Cholila Online se acercó a Marisol Ramírez, ex – militar y ex – aspirante policial, para dialogar sobre la organización “Mujeres Activistas del Sur” que preside hasta hoy en día.
La ONG se encarga de asistir a víctimas de abusos sexuales y violencia de género donde Marisol aclara que se cuentan tanto hombres como mujeres entre los damnificados.
“Mujeres Activistas del Sur” nació en Comodoro Rivadavia durante finales del 2020 y nuestra entrevistada nos cuenta que se siente muy agradecida con la cantidad de ayuda que ha recibido de la gente en carácter de donaciones como también a nivel internacional.
“Nos ha tocado defender hombres también… hay mujeres que utilizan a sus propios hijos” aclaró tajante Marisol dejando bien en claro, que su organización no enarbola ninguna bandera y trabaja con objetividad ante los casos de violencia.
Abusos sexuales en la policía
Comenzó en el 2019 el curso de aspirantes para ingresar a la Policía del Chubut. Allí conoció al sargento Sebastián Adrián Carranza, el instructor del curso de aspirantes de la escuela de formación policial de Comodoro Rivadavia al que asistía.
Marisol nos cuenta que durante la instrucción, este sujeto se le empezó a insinuar y hasta le mandaba correos electrónicos a su cuenta personal con la intención de intimar con ella. Pero Marisol se negó, de hecho se encontraba en pareja con un empleado policial.
“Empezó a pedirme mi número de teléfono, en aquella ocasión yo estaba en pareja y esta persona al sentirse rechazada comenzó a hostigarme, pero no solo a mí, sino que también a mis compañeros”.
“Es un hombre bastante conflictivo y ha tenido muchos problemas legales en diversas dependencias policiales” asegura.
Marisol nos relata que aproximadamente en julio del 2020, Carranza pidió hacer el turno en el instituto junto a ella, por lo tanto se encontraban solos.
En aquellos días el instructor le ordenó que vaya a hacer “fajina” (limpiar) a uno de los baños del instituto, y en una de esas ocasiones, él ingresó al sanitario en el que se encontraba Marisol y le advirtió que “si quería ser policía tenía que hacer lo que él diga”. Básicamente, en los dichos de la entrevistada, el instructor le estaba exigiendo tener sexo.
Marisol se niega pero Carranza aun así la obliga y luego de reducirla en el baño termina violándola. Esto ocurrió dos veces dejándole lesiones en sus partes íntimas.
Nos contó que existieron colegas que escucharon lo sucedido pero que no se animaron a intervenir para ayudarla ni mucho menos denunciar el hecho en procura de mantener sus trabajos.
Con mucho dolor, le tuvo que contar a su novio lo que le habían hecho y éste se fue a quejar ante la máxima autoridad de la escuela de aspirantes, el comisario Martín Guajardo.
Comisario Martín Guajardo.
Como respuesta a los reclamos de que Carranza había violado a su novia, Guajardo, por increíble que parezca, le dijo al novio de Marisol “que se tome cuatro días para recuperarse”, como si de una gripe se tratara.
Durante la entrevista Marisol nos informa algo escalofriante: “No fui la única abusada, fuimos tres, dos se quedaron calladas y hoy son policías… pero yo no me quedé callada”.
“Tengo un hijo con autismo grave que toma una medicación que más o menos cuesta 30 mil pesos por mes, no me podía dar el lujo de dejar mi trabajo” aseguró, dejando en evidencia la enorme valentía de la que tuvo que valerse para afrontar como madre aquel infierno.
Carranza tiempo después se le acerca para pedirle disculpas, seguramente aterrado porque se había enterado que Marisol y su novio habían hablado de lo que pasó. En aquellas oportunidades, Carranza fue herido con cuchillo en un conflicto con vecinos en las inmediaciones del barrio Laprida de Comodoro Rivadavia, y quizás queriendo crear empatía en su presunta víctima, le mostró a Marisol las heridas y le pidió disculpas.
“Lo apuñalan en Laprida porque se quiso hacer el malo con unas personas que le chocaron el auto, y cómo sabía que soy creyente en dios se me acercó mostrándome sus vendajes, sus heridas y pidiéndome perdón, diciéndome que no va a volver a suceder… intentaba convencerme de que no hable”.
En septiembre, Marisol intenta suicidarse y allí es cuando su familia le insiste imperiosamente que deje la fuerza.
“En septiembre Intenté suicidarme, y ahí mi familia es cuando me dijo –salí ya de ahí-… terminé hospitalizada, están todos los papeles del nosocomio que vamos a incluir junto a las pericias de los celulares como prueba de la denuncia”.
“Es un caso largo, nada menos que contra el estado policial, donde hay mucha mano metida, el hermano de este tipo (Carranza) está en Jefatura… es un tema complicado” Marisol asegura tener todo el material probatorio para ir contra el estado hasta las últimas consecuencias.
Massoni y Miguel Gómez
En la época en que sucedieron los hechos se encontraban los peores en la cúpula del poder, los cuales según Marisol se lavaron olímpicamente las manos con su caso previo a que se haga público.
Al frente del Ministerio de Seguridad estaba el impresentable de Federico Massoni y como jefes de Policía Miguel Gómez junto a su segundo, Néstor Gómez Ocampo, amigo de un narcotraficante.
Marisol nos cuenta que después de que ella y su pareja denuncien internamente los abusos en la escuela de instrucción, se le acercó el ex – jefe de Policía Miguel Gómez y sólo ordenó que le hagan un test psicológico.
“Me hicieron una prueba psicológica y Massoni me dijo que tenía que hacer lo que Gómez me dijera y me ofrecieron un trabajo como Cocinera en la Policía… básicamente se lavaron las manos, no hicieron más que eso”.
Federico “fraca” Massoni y Miguel Gómez.
Todo esto ocurrió obviamente cuando su caso no había trascendido y se encontraba puertas adentro del instituto, mucho antes de que Marisol presente la denuncia penal con su abogado.
Posteriormente Marisol cae en graves estados de depresión y decidió dejar la fuerza en septiembre, a los pocos días de haber intentado quitarse la vida y nos cuenta que la misma institución se encargó de hacer la denuncia penal para ayudarla, según nuestra entrevistada, lo hicieron “para cubrirse”, es decir, para que no quede la apariencia de que la Policía por omisión protegió a Carraza.
“Ni siquiera pedí la baja ni hice papeles, hasta dejé mi ropa en la escuela de instrucción, no volví nunca más”. Denotan sus declaraciones una evidente desesperación.
Posteriormente hizo la denuncia penal con todo el acervo probatorio del que disponía junto al acompañamiento de su familia, y está esperando que la fiscal María Laura Blanco decida llevar a cabo la investigación.
Amenazas, balas de “aviso” e intento de suicidio
Lamentablemente la denuncia de Marisol sirvió para que las cosas vayan de mal en peor. El ligero alivio que debe haber sentido al abandonar la Policía seguramente fue de muy corta duración, porque en una ocasión tuvo la desdicha de cruzarse a Carranza en un supermercado de la ciudad, donde Marisol asegura que la amenazó diciéndole que la iba a matar.
Luego vinieron los balazos en una pared de su casa, según ella fueron “avisos” de Carranza o gente que responde a él, debido a que ella asegura no tener problemas con nadie más.
También nos comentó que Carranza se aparecía por su barrio uniformado, en la camioneta de la Policía y con un jefe, aparentemente sin ninguna justificación viable para que anden en esa zona. La presencia de ellos fue captada por las cámaras de seguridad de los vecinos.
De hecho, luego de que Marisol se percatara de estos movimientos y Carranza lo sepa, esa camioneta terminó averiada en un taller policial, lo que lleva a deducir que después podrían haber dañado el rodado policial intencionalmente para que termine en el taller y así desacreditar los dichos de Marisol sobre la presencia de esa camioneta cerca de su casa.
Las amenazas y luego los balazos contra las paredes de su hogar, llevaron a Marisol al punto culmine de desesperación, llevándola a la triste decisión de quitarse la vida, no sin antes grabar un vídeo en su “ultimo día”, dejando en claro los motivos por los cuales había tomado tan doloroso designio.
En ese dramático video, se la ve a Marisol con música de fondo, un rostro pálido, ojeras visibles pero con una firme determinación en su mirada más un corte en el cuello auto-infringido, diciéndole al público que había decidido quitarse la vida y rogando que asistan a sus hijos luego de que haya consumado su decisión.
“Decidí suicidarme para proteger a mis hijos del comisario Miguel Gómez, jefe de la Policía de la provincia, y del ministro Federico Massoni, por siempre esconder todo, creo que cuando muera mis hijos no corren más peligro… te pido perdón mamá, porque vos vas a ser la que mas va a sufrir por todo esto…” decía en el video.
Mujeres Activistas del Sur
Su caso en particular la incentivó a crear su propia asociación para solidarizarse y acompañar a otras personas que estén o hayan pasado por lo que ella tuvo que pasar.
Inmediatamente al presentar la denuncia penal por lo ocurrido recibió el apoyo de varios grupos feministas, y como habíamos anticipado al comienzo de la nota, también recibió apoyo de sectores del feminismo internacional. Y esto gracias al internet, puesto que su caso se viralizó en las redes como también la creación de su organización, lo que le sirvió para que todo trascienda las fronteras, teniendo su caso repercusión en México, España, Perú y muchos países más.
A partir de todo este impacto, empezó a recibir por las redes sociales mensajes de víctimas pidiéndole ayuda y es allí cuando decide, luego de un largo proceso de recuperación, formar su asociación bajo el nombre de “Mujeres Activistas del Sur”.
Armó un refugio para niños víctimas de abuso sexual y un refugio para mujeres abusadas.
Trabajó en el ejército y allí adquirió habilidades como la albañilería, que le sirvió para erigir su asociación civil desde cero.
“Todo lo hicimos con nuestras propias manos, porque no recibimos ayuda de nadie, jamás recibimos ayuda política de nadie, ni del peronismo ni de ningún partido, ni siquiera un paquete de fideos”.