Bienvenidos a otra entrega más del rincón informativo para el lamento del común de los empleados públicos; para aquellos que ya no saben si están cobrando su sueldo del mes pasado, el de hace dos meses o si es una mezcla de una parte del aguinaldo de hace un tiempo con una parte del sueldo que corresponde… lisa y llanamente ya no se entiende más nada.
A esta señorita no pareciera afligirle la situación de los salarios, de hecho mientras más se agravan las circunstancias mayor poder adquisitivo ostenta por las redes sociales; hablamos de Macarena Bonavide, la secretaria privada de Massoni, quien desde ya hace más de un mes estaría disfrutando de nuestros impuestos en el extranjero.
Querida por muy pocos en su ámbito de “trabajo”, hay una versión común entre sus compañeros y es que sería “una persona extremadamente inoperante, pero también muy altanera”, no precisamente una empleada brillante, teniendo en cuenta que se la pasaría consultando a un cercano entorno laboral sobre cómo hacer operaciones administrativas extremadamente simples.
“Un memorándum circular es un acto administrativo muy fácil de hacer, es como una orden interna de una oficina de alto rango hacia el resto de las dependencias inferiores, lo único que hay que redactar es el destinatario y el mandamiento que podría ser a modo de ejemplo: –queda terminantemente prohibido no bajar la tapa del inodoro-; pero hace meses que le escribe a uno de sus compañeros por celular para poder hacerlas bien y sin errores cuando le encomiendan la realización de alguna” nos informa una fuente de fontana 50.
Algunos hasta le dicen “chapa colgante”, haciendo alusión a su insaciable y patética necesidad de utilizar el cargo que le obsequió Massoni para imponer presencia, y más aun teniendo en cuenta que se dice que en un control policial nocturno habría manifestado a un uniformado “soy la secretaria privada del ministro” para evadir algún propósito en particular de aquella diligencia, la cual podría haber sido simplemente un pedido de documentación vehicular o bien un test de alcoholemia.
La gran incógnita es ¿Cómo llegó allí?, bueno, cuando Massoni era el ministro de Coordinación de Gabinete (2019), Bonavide se encontraba hacía poco tiempo como planta política, había ingresado allí hacía un par de meses y estaba rodeada de personas con mucha más experiencia que ella.
En un abrir y cerrar de ojos fue que en el inicio de la nueva estructura estatal donde Federico Massoni se consagró como flamante ministro de Seguridad (comienzos del 2020), designó a Macarena Bonavide como UNICA secretaria privada de su despacho y al resto de las colegas de ella (mucho más experimentadas pero quizás no muy atractivas), las dejó fuera de las inmediaciones del mismo. ¿Qué fue lo que pasó allí? ¿Habrán tenido algo que ver las debilidades del ministro de Seguridad por las mujeres? ¿Habrá sido otro caso “tiernita santana”?
Bonavide actualmente está cobrando casi como un subsecretario político y he aquí la hipótesis que cobra gran relevancia: se cree que la planta política del Ministerio de Seguridad estaría cobrando normalmente su copioso sueldo más bonificaciones bajo órdenes de silencio, mientras el resto de los empleados públicos estarían luchando por llegar a fin de mes, donde emerge con gran interés la problemática recientemente notoria de los policías que reclaman el pago de sus salarios.
Viajes al exterior, playas caras, hoteles cinco estrellas, etc; casi que pareciera un invento eso de que la provincia de Chubut está en llamas si vemos lo que publica en las redes la secretaria de Massoni, ostentando su lujosa vida en la que seguro gasta exorbitantes sumas de dinero que provienen de ya sabemos dónde.
También sería muy interesante saber, ya que estamos, si Bonavide cuando vuelva de su “gira vacacional” en el exterior va a ser sometida a exámenes médicos para verificar que no esté trayendo el coronavirus a nuestra provincia del extranjero.
Ya es bastante pública la vida “elite” del entorno cercano de Massoni; el despilfarro, el vicio, el exceso en todo lo tangible, pareciera que copian a su jefe; seguramente, sentados en sus reclinables dirán: “si el capitán puede hacer lo que quiere ¿Por qué yo no?”
Sin embargo el ciudadano chubutense todavía tiene que abaratar los costos para llegar a fin de mes, encerrarse en sus casas por la madrugada y cuando se presenta la tenue alegría de haber cobrado, finalmente se evaporan las sonrisas al darse cuenta que una parte del salario percibido ya la “quemó” el banco, a los efectos de percibir el crédito de deudas que va contrayendo el trabajador común y honesto por culpa de la desastrosa gestión de Mariano Arcioni.
No nos queda otra que ser solidarios, no podemos permitir que a la supuesta amante del ministro o a su secretaria privada le falten sus lujos, que son necesidades primarias en sus licenciosas vidas de derroche sin preocupaciones; como última opción podríamos apelar a solicitarles que no gasten tanto, puesto que esa plata nos sale caro a todos, pero más que eso, no podemos hacer nada.
Ya la justicia demostró que ni siquiera ella los puede parar, basta con un DNU firmado para que la constitución deje de ser un estorbo ante este miserable gobierno con sus miserables miembros.