Un enfermero robó dosis de Sputnik V, de la de Sinopharm y de Covishield, luego montó un vacunatorio con su pareja. Intentan dar con los inmunizados.
Un repentino faltante de dosis de la vacuna contra el coronavirus en la capital de Santiago del Estero que estaban en un lugar blindado, custodiado por el Ejército y de acceso restringido generó un escándalo. De acuerdo con lo que indicaron fuentes del caso, un enfermero las había robado y las aplicaba en un vacunatorio clandestino, consigna Minuto1.
La denuncia fue presentada por la titular de Inmunizaciones del Ministerio de Salud de Santiago del Estero, María Florencia Coronel, y se le dio intervención inmediata al personal de la División Homicidios y Delitos Complejos. De acuerdo con lo que reveló Nuevo Diario, se estudiaron las cámaras de seguridad y descubrieron que uno de los empleados del área se llevó dos cajas: era un enfermero del área de Inmunización, que debía controlar junto a los uniformados las dosis de la vacuna contra el coronavirus guardadas en el depósito.
De este modo, la jueza de Control y Garantías, Ana Cecilia Vittar, dispuso un allanamiento y la detención del trabajador de la salud, identificado como Dante Daniel Díaz, de 42 años.
Fue así que la Policía de Santiago del Estero allanaron su domicilio en calle Necochea al 600, del barrio 8 de Abril, donde detuvieron al enfermero y lo acusaron de “hurto agravado y adulteración de sustancias medicinales, en perjuicio del Estado provincial”.
En el operativo también hallaron 268 dosis de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V, 14 de la Sinopharm y una de Covishield. Además se secuestraron otras 510 dosis de diferentes vacunas que no serían contra el Covid-19.
Los efectivos también incautaron elementos informáticos, un revólver, y numerosos insumos de enfermería como materiales descartables, jeringas, agujas, guantes descartables, barbijos, bolsas de residuos patógenos, libretas sanitarias de vacunación del Covid-19, gran cantidad de cremas, cánulas de oxígeno y documentación de distinto tipo.
Por otra parte, la esposa de Díaz, identificada como María Angélica Coronel, quien es educadora sanitaria y trabaja en el call center 107, también fue detenida por orden judicial.
Luego trascendió que la pareja había armado un lugar de vacunación privada. La enfermería, llamada Consultorio de Enfermería del Sur, también fue allanada y se secuestraron elementos de residuos patológicos y una gran cantidad de dinero en efectivo, que estaba en una conservadora.
Según fuentes policiales de Santiago del Estero, todo apuntaría a que este lugar funcionaba como una “pyme” de aplicación de la vacuna contra el coronavirus, por la cual cobraban ilegalmente.
Ahora, la Policía y la Justicia trabajan para lograr dar con todas las personas que habrían sido inmunizadas de forma clandestina. En caso de ser identificadas, también podrían quedar detenidas.