Profesionales del Hospital Garrahan rechazaron el veto de Milei a la Ley de Emergencia Pediátrica, advirtieron sobre la falta de recursos y convocaron a un ruidazo nacional.
Los médicos advierten: “No vamos a dar un paso atrás”. El Hospital Garrahan se convirtió en el epicentro de la tensión sanitaria tras el veto del presidente Javier Milei a la Ley de Emergencia Pediátrica. En una conferencia de prensa realizada este jueves, los trabajadores calificaron la situación como “desesperante” y aseguraron que no retrocederán en su defensa. “No vamos a dar un paso atrás en defensa de este hospital”, remarcaron.
Durante la rueda de prensa, los profesionales denunciaron la falta de insumos básicos, la partida de médicos por los bajos salarios y reclamaron al Gobierno un salvataje presupuestario. “Necesitamos que el hospital reciba un salvataje del Gobierno porque se está hundiendo, los profesionales se van y los insumos faltan. Es una situación desesperante para todos nosotros”, expresó una trabajadora.
Convocatoria a protestas y nuevas medidas
Como parte del plan de lucha, los empleados del Garrahan convocaron a un ruidazo nacional para este viernes a las 20 horas junto a estudiantes de la UBA.
También anunciaron que a las 15 se realizará una asamblea en la que “no se descarta tomar medidas más profundas y fuertes” frente al “ataque tremendo del presidente Milei a nuestro querido hospital”.
El trasfondo del veto presidencial
La Ley de Emergencia Pediátrica, que había sido aprobada con amplio consenso en ambas cámaras del Congreso, buscaba reforzar el financiamiento de hospitales pediátricos —con el Garrahan como caso emblemático—, garantizar la compra de insumos, equipamiento médico y mejorar los salarios de los profesionales de pediatría.
Sin embargo, el Gobierno decidió vetarla este jueves, el último día del plazo legal, y lo publicó en el Boletín Oficial. El Ejecutivo argumentó que la norma “no contaba con el sostén presupuestario necesario” y que su implementación “afectaría el equilibrio fiscal”. La decisión se basó en el artículo 84 de la Constitución Nacional, que habilita al presidente a rechazar leyes que considere contrarias a los intereses del país o generadoras de desequilibrio económico.
Según informó C5N, el oficialismo justificó el veto señalando que el proyecto hubiera representado un gasto imposible de afrontar en el actual contexto de ajuste económico.
Amplio consenso político que quedó sin efecto
El proyecto había sido impulsado por legisladores de distintos bloques y había logrado un inusual apoyo bipartidista. Fue aprobado en la Cámara de Diputados y posteriormente en el Senado, el pasado 21 de agosto, con 62 votos a favor y 8 en contra. La madrugada de esa jornada se celebró como un triunfo en defensa de la salud pediátrica, pero el veto presidencial dejó sin efecto la iniciativa.
Una crisis que golpea la salud pública
La negativa del Ejecutivo a promulgar la ley profundizó la crisis del Garrahan, símbolo de la salud pediátrica en Argentina, y avivó la protesta de médicos, pacientes y estudiantes que insisten en que la falta de recursos está poniendo en riesgo la atención sanitaria de miles de niños y niñas.