Bajo la conducción de la museóloga Elisa Micozzi, licenciada en Antropología de la Universidad de La Plata, la Comisión Directiva del Aero Club Trelew propicia la creación del Museo Histórico Aeronáutico de la Patagonia, visto y considerando la necesidad de preservar el patrimonio histórico de la aviación civil en la región, dado asimismo que la institución ha cumplido 83 años de su creación, surgiendo a través del recorrido de tantos años de historia local, acontecimientos sociales, culturales y deportivos, que merecen ser revalorizados y preservados para la entidad y las generaciones venideras.
El futuro museo, destacaron desde el Aero Club, «deberá atesorar la historia a través de la vida y de los hombres que abrazaron la aviación civil, porque sólo a través de ella, se pueden rescatar y reconstruir las diversas identidades de los habitantes de la Patagonia y remarcando que la organización y funcionamiento del museo, dependerá exclusivamente de la Asociación Civil del Aero Club Trelew».
En consecuencia, su creación será sumado al circuito turístico, cultural de la ciudad de Trelew, contribuyendo a mantener viva la historia del Aero Club desde el nacimiento de la Aeroposta, con el solo propósito de revalorizar y enfocar la historia desde la óptica de los grandes acontecimientos y personas destacadas en las rutas aéreas del sur. Según se anticipó, se impulsará un ámbito para realizar investigaciones sobre nuestra historia y cumplir una función didáctica para mantener en las jóvenes generaciones la memoria de los que hicieron grande a la aviación que hoy nutre el presente.
El mayor objetivo será organizar muestras, charlas, documentales permanentes con fines didácticos, abierta a todo público, y en especial a la población estudiantil, para darles a conocer el carácter, el espíritu y el coraje que demostraron aquellos «locos lindos del aire» como Giyane, Bernos, Saint Exupery, Szlapelis, Palazzo, Yrigoyen, (el millonario, que tenía más de un millón de horas de vuelo) Grosso, Cambaceri, Tula o los hermanos Tomás y Norberto Fernández, entre otros fueron los que trajeron el mundo a la Patagonia.