La baja de la demanda de petróleo a nivel local por parte de las refinadoras y en el plano global con exportaciones limitadas al mínimo es como consecuencia del parate de la actividad por la pandemia de coronavirus.
a baja de la demanda de petróleo a nivel local por parte de las refinadoras y en el plano global con exportaciones limitadas al mínimo, como consecuencia del parate de la actividad por la pandemia de coronavirus, llevó al límite la capacidad de almacenamiento en las provincias productoras, dijeron funcionarios del sector.
El ministro de Hidrocarburos del Chubut, Martín Cerdá, admitió su preocupación por la «poca capacidad de almacenamiento de crudo que queda» en las plantas de TerMaP (Terminales Marítimas Patagónicas) ubicadas al norte de Comodoro Rivadavia, donde se realiza el servicio de recepción, almacenamiento y despacho de petróleo a los buques, por la disminución de la demanda causada por la baja del precio.
En esa playa de tanques se deposita para su posterior embarque la producción petrolera de YPF, Pan Américan Energy, Sipetrol, Total Austral, Dapetrol, Shell Capsa, Vintage Oil Argentina y CAPSA, entre otras.
«Al no haber consumo por la caída de la demanda, el petróleo no es retirado de la terminal y eso genera que la capacidad de recepción se achique cada vez más, aunque algunas embarcaciones están cargando aún y eso alivia en parte», explicó el ministro en diálogo con Télam y calificó como “preocupante” a la situación que atraviesa el sector.
Asimismo, aclaró que «a pesar de la caída del precio internacional del petróleo, no se dejó de producir lo cual responde también a temas geológicos y de extracción, ya que si se deja de hacer se provocan distorsiones en los yacimientos que pueden llegar al colapso».
La situación de Tierra del Fuego es “compleja, derivó en la paralización de varios pozos”, admitió el secretario de Energía provincial, Moisés Solorza, a Télam.
El funcionario explicó que la baja sostenida del precio internacional del petróleo “se agravó con la pandemia” y ello terminó de darle “un duro golpe” a la actividad.
“Las cuarentenas en el mundo frenaron el consumo de combustible y las empresas empezaron a disminuir su producción; por eso se empezaron a completar las capacidades de almacenar el crudo”, analizó Solorza.
Tierra del Fuego trasladaba el petróleo en camiones hacia Chile pero el cierre de fronteras hizo imposible esa vía y “no quedó otra alternativa que cerrar algunos pozos petroleros, aunque sí se mantienen activos los que generan gas”, señaló, y dijo que “toda la industria evalúa en este momento cómo reconfigurarse para poder salir adelante”.
Por su parte, el secretario de Hidrocarburos provincial, Alejandro Aguirre, reveló que un barco que se espera en la zona productora de la isla, planea transportar “entre 20 y 25 mil metros cúbicos de crudo”.
“Con ello se aliviará la situación de las plantas de almacenaje, que en el caso de la empresa Total se encuentra al 70% de su capacidad, mientras que YPF y Roch están casi al tope”, sostuvo.
También contó que aunque para mayo “no hay ningún otro barco confirmado”, hay tratativas para la llegada de una embarcación que trasladaría unos 30 mil metros cúbicos, operatoria sujeta a negociaciones por las “constantes variaciones en la cotización del barril”.
«Santa Cruz no perdió su capacidad de producir porque lo único que se cambió fue la cantidad de días de trabajo en la cuenca austral «, explicó a Télam Lionel Gómez, del Sindicato de Petroleros Privados, quien detalló que se mantiene el mínimo de personal para evitar posibles contagios de coronavirus.
Gómez confirmó que no quieren «firmar aún el acuerdo» para mantener los puestos de trabajo con una reducción de 40% porque en la práctica es más del 50% del sueldo de bolsillo y porque tienen versiones «de que el precio del barril la próxima semana se iría a 45 dólares»; al tiempo que insistió en que «Santa Cruz no perdió nada. Cuanto mucho 100 metros cúbicos en la zona norte que son aproximadamente tres horas de producción».