Una mujer infectada con coronavirus sufrió un nuevo e inesperado efecto secundario que devastó sus vasos sanguíneos. Como consecuencia de esto, desarrolló una gangrena que le puso negros los dedos y tuvieron que amputarle tres.
La lista de síntomas inusuales asociados al Covid-19 sumó un nuevo capítulo con una trombosis intravascular en una anciana de 86 años en Italia.
La paciente, cuyo nombre no fue revelado, dio positivo de Covid-19 y mostró los primeros signos de gangrena en 2020, después de lo cual los médicos se vieron obligados a amputarle tres dedos de la mano derecha.
El caso testigo fue recogido recientemente un informe publicado en la revista científica European Journal of Vascular & Endovascular Surgery (Revista Europea de Cirugía Vascular y Endovascular).
El estudio, que denomina este fenómeno como “dedos covid”, explica que la abuela tenía “gangrena seca en el segundo, cuarto y quinto dedo” y que no presentaba otras manifestaciones clínicas del coronavirus.
Luego de la intervención en la que sus dedos necróticos fueron amputados “sin complicaciones”, los resultados de la histopatología confirmaron que la mujer sufría trombosis intravascular como consecuencia del SARS-CoV-2, informa RT.
Para entonces, amplían, la comunidad científica ya había detectado que el coronavirus puede afectar negativamente al sistema vascular, aunque todavía se desconoce qué puntualmente origina este efecto secundario.
En la actualidad, son muchos los que sospechan que podría deberse a la reacción inmunitaria defensiva al coronavirus.
Se trata de la conocida como ‘tormenta de citoquinas’, que provoca que el cuerpo de una persona ataque tanto a las células enfermas como a las sanas.
No es el primer caso
Un hombre de 54 años de Studio City, California, Estados Unidos, sufrió la amputación de dos dedos como resultado de un extenso daño en los tejidos y músculos después de contagiarse durante un viaje de esquí con un grupo de amigos.
Por otro lado, un padre de dos hijos en Cardiff, Gales, perdió el pulgar izquierdo, el índice y medio dedo el año pasado después de contraer coronavirus y pasar 61 días con respirador, enumera el Daily Mail.