Un niño de 13 años cumplió un sueño universal. Encontró nada más y nada menos que un tesoro con cientos de monedas y otros objetos valiosos que, se cree, pudo pertenecer hace más de un milenio al rey Harald “Diente azul”, el célebre monarca que introdujo el cristianismo en Dinamarca.
El chico lo hizo junto a un arqueólogo aficionado en la isla alemana de Rügen, y el tesoro está compuesto por centenares de piezas, perlas, un martillo, brochas y anillos.
El arqueólogo aficionado René Schön y el colegial Luca Malaschnitchenko habían descubierto una pieza en enero pasado gracias a un detector de metales en un campo cerca de la localidad de Schaprode, en la isla de Rügen, en el mar Báltico. Y ahora las autoridades locales procedieron a la excavación del tesoro.
Un centenar de piezas parecen datar del reino de Harald I (910-987), rey unificador que rechazó las creencias vikingas e inició la cristianización de Dinamarca.
También hay piezas más antiguas, procedentes de remotos lugares, como un Dirham de Damasco transformado en joya y que data del año 714.
Las piezas más recientes datan de los años 980, lo que da a entender que este tesoro pudo ser escondido por el entorno de Harald I, quien, tras haber perdido una batalla contra su propio hijo en 986, había huido hacia Pomerania, donde murió un año más tarde, según la literatura del siglo X.
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