La investigación por narcotráfico en el norte del país dio un golpe significativo con la detención del ex comandante mayor de Gendarmería Nacional, Miguel Ángel Torres. Junto a él, fueron arrestadas otras siete personas, entre ellas su hijo, dos agentes del Servicio Penitenciario de Salta. Y varios cómplices, todos acusados de formar parte de una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína y éxtasis desde Salta a Mendoza. Indicó el diario R3cp
El operativo que desarticuló la banda comenzó con el hallazgo de 99 kilogramos de marihuana en un control de ruta en el sur salteño. El 7 de mayo de 2024. La investigación posterior vinculó a los detenidos con el narcotráfico y permitió descubrir una red que adquiría drogas en Bolivia. Las almacenaba en Orán y las transportaba en convoyes hacia Mendoza, donde la distribución se realizaba en diferentes puntos estratégicos.
El ex gendarme Torres, quien ocupó cargos importantes dentro de la fuerza, lideraba la operación. Coordinando los traslados de droga y participando activamente en los viajes. Los investigadores señalaron que la banda utilizaba vehículos de avanzada para alertar sobre los controles de seguridad, mientras que la droga viajaba en un solo auto. Además, Torres había mantenido una deuda con otra banda en Orán, lo que lo obligó a vender propiedades para saldarla.
El momento clave de la detención ocurrió cuando los implicados viajaron a Mendoza para una nueva entrega. Las fuerzas de seguridad, que ya seguían de cerca la operación, interceptaron los vehículos en Guaymallén, donde se incautaron 14 kilogramos de cocaína. En una casa de la zona se encontraron otros 18 kilogramos de la misma droga, además de éxtasis, armas y dinero en efectivo.
El juez federal de Salta, Julio Bavio, dictó prisión preventiva para todos los detenidos, quienes están acusados de transporte de estupefacientes agravado. Areco Florentín, uno de los implicados, fue la única en recibir arresto domiciliario. La investigación continúa bajo la supervisión de los fiscales generales Eduardo Villalba y Carlos Martín Amad, quienes aún están tratando de determinar si la droga tenía como destino final Mendoza o si también se enviaba a Chile.