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La (OMS) asegura que hay que retomar medidas de salubridad para prevenir contagios de las diferentes variantes de coronavirus que hay en todo el mundo.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó al mundo a usar mascarillas y a vacunarse por la creciente incidencia de patologías relacionadas con el covid-19.

«Las enfermedades respiratorias causadas por covid-19, la gripe y otros patógenos han aumentado en muchos países durante semanas y se espera que esto continúe después de las recientes festividades», escribió Ghebreyesus en su cuenta personal de la red social X, el pasado viernes.

En tal sentido, la recomendación profesional de Ghebreyesus es «hacerse la prueba y buscar atención cuando sea necesario, porque los tratamientos contra el covid-19 pueden prevenir enfermedades graves y la muerte».

Asimismo pidió al mundo que «continúen usando mascarillas, ventilación y distanciamiento para reducir la exposición, y asegúrense de que ustedes y sus seres queridos estén al día con sus vacunas contra el covid-19 y la gripe»,

En cuanto a los gobernantes del mundo, instó a que hagan gestiones para brindar acceso a pruebas, tratamientos y vacunas confiables, especialmente a quienes corren mayor riesgo de sufrir una infección grave».

Ghebreyesus aseguró que las autoridades de todos los países deben accionar para «mantener la vigilancia, la secuenciación y la presentación de informes para seguir la evolución del virus [que provoca el] covid-19 y proporcionar mensajes claros sobre los riesgos y las medidas para reducir el riesgo para sus poblaciones».

La OMS instó a que hay que seguir las recomendaciones sugeridas por el ente para contrarrestar los contagios por covid-19, para la organización el mundo debe tomar las mismas medidas que se tomaron en 2023 por la amenaza global que representa esta enfermedad.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha asegurado en una entrevista al Financial Times estar dispuesto a enviar una nueva misión de expertos a China para averiguar el origen del Covid-19 y pidió «pleno acceso».

El organismo de la Organización de las Naciones Unidas especializado en gestiones políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial ha instado a China que dé «pleno acceso» para investigar el origen de la covid. Además, ha pedido a los países que planteen la cuestión en sus reuniones bilaterales con la finalidad de «incitar a Pekin».

Además, Tedros ha explicado mediante la entrevista que ha pedido «por escrito» a China que de información a la OMS, ya que están «dispuestos a enviar un equipo» si se lo permiten.

La comunidad internacional todavía no ha podido determinar con certeza el origen del coronavirus. Aunque, en principio, los primeros casos se detectaron a finales de 2019 en Wuhan (China), existen dos teorías opuestas: una fuga de un laboratorio de la ciudad donde se estudiaban estos virus, o que un animal infectó a personas que frecuentaban un mercado local.

No sería la primera vez que se investiga al país por este virus. En 2021, la organización junto con colaboradores chinos visitó China para tratar de estudiar cómo había surgido el coronavirus.

La comunidad internacional todavía no ha podido determinar con certeza el origen de la covid. Aunque, en principio, los primeros casos se detectaron a finales de 2019 en Wuhan (China), existen dos teorías opuestas: una fuga de un laboratorio de la ciudad donde se estudiaban estos virus, o que un animal infectó a personas que frecuentaban un mercado local.

Tedros declaró posteriormente que «todas las hipótesis siguen sobre la mesa». Desde ese viaje ningún equipo pudo regresar a China y los responsables de la OMS reclamaron reiteradamente datos adicionales.

El director afirmó varias veces que la OMS no tiene intención de abandonar la investigación, y pidió varias veces a Pekín «transparencia a la hora de compartir datos, realizar las investigaciones necesarias y compartir los resultados».

La OMS levantó en marzo el nivel máximo de alerta por la pandemia. Gracias a las vacunas, la inmunidad adquirida tras la infección y a mejores tratamientos, el virus está ahora mucho más controlado, aunque con la llegada del otoño boreal las infecciones aumentan en el hemisferio norte y aparecen nuevas variantes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) puso fin a la emergencia de salud global por COVID-19 este viernes, al anunciar que es hora de que los países hagan la transición desde tratar al coronavirus como una emergencia a hacerlo como una enfermedad que llegó para quedarse y debe gestionarse como otras enfermedades infecciosas, según publica Infobae.

Igualmente, la OMS indicó que a pesar de que la fase de emergencia había terminado, la pandemia aún no ha llegado a su fin y destacó picos recientes en contagios en el sureste asiático y Medio Oriente. La agencia de salud de Naciones Unidas afirma que miles de personas siguen muriendo por el virus cada semana.

La decisión de finalizar la emergencia sanitaria se tomó por consejo de un comité de expertos independientes, el llamado comité de emergencia COVID-19, que se reunió ayer, jueves.

“Mientras hablamos, miles de personas en todo el mundo luchan por sus vidas en unidades de cuidados intensivos. Y millones más continúan viviendo con los efectos debilitantes de la condición post- COVID“, sostuvo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante una conferencia de prensa desde Ginebra.

Aún así, “es con gran esperanza que declaro que el COVID-19 ha terminado como una emergencia de salud global. Sin embargo, eso no significa que COVID-19 haya terminado como una amenaza para la salud global. La semana pasada, el COVID-19 se cobró una vida cada tres minutos, y esas son solo las muertes que conocemos”, agregó.

“Este virus llegó para quedarse. Todavía está matando y todavía está cambiando. Sigue existiendo el riesgo de que surjan nuevas variantes que provoquen nuevos aumentos en casos y muertes”, admitió. Advirtió también que “lo peor que cualquier país podría hacer ahora es usar esta noticia como una razón para bajar la guardia, desmantelar los sistemas (de salud) que ha construido o enviar el mensaje a su gente de que el COVID-19 no es motivo de preocupación”.

“Lo que significa esta noticia es que es hora de que los países hagan la transición del modo de emergencia a la gestión del COVID-19 junto con otras enfermedades infecciosas”, manifestó.

Qué es una emergencia sanitaria, según la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza el término “emergencia de salud pública de interés internacional” (PHEIC, por sus siglas en inglés) cuando el brote de una enfermedad afecta a más de un país y se requiere una estrategia coordinada internacionalmente para enfrentarlo. Además, debe tener un impacto serio en la salud pública y ser “inusual” e “inesperado”. La decisión final sobre si habrá o no una emergencia de salud pública de interés internacional recae en el director general de la OMS, que actualmente es el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Hasta el momento, la OMS convocó al comité de emergencia en contados casos. La medida se introdujo en 2004 para combatir la gripe aviar (H5N1) y en 2005 por el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).

Este mecanismo también entró en vigencia en 2014 por un brote de poliomielitis, enfermedad que se creía erradicada, y por la fiebre del Ébola en África occidental. En 2016 se hizo por el virus Zika y en 2019 por la fiebre del Ébola en la República Democrática del Congo. En 2020 se decidió hacerlo para frenar el avance de la pandemia de COVID-19.

Las consecuencias de la pandemia

La OMS estima que más de 650 millones de contagios se produjeron desde el inicio de la propagación del virus SARS-CoV-2 y más de 6,6 millones de muertes han sido reportadas al organismo, aunque la agencia de Naciones Unidas reconoce que la cifra real es mucho más elevada.

Desde diciembre de 2020 se comenzó la distribución de las primeras vacunas en todo el mundo. Si bien se han administrado 13.000 millones de vacunas a nivel global, los datos de la OMS indican que alrededor del 30% de la población todavía no ha recibido una sola dosis.

Los primeros casos de COVID-19 se descubrieron en diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan. Desde entonces, la OMS y varios países han solicitado a China que «comparta los datos» sobre el origen del virus. “Todas las hipótesis siguen sobre la mesa”, dijo recientemente el titular de la OMS, incluida la teoría de que el virus escapó de un laboratorio de virología en Wuhan.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió mantener el nivel máximo de alerta para la pandemia de Covid-19, exactamente tres años después de haber declarado la enfermedad como urgencia de salud pública internacional.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, siguió las recomendaciones del comité de urgencia sobre el covid-19, compuesto de expertos, que se reunieron este viernes, según un comunicado.

El comité declaró a la epidemia de covid-19 como una emergencia de salud pública de importancia internacional el 30 de enero de 2020, en momentos en que no se había registrado aún ningún deceso sobre apenas 100 casos fuera de China.

El doctor Tedros había indicado que juzgaba prematuro el levantamiento del nivel del alerta más alto. «A pesar de que no quiero adelantarme a la opinión del comité de emergencia, continúo muy preocupado por la situación en muchos países y el creciente número de muertos», declaró el martes a la prensa en Ginebra.

El Covid-19 en números

La enfermedad ha causado 170.000 muertes en los dos últimos meses.

Según cifras de la OMS, y desde su irrupción a finales de 2019, el covid-19 ha provocado oficialmente 6.804.491 muertes al 27 de enero, aunque la organización y los expertos están de acuerdo en decir que el número de decesos es mucho más alto.

En octubre del año pasado, el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario había aclarado que no se expediría sobre el «fin de la pandemia» ya que no es una categoría con estatus legal, sino una caracterización.

«Usamos la palabra pandemia para que toda la población tenga un entendimiento más o menos homogéneo de los riesgos que representa una enfermedad que está presente en varios países. La OMS no declara oficialmente una ‘pandemia’ en los instrumentos jurídicos», declaró en esa oportunidad Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS.

«En cambio la OMS determina si se está produciendo una ‘Emergencia de Salud Pública de importancia Internacional’», amplió.

Desde marzo de 2020, el Comité se reúne cada tres meses «para revisar la situación y si se siguen cumpliendo los criterios de una emergencia de salud pública».

El alerta sanitaria pública se mantiene en todo el mundo ante la persistencia del virus en distintas partes del mundo. Según cifras oficiales, desde el inicio de la pandemia hasta la fecha murieron 6.804.491 personas por coronavirus.

El nivel máximo de alerta para la pandemia de covid-19, seguirá vigente según definió este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS). A  tres años haberse declarado la enfermedad como un riesgo para  salud pública internacional, los casos y las muertes siguen registrándose en el mundo.

El comité de urgencia sobre el covid-19 decidió mantener el nivel de alerta ante los casos que siguen registrándose en distintas partes del mundo. Ya el año pasado, desde el organismo habían  aclarado que no se expedirían sobre el «fin de la pandemia» ya que no es una categoría con estatus legal, sino una caracterización.

El covid-19 ha provocado oficialmente 6.804.491 muertes  desde su aparición a finales de 2019 y hasta el 27 de enero, aunque la organización y los expertos están de acuerdo en decir que el número de decesos es mucho más alto.

«Usamos la palabra pandemia para que toda la población tenga un entendimiento más o menos homogéneo de los riesgos que representa una enfermedad que está presente en varios países. La OMS no declara oficialmente una ‘pandemia’ en los instrumentos jurídicos», declaró en esa oportunidad Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS.

Y amplió: «En cambio la OMS determina si se está produciendo una ‘Emergencia de Salud Pública de importancia Internacional'».

El Comité se reúne cada tres meses- desde marzo de 2022 – «para revisar la situación y si se siguen cumpliendo los criterios de una emergencia de salud pública».

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió este viernes que se están produciendo casi 40 mil muertes semanales por coronavirus Covid-19 en todo el mundo, más de la mitad de ellas en China, y lamentó que la respuesta mundial contra el flagelo de los países más pudientes «sigue siendo deficiente», publicó Minuto Uno.

Tedros anunció en el discurso de apertura en la 14 reunión del Comité de Emergencia sobre la pandemia que mañana se reunirá para evaluar si la enfermedad sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional, tal como lo anunció el martes pasado.

El próximo lunes se cumplen tres años desde que Tedros elevó el Covid-19 a esta categoría de alerta, basándose en el asesoramiento de estos expertos.

Al entrar en el cuarto año de pandemia, reflexionó que «no cabe duda de que nos encontramos en una situación mucho mejor que hace un año, cuando la oleada de la cepa Ómicron estaba en su punto álgido y se notificaban a la OMS más de 70 mil muertes por semana».

Cuando estos expertos se reunieron por última vez en octubre, el número de defunciones semanales notificadas era casi el más bajo desde que empezó la pandemia: menos de 10 mil por semana.

«Sin embargo, desde principios de diciembre, el número de muertes semanales notificadas en todo el mundo ha ido en aumento. Además, el levantamiento de las restricciones en China ha provocado un incremento de las muertes en la nación más poblada del mundo», alertó el funcionario.

Tedros recordó que en las últimas ocho semanas se registraron «más de 170 mil muertes», aunque en su opinión «la cifra real es sin duda mucho mayor».

El máximo dirigente del organismo sanitario internacional agregó que la OMS está actualizando ahora mismo sus cifras para incorporar los casos y muertes notificados por China en las últimas semanas.

Aprovechó su intervención para hacer un balance sobre estos tres años de lucha contra el flagelo.

La OMS precisó, no obstante, que ambos nombres serán utilizados durante un año antes de que el término monkeypox sea remplazado por completo, precisó la OMS.

El organismo, con sede en Ginebra, tiene la autoridad para bautizar las nuevas enfermedades y, muy excepcionalmente, cambiar el nombre de las ya existentes, según consignó la agencia de noticias AFP.

«La cuestión del uso del nuevo nombre en diferentes lenguas fue abordado largamente. El término mpox se puede utilizar en otras lenguas», señaló la OMS.

Si resulta problemático en alguna lengua, la OMS lanzaría consultas con las autoridades competentes.

Cuando comenzó el brote de viruela del mono en la primavera de 2022 se observaron en línea «declaraciones racistas y estigmatizantes», lo que hizo que algunos países e individuos pidieran un cambio de nombre, recordó la OMS.

La viruela del mono fue bautizada así porque fue identificada originalmente en monos destinados a la investigación en Dinamarca en 1958, pero la enfermedad se desarrolla más comúnmente en roedores.

Se notificó por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo y su propagación a humanos se limitaba hasta a ciertos países de África occidental donde es endémica.

Pero en mayo, empezaron a aparecer casos de viruela del mono en todo el mundo.

La enfermedad provoca erupciones cutáneas, que pueden aparecer en los órganos genitales o en la boca, y ser acompañada por fiebre, y dolores de garganta.

Este año se han notificado a la OMS unos 81.107 casos y 55 muertes en 110 países.

 

El laboratorio danés que produce la única vacuna autorizada contra la viruela del mono, Bavarian Nordic, anunció un acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para facilitar su distribución en América Latina y el Caribe.

El acuerdo firmado con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional de la OMS para las Américas, busca «facilitar un acceso equitativo a la vacuna de la empresa contra la viruela del mono en los países de América Latina y el Caribe» explicó el laboratorio en un comunicado, según informó la agencia de noticias AFP.

Se trata de una vacuna contra la viruela humana, enfermedad mortal erradicada en 1980, que es actualmente utilizada contra la viruela símica, cuya comercialización oficial la realiza Bavarian Nordic bajo el nombre de Jynneos en América del Norte y de Imvanex en Europa.

La enfermedad

Limitada inicialmente a África central y occidental, la viruela del mono se propagó desde mayo a otras partes del mundo, en especial Europa y Estados Unidos, con un total de 40.000 casos registrado hasta ahora.

El término de viruela del mono fue usado tras la detección del virus en 1958 en monos de un laboratorio en Dinamarca, pero el virus también fue encontrado en otros animales, sobre todo en roedores.

La enfermedad fue detectada por primera vez en el ser humano en 1970 y puede transmitirse de animal a hombre, pero la explosión reciente de casos se debe a la transmisión entre humanos por contactos estrechos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió este jueves una actualización de la guía con las recomendaciones y aconsejó por el momento una vacunación preventiva primaria para personas con alto riesgo de exposición.

«El objetivo de la respuesta mundial al brote de viruela del simio es detener la transmisión de persona a persona, con un enfoque prioritario en las comunidades con alto riesgo de exposición que puede diferir según el contexto, y utilizar de manera efectiva medidas de salud pública sólidas para prevenir en el futuro la propagación de la enfermedad», indica el comunicado del organismo.

En este contexto, llamó a un «uso juicioso» de las vacunas para respaldar esta respuesta y difundió una guía provisional, desarrollada con el asesoramiento y el apoyo del Grupo de Trabajo de Expertos en Asesoramiento Estratégico (SAGE) sobre vacunas contra la viruela del simio y la viruela.

Además aclaró que en este momento «el control de los brotes de viruela símica se basa principalmente en medidas de salud pública que incluyen vigilancia, rastreo de contactos, aislamiento y atención de pacientes» y que «si bien se espera que las vacunas brinden cierta protección contra la viruela del simio, los datos de eficacia son limitados».

También advirtió que «la mayoría de las recomendaciones provisionales de vacunación proporcionadas aquí se refieren al uso no indicado en la etiqueta» de las vacunas.

Hechas esas salvedades, como primer punto el organismo señaló que «en este momento, no se requiere ni se recomienda la vacunación masiva para la viruela del simio».

Además, indicó que «para los contactos de los casos, se recomienda la vacunación preventiva posterior a la exposición (PEPV) con una vacuna apropiada de segunda o tercera generación, idealmente dentro de los cuatro días posteriores a la primera exposición para prevenir la aparición de la enfermedad».

Por otro lado, la OMS indicó que «se recomienda la vacunación preventiva primaria (PPV) para personas con alto riesgo de exposición, incluidos, entre otros, hombres homosexuales o bisexuales que tienen sexo con hombres u otras personas con múltiples parejas sexuales, trabajadores de la salud en riesgo, personal de laboratorio que trabaja con ortopoxvirus, personal clínico personal de laboratorio que realiza pruebas de diagnóstico para la viruela símica y otras personas que pueden estar en riesgo, según la política nacional».

Además, señaló que «los programas de vacunación deben estar respaldados por una vigilancia exhaustiva y el rastreo de contactos y acompañados de una fuerte campaña de información, una farmacovigilancia sólida, idealmente en el contexto de estudios colaborativos de efectividad de vacunas con protocolos estandarizados y herramientas de recopilación de datos».

En relación a las vacunas para aplicar, recordó que «algunos países han mantenido suministros estratégicos de vacunas contra la viruela adquiridas para el Programa de Erradicación de la Viruela (SEP) que concluyó en 1980. Estos programas de primera generación de vacunas mantenidas en reservas nacionales desde ese momento no se recomiendan para la viruela del simio en esta vez, ya que no cumplen con los estándares actuales de seguridad y fabricación».

El organismo describió que en la actualidad hay desarrollos «de nuevas y más seguras (segundo y en particular tercera generación) vacunas contra la viruela, algunas de las cuales pueden ser útiles para la viruela del simio», en tanto que dos de ellas (MVA-BN y LC16) «han sido aprobadas en varias jurisdicciones para la prevención de la viruela del simio».

En ese sentido, destacó que «el suministro de las vacunas más nuevas, especialmente de tercera generación es limitado en este momento y se están debatiendo enfoques para mejorar el acceso a las vacunas».

A modo de conclusión, la OMS enfatizó que «las decisiones sobre el uso de vacunas contra la viruela o la viruela símica deben basarse en una evaluación completa de los riesgos y beneficios caso por caso».

La viruela del simio es una enfermedad infecciosa causada por un virus del género Orthopoxvirus de la familia Poxviridae, relacionado con el virus que causó la viruela (erradicado en 1980).

Desde enero de este año, la enfermedad comenzó a aparecer en regiones fuera de donde es endémica (África) y hasta el 23 de agosto se habían notificado a nivel mundial más de 41 mil casos en 96 países, de los cuales un 60% fueron en la Región de las Américas y un 38% en Europa.

En Argentina, el número de casos confirmado asciende a 127.

El 23 de julio de 2022, la OMS declaró el brote mundial de viruela del simio como una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC).

Un comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó una reunión este jueves con el fin de decidir si declara como emergencia de salud pública de alcance internacional al brote de viruela del mono, lo que implicaría colocar el tema en el nivel máximo de alerta sanitaria.

Los especialistas evaluarán los indicadores epidemiológicos después de que en las últimas semanas se registraran 15.300 casos en 71 países, según las cifras de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), la agencia de salud pública de Estados Unidos.

«Independientemente de la recomendación del comité, la OMS continuará haciendo todo lo posible para detener la viruela del mono y salvar vidas», dijo ayer en conferencia de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, según informó la agencia de noticias AFP.

En una reunión previa el 23 de junio, la mayoría de los expertos había recomendado al titular de la agencia de la ONU no decretar la emergencia de salud pública de alcance internacional, tras haberse detectado desde mayo un aumento inusual de los casos fuera de los países de África central y occidental donde el virus es endémico.

Desde entonces, se extendió a otros países, con una importante cantidad de contagios en Europa.

La viruela del mono, que fue detectada por primera vez en el ser humano en 1970, es menos peligrosa y contagiosa que la viruela, erradicada en 1980.

Hasta el 18 de julio, el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (CEDC) registraba 7.896 infecciones por el virus de viruela del mono, y España sumaba la mayor cantidad de casos, con 2.835, seguida por Alemania, 1.924; Francia, 912; Países Bajos, 656, y Portugal, 515.

«La comunidad que actualmente está afectada es una de las más comprometidas, poderosas y responsables que tenemos, y que trabajó tan duro durante años para controlar un virus aún más mortal, el VIH», subrayó el jefe de emergencias de la OMS, Michael Ryan y remarcó «su plena confianza» en la OMS.

La organización internacional trabaja en estrecha colaboración con la sociedad civil y las comunidades LGBT+ para facilitar la difusión de informaciones sobre la enfermedad, especialmente en la organización de festivales y marchas de orgullo, en el verano boreal.

«Son importantes celebraciones identitarias: es muy importante que en esos lugares, en esos eventos y actividades compartan información para que la gente se proteja», añadió la médica Rosamund Lewis, principal experta de la OMS para la viruela del mono.