Fue denunciado por su propia familia (su esposa y su hija) por violencia de género; aparece mencionado en múltiples ocasiones por la desaparición forzada de Ivan Torres en 2003; mientras estaba al frente de la comisaría de General Mosconi (Comodoro Rivadavia) ocurrieron varias muertes extrañas en la dependencia y un preso describió a alguien muy similar a él como el que lo quiso “suicidar” asfixiándolo con una campera en un calabozo; hoy, es comisario general, ascendido de forma extraordinaria con la firma del gobernador y el jefe de Policía.
El escrito se transmitió a todas las regionales y estas a su vez a las dependencias policiales. La foto a continuación es de la circular emitida por el despacho del jefe de la regional de Trelew, el comisario Gabriel Araujo, a todas las comisarías de la ciudad valletana para que lo reconozcan con la jerarquía de comisario general.
Descripto hasta por los mismos subalternos, como una persona extremadamente violenta y con peligrosos y extremos rasgos de superioridad en su personalidad, hoy es el director de Seguridad de Jefatura y uno de los funcionarios policiales más poderosos de la provincia.
Practica artes marciales en una escuela de MMA (Artes Marciales Mixtas) llamada “Barak Gym” ubicada en la ciudad de Trelew y bajo la conducción de Javier Urrumendi, un ex – miembro de infantería que compite en certámenes de pelea en jaula.
Christian Sartor, junto a su instructor de MMA Javier Urrumendi y sus compañeros.
Un par de compañeros de este gimnasio han descripto lo que es entrenar con Sartor, y lo señalan como una persona que pareciera que le cuesta diferenciar entre una práctica y una pelea de puños real. Se tomaría revancha de sus propios compañeros del gimnasio cuando recibe golpes durante la sesiones de guanteo. Lo ven como alguien muy peligroso que no debería estar entrenando esas artes marciales.
También es conocido por violentar a Mónica, la madre de una agente de Policía, que lo llamó para pedir que trasladen a su hija de los sectores rurales de Corcovado, lugar en el que se encontraba prestando servicio, a Trelew; puesto a que corría grave peligro su vida al ser amenazada de muerte por un grupo de pueblerinos con cuchillo a la cintura, que siempre cumplían sus promesas de sangre (Por lo menos dos policías terminaron con sus vísceras fuera en los últimos años por llevar a cabo diligencias normales, como secuestros de autos a conductores sin papeles).
La señora le suplicó además porque su nieta no veía hace mucho tiempo a su madre y se encontraba enferma. Sartor, a los gritos, le contestó: “¡Usted no tiene ningún derecho a llamarme, soy un superior, no pertenece a la institución, le vamos a sancionar a su hija… esto no va a quedar así!”. La mujer dijo después a los medios: “Nunca me habían tratado tan mal en mi vida”.
Este personaje, odiado por la mayoría incluyendo autoridades provinciales, haría sus grandes esfuerzos también por entrar en la lista de los personajes más nefastos. Sartor también es ferozmente criticado por comerle la comida a los cadetes. El tipo no tendría ningún prurito en comer gratis en la escuela de cadetes “Juan Gustavo Boyd” de Rawson, teniendo un sueldo que supera cómodamente los $ 300.000.
También se descubrió hace poco que vive en la casa del jefe de la comisaría de Gaiman. Decirle tacaño es poco a este sujeto.