo de la enfermedad, indicó.
Cuba se encuentra en una fase pre-epidémica ante la pandemia de coronavirus, según el Gobierno, que ha tomado medidas como el cierre de escuelas, la restricción de actividades en sectores no imprescindibles o la suspensión de eventos públicos, entre otras, aunque aún no se ha decretado confinamiento domiciliario.
OPERACIÓN EXITOSA
El director de Epidemiología del Minsap consideró exitosa la evacuación del crucero británico MS Braemar, con cinco casos de COVID-19 y más de un millar de personas a bordo, realizada por Cuba los pasados 17 y 18 de marzo.
«Hoy podemos confirmar con satisfacción que las 43 personas que participaron en la operación ya están siendo dadas de alta después de haberles hecho el test rápido, que resultó negativo en todos los casos», informó.
Durán especificó que ninguno de los conductores que trasladaron a los turistas en autobuses hasta el aeropuerto internacional José Martí de La Habana, los oficiales de Aduana y los prácticos del puerto del Mariel, a unos 45 kilómetros al oeste de la capital, presentaron síntomas durante el aislamiento.
«Esto demuestra que todo sale bien cuando se aplican con rigor las medidas de protección», insistió el especialista.
El crucero estuvo anclado unos cinco días frente a las costas de Bahamas tras serle denegada la posibilidad de recalar en los puertos de la zona. Cuba le dio entrada a sus aguas territoriales el martes 17 y al día siguiente realizó la complicada evacuación de los viajeros hacia Reino Unido.