La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que la variante B.1.617, identificada por primera vez en la India, representa un motivo de preocupación mundial.
«La clasificamos como una variante de preocupación a nivel mundial», aseveró en una sesión informativa Maria Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS encargada de la gestión de la pandemia. «Hay cierta información disponible que sugiere una mayor transmisibilidad».
El descubrimiento de esta variante de coronavirus fue anunciado a finales de marzo. Presenta dos nuevas mutaciones significativas en la proteína de espiga que la ayuda a penetrar en las células humanas y evadir el sistema inmunológico.
Aunque sigue bajo investigación, se estima que esta cepa está desempeñando un importante papel en el brusco aumento de los contagios en la India en las últimas semanas.
En total, el país asiático cuenta con más de 22 millones de casos y más de 240.000 muertes. No obstante, los expertos médicos advierten que las cifras reales podrían ser de cinco a diez veces mayores que las oficiales.
Ante la fuerte crisis sanitaria, los hospitales indios experimentan falta de camas y oxígeno, mientras que en las morgues y los crematorios no queda espacio libre. El aumento de las infecciones coincidió además con una caída drástica en la cantidad de vacunas administradas debido a problemas de suministro y entrega, lo que llevó a que en algunos estados se cerraran centros de vacunación.