Los manteros, que varias veces debieron desalojar la plazoleta ubicada frente al cuartel central de bomberos, acordaron con el responsable de la vecinal de Progreso vender sus elaboraciones en el Gimnasio del barrio. Si bien, la actividad en Trelew está prohibida por ordenanza, desde la Coordinación de Inspecciones Generales de la Secretaría de Gobierno comprendieron que “son personas con un nivel económico escaso”, y la gestión municipal de Adrián Maderna “priorizó algunos casos” al entender la complejidad financiara actual en el país.
Luego de la polémica generada a partir de denuncias de vecinos –molestos por las condiciones en que quedaba la plazoleta una vez finalizada la actividad-, el municipio intervino en reiteradas oportunidades con el propósito de que los manteros entren en razón, y respeten los términos de la ordenanza. Hubo varias conversaciones pero ninguna permitía alcanzar un acuerdo.
Esta semana, el responsable de la vecinal de Progreso se reunió con los manteros y “en breve” los oferentes ambulantes “podrán ejercer su actividad” en el gimnasio del lugar, explicó el coordinador de Inspecciones Generales, Héctor López. “Entendemos que son personas con un nivel de ingreso muy bajo, o nulo, y tienen la necesidad de vender en la calle. Esta gestión a la gente de escasos recursos”, afirmó el funcionario.
López aclaró que “la ordenanza municipal prohíbe la venta ambulante, la combatimos, pero también tenemos en cuenta que la persona que vende lo hace con una necesidad. El gimnasio del barrio estará controlado para evitar que se sume gente a explotar la actividad; sólo lo harán los que están”.