Una cámara de seguridad grabó su fechoría.
Gran Muralla China
La gran Muralla China tiene 21.196 kilómetros de largo, pero es el tramo de Bandaling el más visitado por los turistas, situado a unos 70 kilómetros de distancia de Pekín. Después de permanecer cerrado durante varios meses por la crisis del coronavirus, el día 24 de marzo se reabrió. Pues bien, ese mismo día las cámaras de seguridad captaron a un turista dañando el monumento con una llave.
Como no podía ser de otra forma, la noticia no tardó en volverse viral en Weibo, la red social más popular en el país asiático, con el hashtag cuya traducción sería «Gran Muralla destrozada el primer día de reapertura».
Las reacciones de los usuarios no tardaron en llegar. Había quienes se preguntaban cómo es posible después de la situación tan crítica que ha atravesado China en los últimos meses que haya personas que muestren comportamientos tan incívicos. Mientras, había otros que consideraban que las autoridades debían arrestar al infractor y encerrarle durante varios días para que aprenda la lección.
El pasado 6 de abril la Oficina de la Gran Muralla puso en marcha un nuevo programa de medidas disciplinarias para hacer frente al vandalismo. Tal y como publicó la propia Oficina en su cuenta de Weibo, a todas las personas que cometan cualquier tipo de acto vandálico en el monumento se les impondrá una sanción administrativa.
Además, todas estas personas quedarán registradas en una lista negra que se hará pública de forma regular para que la opinión pública haga presión. La Oficina también quiere que los vándalos no puedan comprar entradas online para la Gran Muralla en el futuro.
Las medidas impuestas fueron muy bien acogidas por todos los ciudadanos chinos, quienes quieren preservar su principal icono, la Gran Muralla China, señaló Ok Diario.