El buque que es de la firma “Conarpesa” del empresario Álvarez Castellano, amigo del gobernador de Chubut Mariano Arcioni, regresó al muelle Storni y allí la Prefectura terminó secuestrando los paquetes con la droga. Paralelamente, la Policía Federal desbarató también en Madryn un “kiosco” en donde vendían cocaína e incautó 1200 dosis de esa sustancia además de dinero, balanzas de precisión y elementos de corte.
Mientras todo esto pasa en Puerto Madryn, a 80 kilómetros de Rawson, de la sede del gobierno provincial; el ministro de Seguridad que tiene Chubut Federico Massoni, sigue hablando de narcomenudeo y de su sueño de crear una “DEA chubutense”, dirigida por un comisario que paradójicamente es amigo de un narcotraficante.
En ese afán cambió o sacó a la mayoría de los jefes de las Divisiones de Drogas Peligrosas que hay en distintas localidades de la provincia e intentó desarticular la de Rawson: todo para allanarle el camino a Néstor “El Tero” Gómez Ocampo, el actual subjefe de Policía que comía asado y después se fotografiaba con Omar “El Cura” Segundo, ahora condenado a 9 años de prisión por el cargamento de más de 100 kilos de cocaína que le encontraron en su empresa pesquera disimulado en cajones con langostino.
Ahora, lo que pasó este lunes en Puerto Madryn es realmente increíble: que una embarcación salga a alta mar y que al tirar las redes termine “pescando” paquetes con clorhidrato de cocaína de máxima pureza suena hasta cómico, sin quitarle la importancia que tiene el caso.
Sucedió cuando el buque pesquero “Conarpesa 1” se encontraba a unas 180 millas de las costas de Madryn, en aguas nacionales.