Un brote de sarampión dejó decenas de miles de contagiados y más de 150 muertos en un año en Afganistán, la mayoría de ellos niños, informó el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advirtió que los casos fatales van a aumentar.
La agencia de la ONU indicó que este foco es especialmente alarmante debido a la inseguridad alimentaria y la desnutrición en Afganistán, lo que debilita a la población y deja a los niños en un estado de vulnerabilidad frente a esta enfermedad, que es muy contagiosa.
«Los casos de sarampión aumentaron en todas las provincias desde finales de julio de 2021», indicó Christian Lindmeier, portavoz de la OMS, en una conferencia de prensa en Ginebra, reportada por la agencia AFP.
El funcionario indicó que los casos aumentaron un 18% en la semana del 24 de enero y un 40% en la última semana del mes.
Entre enero de 2021 y el 29 de enero de este año se registraron 35.319 casos sospechosos y 156 muertos.
Uno 3.000 casos fueron confirmados por pruebas de laboratorio.
Del total de los casos un 91% se detectaron en menores de cinco años y esta población constituyó el 97% de los muertos.
«El alza rápida del número de casos en enero sugiere que las muertes debido al sarampión van a aumentar mucho en las próximas semanas», destacó Lindmeier.
Esta enfermedad es muy contagiosa y el virus que la provoca ataca principalmente a los niños. Las complicaciones pueden provocar ceguera, edema cerebral, diarrea e infecciones respiratorias graves.
Este brote se produce en un contexto de catástrofe humanitaria en el país, una situación que empeoró con la llegada de los talibanes al poder en agosto. Esto implicó el bloqueo de fondos del gobierno en el extranjero y un cese de la ayuda externa.